Un líder que ya no está. Un pueblo en marcha

0

Algunas reflexiones devocionales sobre el primer capítulo del libro de Josué.

Moisés había sido el gran líder del pueblo de Israel.  Por orden y poder de Dios había sacado al pueblo de su esclavitud del poderoso imperio Egipcio.

Lo había guiado a través del desierto durante cuarenta años hacia la Tierra Prometida.  Sin duda, fue un gran hombre y líder.  Podemos imaginar el dolor y la perplejidad del pueblo de Israel ante su muerte.

El Señor provee en Josué un nuevo líder para su pueblo.  El mismo Moisés había puesto su mano sobre él (Dt 34:9).

 

Josué recibe una misión (Jos 1:2):

- levántate

- pasa el Jordán

- tú y tu pueblo

- a la tierra que les doy.

Si bien nunca más hubo un profeta en Israel como Moisés (Dt 34:10) era necesario que el pueblo siga adelante.  No se podían quedar a mitad de la conquista de la Tierra Prometida.  Era necesario cruzar el Jordán.  Esto no solo significaba cruzar un río.  Significaba que había que continuar con la lucha por nuevas conquistas.

Eso es lo que debían hacer Josué y el pueblo.  Me resulta llamativo que Jehová lo exprese de esta manera.  Pone primero a Josué.  Josué es el que tiene que ir adelante de su pueblo.  Es quien tiene que creer que eso es lo que hay que hacer.  Tiene que creer que es posible.  Sin embargo, no irá solo.  No es un desafío individual.  Es una tarea colectiva.  El rol de Josué será el de  liderar esa etapa en la vida del pueblo de Dios y llevarlo a la tierra que Jehová les da.  Si bien  el pueblo deberá luchar, la victoria le es dada por Dios, ya que es El quien les da la tierra.  Hay una doble dimensión: por un lado el esfuerzo, la lucha y por el otro, lo que Dios hace por su propia gracia y amor a su pueblo.

 

Josué recibe un respaldo, el de Dios (Jos 1:5):

- Como yo fui con Moisés, seré contigo

- no te dejaré, ni te desampararé

Sin el respaldo de Dios, ¿cómo se puede liderar a su pueblo? ¿Con qué se le hace frente a los poderosos enemigos del pueblo de Dios?  

La promesa de  Dios es clara: "no te dejaré", es decir, no estarás solo.  La soledad de los líderes es algo que se describe en muchos materiales sobre liderazgo.  El líder puede estar rodeado de colaboradores y compartir el liderazgo con otras personas.  Sin embargo, llega un momento, en que el líder debe tomar decisiones en soledad.  Es su total responsabilidad.  De esas decisiones deberá rendir cuentas a Dios.  Aún en esos momentos, Dios promete "no te dejaré".

La promesa de  Dios es clara: "no te desampararé", es decir, no te quedarás sin amparo, sin refugio.  Al decir del himno del reformador: 

"Castillo fuerte es nuestro Dios,

Defensa y buen escudo.

Con su poder nos librará

En todo trance agudo."

 

Josué recibe indicaciones sobre su propia vida (Jos 1:6-7):

- esfuérzate

- se muy valiente

- respeta la Ley de Moisés

El liderazgo que se le otorga a Josué no es el tipo de liderazgo que pone al líder en un lugar de comodidad.  No es para el provecho propio ni la prebenda.  Es para el esfuerzo porque pone su vida al servicio de Dios en el liderazgo de su pueblo, un pueblo que no siempre sigue los preceptos de Dios, sino que se rebela para su propio mal.

La valentía será un rasgo de su liderazgo.  No se puede conquistar nuevas tierras sin valentía.  Aún cuando el enemigo sea poderoso, como lo sería Jericó, fue necesario avanzar según las indicaciones de Dios.  

La ley de Moisés, es decir, los preceptos establecidos por Dios debían ser cumplidos.  Al esfuerzo y la valentía hay que sumar la obediencia.  El líder nunca es absoluto.  También el líder está sometido a una autoridad superior, la autoridad de Dios.  El lider que no se somete a una autoridad superior se absolutiza, se pone en el lugar de Dios y de ese modo se idolatra.  La idolatría es permanentemente condenada en todo el texto bilico.

Es dificil exagerar la importancia de el esfuerzo y la valentía: en pocos versículos, el Señor repite tres veces la necesidad de esas cualidades.

Esfuerzo, valentía y sujeción a la Ley: tres características de un líder de acuerdo al corazón de Dios.

 

Josué responde en obediencia a Dios (Jos 1:10 ss)

Josué convoca a los líderes del pueblo y define un plan para organizarlo de manera de pasar al otro lado del Jordán.  Aquí comienza en obediencia a Dios la etapa del esfuerzo.  Dios ha decidido entregar la tierra.  Ahora es necesario tomarla.  Eso requiere planificación,  movimiento, organización.

Se  necesita de todo el pueblo, aún de aquellos que ya hayan recibido su parte y estén satisfechos con lo que tienen (Jos 1:12-15).  Por solidaridad con los que aún siguen sin su parte, deben luchar.  Hay una responsabilidad solidaria de todo el pueblo.  Inútil será decir "¿Acaso soy yo guarda de mi hermano?" porque esas son las palabras de Caín.

Así es que Josué recibe otro respaldo, el del pueblo (Jos 1:16 ss).  Solo ponen dos condiciones.  Primero, que Dios sea con Josué como lo fue con Moisés. Segundo,que se esfuerce y que sea valiente.

 

Buenas enseñanzas para un pueblo que atraviesa una etapa de crisis por la pérdida de un líder importante.  Buenas enseñanzas para quienes continúan su liderazgo.  ¿Responderá el liderazgo de acuerdo a la voluntad de Dios para su pueblo? Que así sea.

 

Compartir

Más recursos

Sponsor


Suscripción gratuita

Te avisaremos cuando agreguemos nuevos recursos. No te enviaremos más de uno o dos mensajes semanales.