Voluntad de la Nueva Vida,
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te pedimos perdón por nuestra ceguera
y nuestra falta de sensibilidad
al ignorar tantos espacios de muerte
en nuestra sociedad y en nuestras iglesias
Perdónanos por no abrir los sepulcros del estigma,
y correr las grandes piedras de la intolerancia,
y escuchar la palabra que pone fin a nuestros temores
y nos invita a la alegría de las comuniones.
Perdóna nuestras indiferencias y complicidades,
nuestros miedos y nuestra falta de esperanza.
Perdónanos por no ser fuentes de vida nueva,
que nos permita contemplar vida
allí donde otros y otras ven solamente muerte.
Concédenos la fortaleza de unir nuestras voces
para anunciar en todos los márgenes
de las iglesias y de la sociedad,
tu llamada a ser un solo pueblo
con una única esperanza de comunión.
Aliméntanos con el pan de la vida nueva,
para que caminemos juntos y juntas,
los senderos de la nueva creación,
de la nueva iglesia,.
de la nueva sociedad.
Transfórmanos en herramientas de la vida nueva,
de la inclusividad renovada,
y de las desafiantes comuniones.
En el nombre de Jesús el de Nazaret,
que nos abrió todos los sepulcros
y nos llama a no tener miedo de esta vida nueva.
Amén.
y nuestra falta de sensibilidad
al ignorar tantos espacios de muerte
en nuestra sociedad y en nuestras iglesias
Perdónanos por no abrir los sepulcros del estigma,
y correr las grandes piedras de la intolerancia,
y escuchar la palabra que pone fin a nuestros temores
y nos invita a la alegría de las comuniones.
Perdóna nuestras indiferencias y complicidades,
nuestros miedos y nuestra falta de esperanza.
Perdónanos por no ser fuentes de vida nueva,
que nos permita contemplar vida
allí donde otros y otras ven solamente muerte.
Concédenos la fortaleza de unir nuestras voces
para anunciar en todos los márgenes
de las iglesias y de la sociedad,
tu llamada a ser un solo pueblo
con una única esperanza de comunión.
Aliméntanos con el pan de la vida nueva,
para que caminemos juntos y juntas,
los senderos de la nueva creación,
de la nueva iglesia,.
de la nueva sociedad.
Transfórmanos en herramientas de la vida nueva,
de la inclusividad renovada,
y de las desafiantes comuniones.
En el nombre de Jesús el de Nazaret,
que nos abrió todos los sepulcros
y nos llama a no tener miedo de esta vida nueva.
Amén.