Solteras y solteros realizados
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"Un acercamiento a las vivencias cotidianas de los cristianos evangélicos solteros, con el propósito de orientarlos a mirar la vida como un proyecto de Dios, que se puede realizar en plenitud. Por la Prof. Mónica Sanhueza de Steinfeld."
Mónica es Profesora de enseñanza primaria, Asesora Familiar, esposa de pastor y mamá. Vive en la Ciudad de Buenos Aires, es miembro de la iglesia Bautista y ha cursado estudios en el Seminario Teológico Bautista.
Colabora en el Programa de Entrenamiento y Capacitación de Asesores Familiares (CAF) de Eirene Argentina. Las relaciones interpersonales dentro de la familia nuclear, extendida y eclesial son su tema predilecto de investigación y estudio. Vea su artículo sobre las esposas de los pastores en el mes de junio 2002.
Cada vez es más común, en nuestra sociedad actual alternar con gente soltera. Parece paradójico que en las grandes ciudades, pobladas de millones de habitantes, haya tantas personas que no han formado su propia familia. Muchas de ellas se preguntarán, por qué no han alcanzado el "ideal social" latinoamericano, qué les faltó o qué les sobró que no pudieron lograrlo.
Nuestras iglesias no escapan a esta realidad (en general en una comunidad de fe de la que fui miembro varios años, el 20% de los miembros eran solteros y sus edades oscilaban entre 25 y 70 años), los solteros y las solteras tienen necesidades particulares que deben ser atendidas en el marco de una pastoral integral e integradora.
No podemos negar las fuertes presiones sociales que pesan sobre ellos y ellas. Existe un marcado descreimiento acerca del soltero/a virgen. En la mayoría de los casos se sospecha que una persona que llega a una determinada edad sin formar familia (generalmente después de los treinta años), debe ser porque mantiene una relación hetero u homosexual clandestina (de otro modo no se la/o vería tan feliz).
Nuestra cultura patriarcal nos ha enseñado que felicidad y matrimonio van de la mano y las congregaciones evangélicas comparten, de algún modo, esta idea. Esta es la razón por la que cada tanto asoma la insistente pregunta: A)¿Y vos...para cuándo?. Este interrogante genera angustia y ansiedad... Y como una pregunta trae otra, detrás del ¿Y vos...para cuando?, viene ¿no me estaré quedando para vestir santos?.
Frente a la decadencia de muchos matrimonios en nuestras congregaciones podemos observar que la plenitud no tiene que ver con el estado civil sino con la capacidad de vivir creativamente en relación con nuestros semejantes, con la creación y con Dios.
“A Dios no le agradan las decisiones hechas para toda la vida que se basan en el renunciamiento y la desilusión. El desea que vivamos nuestra vida hoy, y que descubramos en ella con valor y confianza todas sus gozosas posibilidades”(1).
Jesús vivió, en su encarnación humana, soltero y su vida fue por demás creativa. Se relacionó con cuanta persona le saliera al paso, sin hacer discriminación alguna. Disfrutó a pleno de la creación de su Padre Dios, y mantuvo una íntima comunión con El. Por medio de su vida nos mostró que se puede, que no es un mito la realización personal de los solteros y solteras.
“Como maestro itinerante, viajaba de un lugar a otro, le hubiera sido muy difícil convivir con una familia, compartir y cuidar de ella. A los treinta años, un hombre de la cultura judía ya estaba casado. Jesús decidió permanecer soltero para realizar la misión que Dios le había encomendado.(2)
La vida de muchos que dejaron huellas valiosas en historia de la humanidad, se desarrolló en el ámbito del celibato. La decisión de ser soltero/a es un don como lo es también el matrimonio(3) No es necesariamente un estado permanente, como tampoco lo es el casamiento que se acaba con el divorcio o la muerte.
Antes de entrar de lleno en el desarrollo de la argumentación es necesario aclarar el significado del término "celibato". El diccionario lo considera sinónimo(4)de soltería,
...quizás porque se piensa que la única alternativa para una persona soltera es la vida religiosa. Existen dichos, refranes y canciones que nos comunican esta idea.
Debido a la sobrevaloración del matrimonio, muchas veces se considera que al soltero y al célibe "no les quedó otra= alternativa y no que optaron por mantener su estado civil.
En el caso del celibato existe una segunda comprensión distorsionada: se entiende que la persona célibe no es un ser sexual, o que es un ser diminuido sexualmente ... Todos somos seres sexuales y sexuados. La Sexualidad es parte de nuestro ser y es mucho más que nuestra genitalidad implica el modo en que nos relacionamos con nuestro entorno.
