Testimonio: ¡Cómo pudo ser!
0
0
Sin darme cuenta todo lo que yo amaba se había ido. Mis planes cambiaron, mi corazón se renovó, mi vida está siendo perfeccionada.
Mi vida ya estaba resuelta. Pensé: en un año más salgo de la universidad, para entonces ya todo estará listo para nuestra boda. Seré la mujer más feliz, casada con el hombre que amo, al que acudo cuando estoy triste, y cuando estoy feliz. Si necesito algo lo llamo. Si quiero verlo, pues lo busco. No hay mejor plan para mi vida, todo está resuelto.
De repente, todo cambió. Mi corazón endurecido, se enojó contigo.
¿Por qué?, ¿Por qué lo engañé?, ¿Por qué me equivoqué?, ¿Por qué si todo era perfecto? ¿Por qué me pidió que no lo buscara? ¿Por qué Dios, por qué lo permitiste?
Tantas preguntas presionaban mi corazón, una inmensa tristeza invadía todo mi ser
¡Cómo pudo ser!
No pude más. Era mi “hermosa depresión” llevándome a un abismo. Mientras tanto, el que me había llevado a todo esto me hacía recordar dentro de mi: ¡Pecadora!, ¡Engañadora!, ¡Mentirosa!. Cada minuto era una tortura constante. El que me llevó a todo esto, el más mentiroso y engañador.
En mi desesperación, acudí a Ti. Cuando viste que iba llegando a ti, tu corazón saltó de alegría.
¡Ahí viene!-dijiste- No sabes cuánto dolor me causó ver el estado en el que venías, pero yo te presentaría limpia delante de mi Padre!. Te verás tan pura, y con un grato aroma llegarás ante Su presencia, esas ropas que traes puestas, serán cambiadas, y serán más blancas que la nieve.
Cuando llegué a tu presencia, no te podía mirar. Me sentía tan sucia, tan desagradable. Sin embargo, Tú me abrazaste, y me dijiste: ¡Tranquila, no pienses!, ya estás aquí conmigo. Yo tengo grandes planes para tu vida. Sin soltarme me dijiste algo al oído, aún no puedo olvidar esas palabras: "Cosas que no has visto, ni has oído, ni han subido a tu corazón, son las que te tengo preparadas! Solo confía en mí, y yo te mostraré grandes cosas"
¿A mí? ¿En este estado?. Solo perdóname –le dije-.
El me respondió con tanto amor:
Consumado es.
Lo abracé tan fuerte, no podía parar de llorar. Mis lágrimas, esas lágrimas que habían estado ahí por tanto tiempo, ahora salían, y salían para siempre. Mientras más fluían, más gozo entraba a mi ser. Yo no entendía nada.
Me limpió, para mí fue solo un paso, para El fue dar Su vida. Sin embargo, con tantas cosas, aún yo no entendía, por qué fue que me permitió hacer todo lo que hice.
Quería tener todo en mis manos, sin embargo, todo se fue de mis manos y se quedó en las suyas
¿Y mis planes?, ¿Y mi dios? ¿Y mi futuro? ¿Dónde quedará todo?
Mi petición fue que aclarara todo, pues para mi ya nada tenía sentido ¿y mis sueños sin lograr? ¿Mis ilusiones? ¿Que sucederá? Un miedo intenso se apoderó de mí. Él en su misericordia me volvió a decir “Dame tus planes, dame tu camino, espera y confía en mí, y yo haré”. Solo Yo te puedo dar una paz que sobrepasará todo. Guardaré tus pensamientos y también tu corazón. Sus palabras tenían tanto poder, pero mi corazón estaba tan dolido.
De repente vino un pensamiento a mi mente. Si Él me quitó todo no fue por casualidad. Nada es al azar, todo esto me ayudará a bien, porque lo amo!. Todo se iba aclarando.
