Tres maneras de orar:pedid,buscad,llamad
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Texto: "Y yo os digo: Pedid y se os dará buscad y hallaréis llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe y el que busca, halla y al que llama, se le abrirá." Lucas 11: 9-10
Buscar ayuda de un ser sobrenatural en tiempo de angustia es un instinto de la naturaleza humana.
No hay personas más dispuestas a orar en tiempo de angustia que aquellas que han ridiculizado la oración en tiempos de prosperidad
y probablemente no hay oraciones más reales y en conformidad con los sentimientos que las que el ateo ha ofrecido bajo la presión del temor de la muerte.
en primer lugar "Yo os digo"
en segundo término,"Pedid y se os dará," etcétera
y luego, "todo el que pide, recibe."
Tenemos aquí tres heridas mortales para las dudas que el cristiano pueda tener en cuanto a la oración.
''''Yo os digo"
El no puede errar, no puede mentir y si El dice: "Yo os digo," todo debate llega a su fin.
¿quién es el que lo dice? Es el que ha hecho todas las cosas, sin el cual nada de lo que ha sido hecho fue hecho.¡Oh, tú Verbo eterno, que en el principio estabas con Dios, pesando las nubes y amarrando los cimientos de la tierra, tú sabes cuáles son las leyes de la naturaleza y su inalterable constitución, y si tú dices "Pedid y se os dará," entonces, ciertamente será así.
"Pedid y se os dará," El no habla por ignorancia, más conoce lo que afirma,la expresión "yo os digo," pone fin a toda controversia para siempre.
Pero se ha presentado otra objeción que es muy antigua y tiene apariencia de gran fuerza, que la oración no puede producir resultados ciertos, porque los decretos de Dios han establecido todas las cosas y esos decretos son inmutables.
nada hay que esté en contra de tu rodilla doblada y tus ojos mojados con lágrimas.
Sentimos que Dios es muy grande, y temblamos en la presencia de su majestad sentimos que somos muy pequeños, y que, además, somos viles y parece una cosa increíble que una insignificancia culpable tenga poder para mover el brazo que mueve el universo
¿quién es el que dice "Yo os digo?" Es aquel que conoce tanto la grandeza de Dios como la debilidad del hombre.
Tres formas de oracion"Yo os digo: Pedid y se os dará buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá."
El texto claramente afirma que todas las formas de oración verdadera serán escuchadas, con la condición de ser presentadas por intermedio de Jesucristo,
Si alguien dijese: "No puedo pedir," nuestra respuesta sería: "no entiendes la palabra." Con toda seguridad toda persona puede pedir. Un niño pequeño puede pedir. Mucho antes que el bebé sepa hablar, ya puede pedir. No necesita palabras para pedir lo que necesita, y no hay uno solo entre nosotros que esté incapacitado para pedir. No es necesario que las oraciones sean hermosas. Creo que Dios aborrece las oraciones hermosas. Cuando oramos, mientras más sencilla nuestra oración mejor el lenguaje más sencillo, el más humilde que expresa lo que queremos significar, es el mejor de todos.
"No necesitas tener escolaridad, preparación, talento ni ingenio para orar. Pide, busca, llama, eso es todo, y hay una promesa para cada una de estas formas de orar."
No es que todo el que pida con frivolidad o maldad a Dios vaya a lograr lo que pidió. Dios no contestará cada petición necia, ociosa y deconsiderada del corazón no regenerado.
Además las Escrituras pone su límite. "No tenéis porque no pedís, o pedís mal." Hay un pedir mal que nunca obtendrá lo que pide.
Cabe recordar que frecuentemente, aun cuando los impíos y los malvados han pedido a Dios, han recibido. Con mucha frecuencia en el día de angustia han clamado a Dios, y él les ha respondido. La oración de Acab fue contestada y el Señor dijo: "¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa." Así también, el Señor oyó la oración de Jocaz, el hijo de Jehú, que hizo lo malo delante de Jehová (2 Reyes 13:1-4). Los israelitas también, cuando por sus pecados fueron entregados a sus enemigos, clamaron a Dios pidiendo liberación, y recibieron su respuesta, sin embargo, el Señor mismo testifica respecto de ellos que sólo lisonjean con sus bocas.
Muchas veces, en el tiempo de la enfermedad y en el tiempo de dolor, Dios ha atendido a las oraciones de los ingratos y los malos,Esta es una de las glorias de la gracia de Dios. Y cuando ya no queda nada de bueno en el hombre, si de su corazón se eleva un clamor, el Señor se digna con mucha frecuencia a enviarle alivio en su tribulación. Ahora bien, si Dios ha oído las oraciones aun de Hombres que no le han buscado de la manera más elevada, y les ha dado liberación temporal en respuesta a sus clamores, ¿no te oirá con mayor razón cuando te humillas en su presencia, y desea ser reconciliado con El?