La opción de ser célibe es parte, por lo general, de un compromiso mucho más grande: el compromiso con la fe”.(5)
A lo largo de este artículo quisiera considerar algunos aspectos que me han parecido importantes:
1. Razones para permanecer soltero o soltera: El hecho de permanecer soltero o soltera tiene diferentes motivos. Cada persona es un ser individual, distinto de los demás, y sus relaciones familiares y con la sociedad son tan particulares como él mismo.
2. La vida sexual de los cristianos solteros: En muchos casos, la cultura determina la conducta de los solteros y solteras cristianas en relación al sexo más que los mandatos bíblicos.
3. Solteros y solteras realizados/as versus solteros/as frustradas. La dicha no depende del estado civil. Es muy común encontrar solteros/as que experimentan su estado civil como un tropiezo para la auto-realización pareciera que no pueden enfocar la vida desde una perspectiva optimista considerando que lo que Dios les ha entregado es para su crecimiento integral.
4. Lo que la Iglesia, como comunidad terapéutica, puede ofrecer a solteros y solteras: Aceptarlos sin distinción alguna en el Reino de Dios todos somos importantes. Brindarles un trato cordial y amistoso y acompañarlos en el desarrollo de su proyecto de vida. "Es alentador ver como el concepto individualista de la iglesia va desapareciendo para dar lugar a un espíritu comunitario de solidaridad y compromiso mutuo".(6)
Razones para permanecer soltero o soltera
El Dr. Jorge A. León, en su libro titulado Problemática Sicológica de los Solteros, ha publicado los resultados de una encuesta hecha a treinta personas solteras, entre veinticinco y cuarenta años, pertenecientes a distintas confesiones religiosas.
Las causales de soltería, que emergen de este estudio, son las siguientes:
A.Problemas de personalidad
Dificultades para comunicarse con el sexo opuesto, falta de tacto, desviaciones sexuales ocurridas en la niñez, falta de madurez, miedo a las responsabilidades que implica el matrimonio, extremada idealización, miedo a los hombres, timidez, culpa por haber tenido relaciones sexuales prematrimoniales, carácter dominante, desprecio hacia las mujeres o hacia los hombres (como resultado de la imagen que brindó la madre o el padre en la familia), baja autoestima y temor a fracasar como los padres.
B. Falta de información y de educación acerca del matrimonio.
Hay un refrán que dice: "Un ejemplo vale más que mil palabras". La mejor educación para el matrimonio es la que los hijos reciben observando cómo los padres interactúan en su propio matrimonio.
Desde temprana edad, a medida que el niño va sintiendo la necesidad de saber, los padres deben responder a sus preguntas, prestando especial atención a las que se refieren a la sexualidad. Los niños son una página en blanco, ávida de ser escrita. Si los padres no responden a sus interrogantes, por vergüenza o por temor de lo que pueden llegar a pensar entonces buscarán la información en otras fuentes que probablemente no sean las más recomendables. Es una verdadera lástima que algunos padres no aprovechen el interés de sus hijos para informarlos. Los niños pequeños aceptan con mucha naturalidad las explicaciones que sus progenitores les brindan.
Las personas nacemos con la capacidad de recibir formación y en lo relativo al sexo, podemos ser formadas adecuadamente o desformadas. Algunas variaciones sexuales, más conocidas, son las siguientes: homosexualidad, voyeurismo, exhibicionismo, paidofilia, gerontofilia, sadismo, masoquismo, sadomasoquismo, bestialidad o zoofilia, represión y promiscuidad. Los/as que han optado por alguna de estas variaciones, difícilmente lleguen a casarse, salvo que reciban ayuda terapéutica y espiritual para revertir su situación.
C. Problemas económicos
Falta de recursos económicos para hacer frente a los gastos que el casamiento demanda o inmadurez para aceptar demandas económicas superiores (el mantenimiento de una vivienda, la educación de los hijos, la alimentación, vestido etc). Esto tiene mucho que ver, con la presión a que nos somete la sociedad de consumo: "Tanto más tenés, tanto más valés". Frente a la imposibilidad de brindar, económicamente, todo lo que la pareja pudiera desear muchos optan por quedarse solteros.