Permití cada suceso, solo por amor –dijiste- … ¡Oh, si tú abrieras los ojos!, ¡Si tan solo vieras un poco más allá! Ya no llores,- repetía- ¡yo te amo! de no haber sido así te hubiera dejado seguir tus planes. Planes que no te llevarían a ningún lado, sino a un nuevo abismo.
No te das cuenta -me dijo- si yo no hubiera permitido todo esto en tu vida, él seguiría siendo tu dios… y tu, lamentablemente, también serías su dios…. De esta manera ningún futuro hubieran tenido. Yo soy Dios celoso recuérdalo, y te amo a ti… y lo amo a él, así que tuve que tomar las medidas necesarias para que acudieran a mí, cada uno por su lado…. Sin medidas extremas, ¿como aprenderías? ¡Me dijiste un día que yo obrara en tu vida! Y si lo analizas, de otra forma nunca hubiera tenido su corazón, ni sus caminos…. Su vida estaría totalmente desecha… ¿No te das cuenta? Porque te amo ha sucedido esto.
Recuerda que yo todo lo hago nuevo, y por mi gracia cada día es una nueva oportunidad, cada minuto es un minuto de cambio.
Ahora mira hacia delante, ¿ves todos los planes que hay para ti? Si tú hubieras dado un paso más antes de tiempo, ¿dónde hubiera quedado todo esto? Y ahora, la promesa que me hiciste, ¡jamás la hubieras hecho!. Te quiero llevar a conocer el mundo, a que lleves todo lo que has aprendido de mí a otras personas ¿Cuándo te imaginaste que harías todo lo que estás haciendo? ¿Cuándo pensaste que tu corazón estaría como está ahora?
Recuerdas ese día que dijiste con sarcasmo: “¿Cuando este bien con Dios?” Unos tres años… pero yo, Yo Jehová, te dije: con amor eterno te he amado, por tanto, te prolongué mi misericordia.
¿Cuándo pensaste que escribirías todo esto?. Tu historia aún no termina aquí, faltan muchas cosas por aprender, planes por vivir, historias por contar, sueños por resolver.
Sin darme cuenta todo lo que yo amaba se había ido: mis planes cambiaron, mi corazón se renovó, mi vida aún está siendo perfeccionada.
Mi vida ya estaba resuelta. Pensé: en un año más salgo de la universidad, para entonces ya todo estará listo para nuestra boda. Seré la mujer más feliz, casada con el hombre que amo, al que acudo cuando estoy triste, y cuando estoy feliz. Si necesito algo lo llamo. Si quiero verlo, pues lo busco. No hay mejor plan para mi vida, todo está resuelto.
De repente, todo cambió. Mi corazón endurecido, se enojó contigo.
¿Por qué?, ¿Por qué lo engañé?, ¿Por qué me equivoqué?, ¿Por qué si todo era perfecto? ¿Por qué me pidió que no lo buscara? ¿Por qué Dios, por qué lo permitiste?
Tantas preguntas presionaban mi corazón, una inmensa tristeza invadía todo mi ser
¡Cómo pudo ser!
No pude más. Era mi “hermosa depresión” llevándome a un abismo. Mientras tanto, el que me había llevado a todo esto me hacía recordar dentro de mi: ¡Pecadora!, ¡Engañadora!, ¡Mentirosa!. Cada minuto era una tortura constante. El que me llevó a todo esto, el más mentiroso y engañador.
En mi desesperación, acudí a Ti. Cuando viste que iba llegando a ti, tu corazón saltó de alegría.
¡Ahí viene!-dijiste- No sabes cuánto dolor me causó ver el estado en el que venías, pero yo te presentaría limpia delante de mi Padre!. Te verás tan pura, y con un grato aroma llegarás ante Su presencia, esas ropas que traes puestas, serán cambiadas, y serán más blancas que la nieve.