El publicano estaba de pie alejado, y tan quebrantado de corazón que no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Sin embargo, Dios lo miró desde arriba. Manasés yacía en la oscura mazmorra. Había sido un cruel perseguidor de los santos nada había en él que pudiera servirle de recomendación ante los ojos de Dios. Pero Dios lo oyó desde sus prisiones y concedió libertad a su alma. Por su propio pecado Jonás llegó al vientre del gran pez. En el mejor de los casos era un siervo de Dios petulante. Sin embargo, desde el seno del infierno clamó y Dios le oyó.
La mujer sirofenicia al principio fue rechazada cuando el Señor la llamó perrillo, pero cuando ella tuvo el valor de decir: "Sin embargo, los perrillos comen las migajas que caen de la mesa," ella descubrió que todo aquel que pide recibe. Aquella mujer que desde atrás vino al Señor, apretado por la multitud, y tocó el borde de su túnca, no estaba pidiendo, estaba buscando, y encontró.
Sigue orando con esperanza. Hay muchos que han tenido la respuesta a sus oraciones por otros después de muertos. Creo que les ha hecho recordar otra ocasión del padre que durante muchos años oró por sus hijos e hijas, y sin embargo, no solo no se convirtieron sino que se hicieron sobremanera mundanos. Llegó el tiempo de morir. Reunió sus hijos alrededor de su lecho, esperando dar un testimonio tal de Cristo en el último momento que pudiera ser bendecido por la conversión de ellos. Pero infelizmente para él, tuvo gran angustia en su alma, porque tenía dudas de su propio interés en Cristo. El era uno de los hijos de Dios que llegan al lecho de muerte en tinieblas. Pero el peor de todos sus temores era que sus queridos hijos se dieran cuenta de su angustia y quedaran con prejuicios en contra de la religión. El buen hombre fue sepultado y sus hijos estuvieron en el funeral, y Dios contestó la oración del hombre ese mismo día, porque cuando se retiraban del sepulcro, se decían unos a otros: "Hermano, nuestro padre tuvo una muerte muy infeliz." "Sí, hermano yo estaba muy asombrado por ello, porque nunca vi un mejor hombre que nuestro padre. "Ah," dijo el primer hermano, "si un hombre santo como nuestro padre encontró que era difícil morir, para nosotros será una cosa terrible cuando llegue el momento, porque no tenemos fe." El mismo pensamiento los había golpeado a todos, y los condujo hasta la cruz, de modo que la oración del buen hombre fue oída de un modo misterioso. El cielo y la tierra pasarán, pero mientras Dios viva, la oración debe ser oída. Mientras Dios sea fiel a su palabra, las súplicas no son vanas. El Señor os dé gracia para ejercitaros en ellas continuamente. Amén.
Hecho por Midiala Rodriguez
Buscar ayuda de un ser sobrenatural en tiempo de angustia es un instinto de la naturaleza humana.
No hay personas más dispuestas a orar en tiempo de angustia que aquellas que han ridiculizado la oración en tiempos de prosperidad
y probablemente no hay oraciones más reales y en conformidad con los sentimientos que las que el ateo ha ofrecido bajo la presión del temor de la muerte.
en primer lugar "Yo os digo"
en segundo término,"Pedid y se os dará," etcétera
y luego, "todo el que pide, recibe."
Tenemos aquí tres heridas mortales para las dudas que el cristiano pueda tener en cuanto a la oración.
''''Yo os digo"
El no puede errar, no puede mentir y si El dice: "Yo os digo," todo debate llega a su fin.
¿quién es el que lo dice? Es el que ha hecho todas las cosas, sin el cual nada de lo que ha sido hecho fue hecho.¡Oh, tú Verbo eterno, que en el principio estabas con Dios, pesando las nubes y amarrando los cimientos de la tierra, tú sabes cuáles son las leyes de la naturaleza y su inalterable constitución, y si tú dices "Pedid y se os dará," entonces, ciertamente será así.
"Pedid y se os dará," El no habla por ignorancia, más conoce lo que afirma,la expresión "yo os digo," pone fin a toda controversia para siempre.
Pero se ha presentado otra objeción que es muy antigua y tiene apariencia de gran fuerza, que la oración no puede producir resultados ciertos, porque los decretos de Dios han establecido todas las cosas y esos decretos son inmutables.
nada hay que esté en contra de tu rodilla doblada y tus ojos mojados con lágrimas.
Sentimos que Dios es muy grande, y temblamos en la presencia de su majestad sentimos que somos muy pequeños, y que, además, somos viles y parece una cosa increíble que una insignificancia culpable tenga poder para mover el brazo que mueve el universo
¿quién es el que dice "Yo os digo?" Es aquel que conoce tanto la grandeza de Dios como la debilidad del hombre.
Tres formas de oracion"Yo os digo: Pedid y se os dará buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá."