D. Convicciones religiosas
El sentirse llamado/a a una consagración exclusiva a Dios. El sacerdote trapense Tomás Merton lo dice de este modo:
"Al ser soltero, Uno puede atesorar el tiempo y la energía no comprometidos a otra persona, y permitir que ese tiempo y esa energía sean un regalo creado por Dios, dado por Dios, que uno da a su vez, libre y generosamente, a muchos o a pocos, a humanos y a Dios, En amor, por la nueva creación". (7)
Pensemos en Pablo, María, Marta y Lázaro, en John Stott, Corrie Ten Boom, Tedda Criegger, Madre Teresa, Ada Lum y tantos otros (contemporáneos nuestros) que dedicaron su vida al servicio de Dios en el contexto del celibato. Han sido personas felices, con propósito y llenas de vitalidad aún en la vejez.
E. No haber encontrado pareja
No haber encontrado el compañero adecuado, o haberse interesado en alguien casado o inmaduro o, sin interés en la relación.
F. Conflictos o desilusiones en el noviazgo
Una relación de pareja que resultó negativa, la ruptura del noviazgo porque una de las partes estaba comprometida en otra relación.
En la encuesta que mencioné anteriormente diecinueve personas, de un total de treinta encuestados, optaron por permanecer solteros/as a raíz de haber experimentado conflictos durante el noviazgo. Es evidente que los problemas de personalidad impregnan el modo de relacionarnos con nuestro novio/a. Si sucediera que esta etapa no concluye en casamiento, es importante sobreponerse, buscar el valor formativo de la crisis y continuar enfocando la vida con una actitud positiva.
"Para ello se necesita cierto nivel de salud mental. La vocación religiosa, en algunos casos, suele ser un refugio para actitudes neuróticas frente a la sexualidad y el matrimonio".(8)
G. Problemas familiares que derivan en soltería.
Los problemas familiares que derivan en soltería, se circunscriben básicamente alrededor de las carencias afectivas. Sin embargo, algunos se casan pero sus carencias afectivas los acompañan siempre (a menos que procuren ayuda psicológica y espiritual) y manifiestan dudas acerca del amor que sus seres queridos les prodigan. Como sus padres no les demostraron afecto entonces, es muy difícil para ellos entender que otros los amen. La imposibilidad de demostrar afecto hacia los hijos se halla profundamente ligada al hecho de no poder satisfacer las necesidades del cónyuge. Algunos hogares que presentan este estilo han mantenido su estructura por años, lamentablemente solo han vegetado. El siguiente refrán lo expresa muy bien: "El caracol mantiene su estructura ósea después de su muerte, pero eso no significa que tenga vida”. (9)
El exceso de afecto, traducido en actitudes sobreprotectoras también es dañino para los hijos. Cada persona necesita desarrollar sus capacidades, para aprender a hacer frente a las circunstancias que le toquen vivir. Los padres no pueden pretender vivir la vida de los hijos, cada uno debe vivir su propia vida. Si un niño ha tenido una vida afectiva enfermiza, sentirá en el futuro inseguridad de sí mismo y desconfianza hacia el afecto de otros.
El padre es el primer hombre en la vida de toda hija, si la relación de entre ambos no es armónica, será muy difícil relacionarse con los demás hombres o comenzar una relación amorosa. Lo mismo sucede el caso de la relación madre-hijo.
Es necesario encontrar el equilibrio en la demostración de afecto hacia los hijos. No hay dos personas iguales y cada una tiene necesidades afectivas diferentes.
El fracaso del matrimonio de los padres también puede derivar en soltería, debido a que la falta de amor, de respeto y de coherencia en las actitudes causan desilusión en los hijos.
Todos nacemos con la necesidad de ser amados. Cuando esta necesidad no es satisfecha, por las personas más cercanas a nuestra realidad, la vida pierde sentido. En consecuencia, muchos hijs de padres separados tienen tendencias al suicidio.
"Ninguna persona sana renuncia a la vida sin antes haber renunciado a la esperanza de ser amada por alguien ... Hay dos elementos que suelen estar presentes en casi todos los suicidas: El deseo de vengarse de alguien y el de autocastigarse para vencer el sentimiento de culpa ... Quedarse soltero es una forma de suicidio ... Es una forma de renunciar a la vida, una negación a dejar huellas de su paso por este mundo a través de una familia constituida que perpetúe su apellido ... sería una forma de castigo inconsciente".(10)
Virginia Satir, en su libro Relaciones humanas en el núcleo familiar, comenta que durante sus años como terapeuta ha descubierto que hay cuatro aspectos que aparecen constantemente en familias conflictivas: autoestima baja, comunicación indirecta, vaga e insincera, normas rígidas, inhumanas, fijas e inmutables y enlace temeroso, aplacante y acusador con la sociedad.(11)
Las razones para permanecer solteros/as están ligadas a la formación del individuo en el seno de la familia nuclear. Es interesante observar que aquellas familias que han velado por mantener la salud integral del hogar, pueden disfrutar la bendición de ver a sus hijos formar su propia familia o pueden verlos dedicar su vida, gozosa y plenamente, al servicio de Dios en el estado del celibato.