Cuando llegué a tu presencia, no te podía mirar. Me sentía tan sucia, tan desagradable. Sin embargo, Tú me abrazaste, y me dijiste: ¡Tranquila, no pienses!, ya estás aquí conmigo. Yo tengo grandes planes para tu vida. Sin soltarme me dijiste algo al oído, aún no puedo olvidar esas palabras: "Cosas que no has visto, ni has oído, ni han subido a tu corazón, son las que te tengo preparadas! Solo confía en mí, y yo te mostraré grandes cosas"
¿A mí? ¿En este estado?. Solo perdóname –le dije-.
El me respondió con tanto amor:
Consumado es.
Lo abracé tan fuerte, no podía parar de llorar. Mis lágrimas, esas lágrimas que habían estado ahí por tanto tiempo, ahora salían, y salían para siempre. Mientras más fluían, más gozo entraba a mi ser. Yo no entendía nada.
Me limpió, para mí fue solo un paso, para El fue dar Su vida. Sin embargo, con tantas cosas, aún yo no entendía, por qué fue que me permitió hacer todo lo que hice.
Quería tener todo en mis manos, sin embargo, todo se fue de mis manos y se quedó en las suyas
¿Y mis planes?, ¿Y mi dios? ¿Y mi futuro? ¿Dónde quedará todo?
Mi petición fue que aclarara todo, pues para mi ya nada tenía sentido ¿y mis sueños sin lograr? ¿Mis ilusiones? ¿Que sucederá? Un miedo intenso se apoderó de mí. Él en su misericordia me volvió a decir “Dame tus planes, dame tu camino, espera y confía en mí, y yo haré”. Solo Yo te puedo dar una paz que sobrepasará todo. Guardaré tus pensamientos y también tu corazón. Sus palabras tenían tanto poder, pero mi corazón estaba tan dolido.
De repente vino un pensamiento a mi mente. Si Él me quitó todo no fue por casualidad. Nada es al azar, todo esto me ayudará a bien, porque lo amo!. Todo se iba aclarando.
Permití cada suceso, solo por amor –dijiste- … ¡Oh, si tú abrieras los ojos!, ¡Si tan solo vieras un poco más allá! Ya no llores,- repetía- ¡yo te amo! de no haber sido así te hubiera dejado seguir tus planes. Planes que no te llevarían a ningún lado, sino a un nuevo abismo.
No te das cuenta -me dijo- si yo no hubiera permitido todo esto en tu vida, él seguiría siendo tu dios… y tu, lamentablemente, también serías su dios…. De esta manera ningún futuro hubieran tenido. Yo soy Dios celoso recuérdalo, y te amo a ti… y lo amo a él, así que tuve que tomar las medidas necesarias para que acudieran a mí, cada uno por su lado…. Sin medidas extremas, ¿como aprenderías? ¡Me dijiste un día que yo obrara en tu vida! Y si lo analizas, de otra forma nunca hubiera tenido su corazón, ni sus caminos…. Su vida estaría totalmente desecha… ¿No te das cuenta? Porque te amo ha sucedido esto.
Recuerda que yo todo lo hago nuevo, y por mi gracia cada día es una nueva oportunidad, cada minuto es un minuto de cambio.
Ahora mira hacia delante, ¿ves todos los planes que hay para ti? Si tú hubieras dado un paso más antes de tiempo, ¿dónde hubiera quedado todo esto? Y ahora, la promesa que me hiciste, ¡jamás la hubieras hecho!. Te quiero llevar a conocer el mundo, a que lleves todo lo que has aprendido de mí a otras personas ¿Cuándo te imaginaste que harías todo lo que estás haciendo? ¿Cuándo pensaste que tu corazón estaría como está ahora?
Recuerdas ese día que dijiste con sarcasmo: “¿Cuando este bien con Dios?” Unos tres años… pero yo, Yo Jehová, te dije: con amor eterno te he amado, por tanto, te prolongué mi misericordia.
¿Cuándo pensaste que escribirías todo esto?. Tu historia aún no termina aquí, faltan muchas cosas por aprender, planes por vivir, historias por contar, sueños por resolver.
Sin darme cuenta todo lo que yo amaba se había ido: mis planes cambiaron, mi corazón se renovó, mi vida aún está siendo perfeccionada.