Yo no tengo ningún don
Muchas veces escuché decir: "no me comprometo a realizar tareas en la comunidad de fe a la que pertenezco o en otra institución porque no tengo don alguno".
Hoy me doy cuenta que esa expresión es ofensiva para el Señor; es no reconocerlo como nuestro creador. ¿Tan distraído ha estado que nos mandó así, desprovistos de herramientas, a este mundo?. De ser así, no se justifica tu existencia porque no habría un propósito en ella. Descubre, o deja que otros descubran tus dones: no los "escondas". De este modo, podrás aplicarlos y desarrollarlos gozando de servir, como el Tata manda.
"Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido." (1 Pedro 4:10 DHH)