La vida sexual de los cristianos solteros
"Si bien el mandato bíblico es muy claro acerca de la continencia sexual fuera del matrimonio, la experiencia muestra que no afecta la conducta de la mayoría de las personas no casadas...existen muchas razones que ayudan a explicar el comportamiento sexual de estos".(12)
La época postmoderna en que vivimos se caracteriza por el desencanto y la muerte de los ideales de la modernidad, debido a que estos no se cumplieron. En contraposición a estos ideales, se ha implantado en la sociedad un fuerte relativismo en los valores morales. La iglesia no ha escapado a esta realidad.
"la mayoría de los jóvenes han adoptado una nueva norma sobre lo correcto del acto sexual: la norma es la del afecto sincero ... creen que el coito es algo muy bueno cuando dos personas sienten un afecto muy grande".(13)
Hace ya muchas décadas que la moral sexual bíblica ha quedado relegada a un segundo plano. Lamentablemente un considerable porcentaje de cristianos solteros no obedecen las normas tradicionales, y los que sí las respetan no saben por qué lo hacen. Existen muchas razones para explicar este cambio de comportamiento:
* Los jóvenes solteros han crecido en una era sexualmente sobrecargada (películas, novelas, comerciales, etc) ellos no eligieron nacer en esta cultura, los mayores han sido quienes la crearon y toleraron.
* Las técnicas sexuales han reemplazado al valor moral del acto. Sin embargo el acto sexual no es la necesidad básica principal, la necesidad de intimar (de mantener una relación personal estrecha con otra persona) es la prioridad. Están afectados por una profunda soledad que pretenden aplacar mediante el sexo físico.
* Los temores que parecían sustentar a la moralidad han sido borrados por las innovaciones científicas, esto ha contribuido a que el acto sexual no implique tanto riesgo.
Quisiera invitarlos /as a que analicemos tres actitudes morales, que nos conducirán luego a considerar la moralidad según La Biblia.
I. La moralidad de la precaución
Se refiere a considerar el costo o los riesgos que corren las personas que se involucran en una relación sexual y cuán seriamente pueden resultar heridos. Algunos son: destruir un matrimonio en potencia (a causa de experiencias sexuales frustrantes), quedar embarazada (ningún anticonceptivo es garantía absoluta), contraer un virus, abortar, dar en adopción, criar sola/o al hijo, casarse forzosamente porque viene un hijo en camino con el consiguiente fracaso en el matrimonio.
Este tipo de moralidad solo se preocupa con la posibilidad del perjuicio personal de los intervinientes.
II. La moralidad de la consideración
Considera el riesgo de perjudicar a otros, específicamente piensa en el hijo que vendrá. El feto no puede elegir y, toda persona tiene el derecho de nacer en condiciones familiares normales.
Sería interesante analizar si las personas que se involucran en un "matrimonio de emergencia", están seguras de que no se perjudicarán mutuamente al casarse.
III. La moralidad de las relaciones personales
Pone atención en cómo el acto sexual afectará la relación entre dos personas es decir si la relación entre ambos será profundizada, enriquecida o no.
En una relación personal se busca que la persona que amamos se realice a nuestro lado. En una relación funcional, solamente se pretende que la otra persona satisfaga nuestro ego.
Las Escrituras delimitan el acto sexual al matrimonio. La pregunta es ¿por qué sobrecargar con tanta exclusividad al acto sexual? Si es realizado en el marco de personas que se aman sinceramente y que han calculado el costo y los riesgos de perjudicar a otros y a su propia relación personal...¿por qué Dios no apoyaría una unión en tales circunstancias?.
El acto sexual en su significación física es una señal de lo que ocurre en el interior del ser humano. Lo que hacemos con nuestro cuerpo nos afecta integralmente y todo nuestro ser se ve comprometido. Ninguna pareja que ha pasado por esta experiencia tendrán el mismo sentimiento el uno hacia el otro.