El texto claramente afirma que todas las formas de oración verdadera serán escuchadas, con la condición de ser presentadas por intermedio de Jesucristo,
Si alguien dijese: "No puedo pedir," nuestra respuesta sería: "no entiendes la palabra." Con toda seguridad toda persona puede pedir. Un niño pequeño puede pedir. Mucho antes que el bebé sepa hablar, ya puede pedir. No necesita palabras para pedir lo que necesita, y no hay uno solo entre nosotros que esté incapacitado para pedir. No es necesario que las oraciones sean hermosas. Creo que Dios aborrece las oraciones hermosas. Cuando oramos, mientras más sencilla nuestra oración mejor el lenguaje más sencillo, el más humilde que expresa lo que queremos significar, es el mejor de todos.
"No necesitas tener escolaridad, preparación, talento ni ingenio para orar. Pide, busca, llama, eso es todo, y hay una promesa para cada una de estas formas de orar."
No es que todo el que pida con frivolidad o maldad a Dios vaya a lograr lo que pidió. Dios no contestará cada petición necia, ociosa y deconsiderada del corazón no regenerado.
Además las Escrituras pone su límite. "No tenéis porque no pedís, o pedís mal." Hay un pedir mal que nunca obtendrá lo que pide.
Cabe recordar que frecuentemente, aun cuando los impíos y los malvados han pedido a Dios, han recibido. Con mucha frecuencia en el día de angustia han clamado a Dios, y él les ha respondido. La oración de Acab fue contestada y el Señor dijo: "¿No has visto cómo Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa." Así también, el Señor oyó la oración de Jocaz, el hijo de Jehú, que hizo lo malo delante de Jehová (2 Reyes 13:1-4). Los israelitas también, cuando por sus pecados fueron entregados a sus enemigos, clamaron a Dios pidiendo liberación, y recibieron su respuesta, sin embargo, el Señor mismo testifica respecto de ellos que sólo lisonjean con sus bocas.
Muchas veces, en el tiempo de la enfermedad y en el tiempo de dolor, Dios ha atendido a las oraciones de los ingratos y los malos,Esta es una de las glorias de la gracia de Dios. Y cuando ya no queda nada de bueno en el hombre, si de su corazón se eleva un clamor, el Señor se digna con mucha frecuencia a enviarle alivio en su tribulación. Ahora bien, si Dios ha oído las oraciones aun de Hombres que no le han buscado de la manera más elevada, y les ha dado liberación temporal en respuesta a sus clamores, ¿no te oirá con mayor razón cuando te humillas en su presencia, y desea ser reconciliado con El?
El publicano estaba de pie alejado, y tan quebrantado de corazón que no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Sin embargo, Dios lo miró desde arriba. Manasés yacía en la oscura mazmorra. Había sido un cruel perseguidor de los santos nada había en él que pudiera servirle de recomendación ante los ojos de Dios. Pero Dios lo oyó desde sus prisiones y concedió libertad a su alma. Por su propio pecado Jonás llegó al vientre del gran pez. En el mejor de los casos era un siervo de Dios petulante. Sin embargo, desde el seno del infierno clamó y Dios le oyó.
La mujer sirofenicia al principio fue rechazada cuando el Señor la llamó perrillo, pero cuando ella tuvo el valor de decir: "Sin embargo, los perrillos comen las migajas que caen de la mesa," ella descubrió que todo aquel que pide recibe. Aquella mujer que desde atrás vino al Señor, apretado por la multitud, y tocó el borde de su túnca, no estaba pidiendo, estaba buscando, y encontró.
Sigue orando con esperanza. Hay muchos que han tenido la respuesta a sus oraciones por otros después de muertos. Creo que les ha hecho recordar otra ocasión del padre que durante muchos años oró por sus hijos e hijas, y sin embargo, no solo no se convirtieron sino que se hicieron sobremanera mundanos. Llegó el tiempo de morir. Reunió sus hijos alrededor de su lecho, esperando dar un testimonio tal de Cristo en el último momento que pudiera ser bendecido por la conversión de ellos. Pero infelizmente para él, tuvo gran angustia en su alma, porque tenía dudas de su propio interés en Cristo. El era uno de los hijos de Dios que llegan al lecho de muerte en tinieblas. Pero el peor de todos sus temores era que sus queridos hijos se dieran cuenta de su angustia y quedaran con prejuicios en contra de la religión. El buen hombre fue sepultado y sus hijos estuvieron en el funeral, y Dios contestó la oración del hombre ese mismo día, porque cuando se retiraban del sepulcro, se decían unos a otros: "Hermano, nuestro padre tuvo una muerte muy infeliz." "Sí, hermano yo estaba muy asombrado por ello, porque nunca vi un mejor hombre que nuestro padre. "Ah," dijo el primer hermano, "si un hombre santo como nuestro padre encontró que era difícil morir, para nosotros será una cosa terrible cuando llegue el momento, porque no tenemos fe." El mismo pensamiento los había golpeado a todos, y los condujo hasta la cruz, de modo que la oración del buen hombre fue oída de un modo misterioso. El cielo y la tierra pasarán, pero mientras Dios viva, la oración debe ser oída. Mientras Dios sea fiel a su palabra, las súplicas no son vanas. El Señor os dé gracia para ejercitaros en ellas continuamente. Amén.
Hecho por Midiala Rodriguez