Treinta monedas
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Treinta monedas de plata
fue el valor de la avaricia
que Judas por tentación
mandó a Jesús al suplicio.
A veces a menor precio
nosotros también vendemos
la gracia que habita el alma
por nuestra débil sustancia.
El signo de la traición
que los hombres permitimos
en Él fue el Abandono
que luego fue redimido.
El jueves con sus amigos
en la cena trascendente
Jesús convirtió el pan
y la sangre en su comida.
Y luego fue la pasión
de la cruz del sacrificio
para aquel atardecer
de dolor y de martirio.
La vigilia fue el camino
que condujo al nuevo día
que el Evangelio ilumina
en Pascual Resurrección.
Hoy nosotros los cristianos
revivimos aquel tiempo
y asumimos el misterio
de Dios uno y Trino.
Por eso a Dios pedimos
que Jesús el Nazareno
nos pueda purificar
para ser el Hombre Nuevo.
Y la Gloria Celestial
de la Sagrada Familia
nos brinde la bendición
que será muy bienvenida.
fue el valor de la avaricia
que Judas por tentación
mandó a Jesús al suplicio.
A veces a menor precio
nosotros también vendemos
la gracia que habita el alma
por nuestra débil sustancia.
El signo de la traición
que los hombres permitimos
en Él fue el Abandono
que luego fue redimido.
El jueves con sus amigos
en la cena trascendente
Jesús convirtió el pan
y la sangre en su comida.
Y luego fue la pasión
de la cruz del sacrificio
para aquel atardecer
de dolor y de martirio.
La vigilia fue el camino
que condujo al nuevo día
que el Evangelio ilumina
en Pascual Resurrección.
Hoy nosotros los cristianos
revivimos aquel tiempo
y asumimos el misterio
de Dios uno y Trino.
Por eso a Dios pedimos
que Jesús el Nazareno
nos pueda purificar
para ser el Hombre Nuevo.
Y la Gloria Celestial
de la Sagrada Familia
nos brinde la bendición
que será muy bienvenida.