"La intimidad física, la entrega en confianza despreocupada, esa cercanía única ... llegan a ser prueba de una profunda unión entre dos personas, selladas por la unión física ... es algo que permanece en el misterio. Pero es suficiente para decirnos que donde falta la profunda unión personal, la señal y el sello deberían ser dejados de lado".(14)
Como novios cristianos, la preocupación entonces debería enfocarse en el desarrollar esa profunda unión personal. Aprender al arte de la comunicación interpersonal, requiere una gran inversión de tiempo y energías.
Frente al altar uno debiera unir su vida a la de alguien a quien conoce y ama profundamente, no a la un desconocido/a con quien ha mantenido relaciones sexuales. Es en este contexto en el que debemos interpretar la cita de 1 Corintios 6: 12-20.
Soledad y creatividad o soledad y frustración
Existen dos maneras de vivir la soltería y ellas son con frustración o con creatividad.
Ada Lum, en su libro Soltera y Humana, dice:
"Hay tres opciones para la vida de una mujer soltera:
* Vivir en permanente estado de tensión y frustración. Esto genera un fuerte sentimiento de autoderrota.
* Resignarse a vivir una existencia "subfemenina".
* "Aceptar su estado como el que Dios desea para su plenitud como mujer".(15)
Hay muchos solteros que viven autoderrotados, resignados, con culpa, a la defensiva y con un acentuado egocentrismo. Gracias a Dios hay otros que se relacionan y hacen amigos, sirven al prójimo, tienen proyectos para el futuro y poseen un verdadero sentido del humor.
"Los problemas de los solteros son reales y complejos pero no todos ellos se originan en la soltería, los casados los padecen igualmente, aunque en modo diferente... Tenemos problemas porque somos humanos, imperfectos, viviendo en un mundo imperfecto ... que produce solterías indeseables y matrimonios frustrados y deshechos".(16)
Acostumbramos a decir: "la vida no es fácil", y en realidad no lo es para los solteros y tampoco para los casados. Lo importante no es el estado civil que una persona tenga, sino la manera en que se desenvuelva en él.
Marta, María y Lázaro, los amigos de Jesús, interpretaron su vida como proyecto de Dios (Lucas 10.38-42 y Juan ll.1-12.11). Estas personas no sintieron frustración por su estado civil, al contrario trabajaron en desarrollar una soledad creativa. El maestro y sus discípulos encontraron un hogar en la casa de estos tres solteros.
"Habían entendido que el celibato es una vocación tan válida como el matrimonio y que a ninguno de los dos estados se debe entrar por tradición, por curiosidad o por inercia... Este hogar de tres atractivos solteros, por lo visto, contaba con una casa grande, puesta al servicio de Jesús y del Reino de Dios... no eran pobres ...generaban un ingreso regular que les permitía apoyar el ministerio de Jesús... estaban socialmente bien relacionados (Jn. 11:19). Allí podían llegar Jesús y sus discípulos para descansar, comer, dormir, conversar".(17)
Una pastoral enfocada hacia los solteros
El soltero es, en ciertos casos, discriminado en la iglesia por no haber alcanzado el ideal social del matrimonio. La sociedad y muchas veces la iglesia, honra al que ha hecho voto de celibato pero considera más o menos fracasado al soltero/a que no se ha casado habiendo tenido el deseo de hacerlo.
Este juicio social injusto genera en la persona soltera frustración, angustia, sentimientos de culpa y fracaso, temor, ansiedad y soledad como consecuencia, muchos mantienen su vida sexual en absoluto secreto. Es difícil que busquen asesoramiento pastoral, porque perciben al pastor como demasiado espiritual o muy estricto para poder entender su situación.
"La responsabilidad de la iglesia hacia todas las personas solteras hace impostergable la adecuación de la pastoral a las nuevas y crecientes necesidades".(18) Se requieren pastores con una profunda vida de oración, pero con los pies bien puestos sobre la tierra. Se requieren iglesias cuya tarea consista en orar para que los solteros y solteras puedan experimentar la vida abundante a la que todos los cristianos hemos sido llamados.
Permítanme expresar, queridos lectores, que la tarea de la iglesia no debe consistir en buscar pareja para los solteros (aunque sea con buena intención, se pueden cometer graves errores) o en hostigarlos con preguntas torpes o en disponer de su tiempo como si fuera propio. Como iglesia debemos arrepentirnos si hemos actuado de esa manera ellos necesitan ser pastoreados e incluídos en un ámbito de familia.
