Soplo del Espíritu

Me vencen tus amores, don precioso
Y dulce talismán que a vida lleva
De paz y de virtud y al alma prueba
Con soplo celestial y vigoroso.

Raudal de luz y paz, licor sabroso
Que el ánimo y espíritu renueva
Y puro alienta a la criatura nueva
Llenándola de alivio y de reposo.

Feliz aquel que pleno de ansia, alienta
Libar de tus dulzuras sin temor,
Seguro de tu puro y santo amor.

Y anhela riguroso, haciendo afrenta
Al cruel y fiero mundo en su amargor,
Cantar alegre a Cristo con ardor.