Testimonio

Yo conocí el amor
cuando te ví en la cruz
y despareció mi rencor
cuando tendiste tus manos
para sacarme con candor
del exilio atroz.

Solo sé que te llamas Jesús
el libertador...

¿Dónde está lo que fuí?
¿dónde está?
Ya ni recuerdo lo que era
ya ni recuerdo lo que hacía.
Quizás era un buscador,
tal vez un pensador,
o las tinieblas con su terrible calor.
Pero ahora sé quién soy...un pecador.

Lo cierto es que eres maor,
con cuerpo de amor,
con rostro de amor
y alma de pastor,
¡Qué me importa ya el dolor
si mi vida antigua se fue ayer!

Pastor, me llevaste a tu rebaño
y el viento malo apartaste de mí,
porque ahora después de mucho buscar
soy al fin contigo feliz.