Los solteros necesitan una adecuada orientación sexual. La clase de la Escuela Dominical, y la predicación desde el púlpito pueden ser una buena excusa para que las personas se acerquen para hablar con el pastor. De alguna manera los pastores deben organizar estrategias que les permitan acceder a la intimidad de los creyentes. El auge de la Psicología Pastoral es un signo de esperanza. Los pastores deberían estar capacitándose más en ésta área, la cual se constituye en una herramienta de trabajo para comunicar un evangelio más humano guiado por el Espíritu Santo.
Los laicos con un claro llamado al servicio, deben usar sus dones para trabajar con los solteros, no solo planificando actividades especiales para ellos sino colaborando en el acompañamiento especialmente de los solteros y solteras que experimentan su situación como un fracaso. El objetivo es que ellos/as puedan comenzar a mirar la vida con un enfoque distinto, más positivo y optimista.
Los solteros necesitan saber que son proyecto de Dios proyecto de Dios y desde la perspectiva divina siempre se mira hacia adelante. Esto debe motivarlos a generar proyectos que eleven su autoestima y les permitan madurar en diferentes áreas de la vida. Por ejemplo: emprender una nueva actividad o trabajo, hacer el viaje soñado, inscribirse en un servicio en el que se sienta útil, iniciar una carrera universitaria, terminar el secundario, tomar un curso de arte, estudiar computación, hacer gimnasia, comenzar una dieta para adelgazar y otras sugerencias semejantes. Solo hay que planificar y confiar que el Padre Celestial es fuente inagotable de recursos cuando ponemos el proyecto en sus manos.
Siempre hay tiempo para comenzar a trabajar en una tarea postergada.
Conclusión Ser soltero o soltera y vivir la vida con plenitud de gozo no es un mito, es una realidad para todos aquellos que habiendo sanado sus heridas del pasado, pueden afrontar el presente con esperanza y optimismo. Sólo se trata de reconocer que Dios tiene el control de la vida y que la soltería no es necesariamente un estado permanente, como tampoco lo es el matrimonio, que puede finalizar con el divorcio o la muerte.
El cristiano soltero es una persona completa de modo que no necesita seguir pensando que le falta "su media naranja". Cada cristiano es un ser completo en sí mismo. En consecuencia, el ideal de Dios no es necesariamente el matrimonio sino "... que todos lleguemos a la estatura de la plenitud de Cristo"(Efesios 4:13).
Saber que somos Su proyecto nos ayuda a promover la vida. El sí puede ayudarnos a vivir plenamente realizados como cristianos y como seres humanos, cualquiera sea nuestro estado civil.
NOTAS (1) Walter Trobisch, El Amor un sentimiento que hay que aprender. (Buenos Aires: Ediciones Certeza, l986),32.
(2) Silvia Chaves, Decisiones que Jesús tomó, Lagram 2002.
(3) Mateo 19:11-12
(4) Diccionario Enciclopédico Planeta s.v. celibato, (Buenos Aires: Grupo editorial Planeta, l999).
(5) Jorge Maldonado, Biblia, iglesia, sexualidad y familia: cómo vivir en armonía con Dios y con el prójimo, (Quito: Eirene Internacional, 1990), 88-89.
(6) Jorge A. León, Problemática sicológica de los solteros. (Miami: Editorial Caribe, 1980), 28.
(7) Jorge E. Maldonado, ibid, 89.
(8) Jorge A. León, ibid, 21- 24.
(9) Jorge A. León, ibid, 48.
(10) Jorge A. León, ibid, 79- 81, 134.
(11) EIRENE, La familia como un sistema. M6.4, 2.
(12) Lewis Smedes, Sexología para cristianos. (Miami: Editorial Caribe, 1976), 120-121.
(13) Lewis Smedes, ibid, 119- 120.
(14) Lewis Smedes, ibid, 147.
(15) Ada Lum, Soltera y Humana, (Buenos Aires: Certeza, l978), 20, 24-25.
(16) Ibid.
(17) Jorge E. Maldonado, Aún en las mejores familias. La familia de Jesús y otras familias de la Biblia parecidas a las nuestras. (Buenos Aires: Nueva Creación, 1994), 62, 65.
(18) Jorge A. León, ibid, 137.
© CristiaNet.com/psicopastoral - 2003
Mónica es Profesora de enseñanza primaria, Asesora Familiar, esposa de pastor y mamá. Vive en la Ciudad de Buenos Aires, es miembro de la iglesia Bautista y ha cursado estudios en el Seminario Teológico Bautista.
Colabora en el Programa de Entrenamiento y Capacitación de Asesores Familiares (CAF) de Eirene Argentina. Las relaciones interpersonales dentro de la familia nuclear, extendida y eclesial son su tema predilecto de investigación y estudio. Vea su artículo sobre las esposas de los pastores en el mes de junio 2002.
Cada vez es más común, en nuestra sociedad actual alternar con gente soltera. Parece paradójico que en las grandes ciudades, pobladas de millones de habitantes, haya tantas personas que no han formado su propia familia. Muchas de ellas se preguntarán, por qué no han alcanzado el "ideal social" latinoamericano, qué les faltó o qué les sobró que no pudieron lograrlo.
Nuestras iglesias no escapan a esta realidad (en general en una comunidad de fe de la que fui miembro varios años, el 20% de los miembros eran solteros y sus edades oscilaban entre 25 y 70 años), los solteros y las solteras tienen necesidades particulares que deben ser atendidas en el marco de una pastoral integral e integradora.
No podemos negar las fuertes presiones sociales que pesan sobre ellos y ellas. Existe un marcado descreimiento acerca del soltero/a virgen. En la mayoría de los casos se sospecha que una persona que llega a una determinada edad sin formar familia (generalmente después de los treinta años), debe ser porque mantiene una relación hetero u homosexual clandestina (de otro modo no se la/o vería tan feliz).
Nuestra cultura patriarcal nos ha enseñado que felicidad y matrimonio van de la mano y las congregaciones evangélicas comparten, de algún modo, esta idea. Esta es la razón por la que cada tanto asoma la insistente pregunta: A)¿Y vos...para cuándo?. Este interrogante genera angustia y ansiedad... Y como una pregunta trae otra, detrás del ¿Y vos...para cuando?, viene ¿no me estaré quedando para vestir santos?.
Frente a la decadencia de muchos matrimonios en nuestras congregaciones podemos observar que la plenitud no tiene que ver con el estado civil sino con la capacidad de vivir creativamente en relación con nuestros semejantes, con la creación y con Dios.
“A Dios no le agradan las decisiones hechas para toda la vida que se basan en el renunciamiento y la desilusión. El desea que vivamos nuestra vida hoy, y que descubramos en ella con valor y confianza todas sus gozosas posibilidades”(1).
Jesús vivió, en su encarnación humana, soltero y su vida fue por demás creativa. Se relacionó con cuanta persona le saliera al paso, sin hacer discriminación alguna. Disfrutó a pleno de la creación de su Padre Dios, y mantuvo una íntima comunión con El. Por medio de su vida nos mostró que se puede, que no es un mito la realización personal de los solteros y solteras.
“Como maestro itinerante, viajaba de un lugar a otro, le hubiera sido muy difícil convivir con una familia, compartir y cuidar de ella. A los treinta años, un hombre de la cultura judía ya estaba casado. Jesús decidió permanecer soltero para realizar la misión que Dios le había encomendado.(2)
La vida de muchos que dejaron huellas valiosas en historia de la humanidad, se desarrolló en el ámbito del celibato. La decisión de ser soltero/a es un don como lo es también el matrimonio(3) No es necesariamente un estado permanente, como tampoco lo es el casamiento que se acaba con el divorcio o la muerte.
Antes de entrar de lleno en el desarrollo de la argumentación es necesario aclarar el significado del término "celibato". El diccionario lo considera sinónimo(4)de soltería,
...quizás porque se piensa que la única alternativa para una persona soltera es la vida religiosa. Existen dichos, refranes y canciones que nos comunican esta idea.
Debido a la sobrevaloración del matrimonio, muchas veces se considera que al soltero y al célibe "no les quedó otra= alternativa y no que optaron por mantener su estado civil.
En el caso del celibato existe una segunda comprensión distorsionada: se entiende que la persona célibe no es un ser sexual, o que es un ser diminuido sexualmente ... Todos somos seres sexuales y sexuados. La Sexualidad es parte de nuestro ser y es mucho más que nuestra genitalidad implica el modo en que nos relacionamos con nuestro entorno.
La opción de ser célibe es parte, por lo general, de un compromiso mucho más grande: el compromiso con la fe”.(5)
A lo largo de este artículo quisiera considerar algunos aspectos que me han parecido importantes:
1. Razones para permanecer soltero o soltera: El hecho de permanecer soltero o soltera tiene diferentes motivos. Cada persona es un ser individual, distinto de los demás, y sus relaciones familiares y con la sociedad son tan particulares como él mismo.
2. La vida sexual de los cristianos solteros: En muchos casos, la cultura determina la conducta de los solteros y solteras cristianas en relación al sexo más que los mandatos bíblicos.
3. Solteros y solteras realizados/as versus solteros/as frustradas. La dicha no depende del estado civil. Es muy común encontrar solteros/as que experimentan su estado civil como un tropiezo para la auto-realización pareciera que no pueden enfocar la vida desde una perspectiva optimista considerando que lo que Dios les ha entregado es para su crecimiento integral.
4. Lo que la Iglesia, como comunidad terapéutica, puede ofrecer a solteros y solteras: Aceptarlos sin distinción alguna en el Reino de Dios todos somos importantes. Brindarles un trato cordial y amistoso y acompañarlos en el desarrollo de su proyecto de vida. "Es alentador ver como el concepto individualista de la iglesia va desapareciendo para dar lugar a un espíritu comunitario de solidaridad y compromiso mutuo".(6)
Razones para permanecer soltero o soltera
El Dr. Jorge A. León, en su libro titulado Problemática Sicológica de los Solteros, ha publicado los resultados de una encuesta hecha a treinta personas solteras, entre veinticinco y cuarenta años, pertenecientes a distintas confesiones religiosas.
Las causales de soltería, que emergen de este estudio, son las siguientes:
A.Problemas de personalidad
Dificultades para comunicarse con el sexo opuesto, falta de tacto, desviaciones sexuales ocurridas en la niñez, falta de madurez, miedo a las responsabilidades que implica el matrimonio, extremada idealización, miedo a los hombres, timidez, culpa por haber tenido relaciones sexuales prematrimoniales, carácter dominante, desprecio hacia las mujeres o hacia los hombres (como resultado de la imagen que brindó la madre o el padre en la familia), baja autoestima y temor a fracasar como los padres.
B. Falta de información y de educación acerca del matrimonio.
Hay un refrán que dice: "Un ejemplo vale más que mil palabras". La mejor educación para el matrimonio es la que los hijos reciben observando cómo los padres interactúan en su propio matrimonio.
Desde temprana edad, a medida que el niño va sintiendo la necesidad de saber, los padres deben responder a sus preguntas, prestando especial atención a las que se refieren a la sexualidad. Los niños son una página en blanco, ávida de ser escrita. Si los padres no responden a sus interrogantes, por vergüenza o por temor de lo que pueden llegar a pensar entonces buscarán la información en otras fuentes que probablemente no sean las más recomendables. Es una verdadera lástima que algunos padres no aprovechen el interés de sus hijos para informarlos. Los niños pequeños aceptan con mucha naturalidad las explicaciones que sus progenitores les brindan.
Las personas nacemos con la capacidad de recibir formación y en lo relativo al sexo, podemos ser formadas adecuadamente o desformadas. Algunas variaciones sexuales, más conocidas, son las siguientes: homosexualidad, voyeurismo, exhibicionismo, paidofilia, gerontofilia, sadismo, masoquismo, sadomasoquismo, bestialidad o zoofilia, represión y promiscuidad. Los/as que han optado por alguna de estas variaciones, difícilmente lleguen a casarse, salvo que reciban ayuda terapéutica y espiritual para revertir su situación.
C. Problemas económicos
Falta de recursos económicos para hacer frente a los gastos que el casamiento demanda o inmadurez para aceptar demandas económicas superiores (el mantenimiento de una vivienda, la educación de los hijos, la alimentación, vestido etc). Esto tiene mucho que ver, con la presión a que nos somete la sociedad de consumo: "Tanto más tenés, tanto más valés". Frente a la imposibilidad de brindar, económicamente, todo lo que la pareja pudiera desear muchos optan por quedarse solteros.
D. Convicciones religiosas
El sentirse llamado/a a una consagración exclusiva a Dios. El sacerdote trapense Tomás Merton lo dice de este modo:
"Al ser soltero, Uno puede atesorar el tiempo y la energía no comprometidos a otra persona, y permitir que ese tiempo y esa energía sean un regalo creado por Dios, dado por Dios, que uno da a su vez, libre y generosamente, a muchos o a pocos, a humanos y a Dios, En amor, por la nueva creación". (7)
Pensemos en Pablo, María, Marta y Lázaro, en John Stott, Corrie Ten Boom, Tedda Criegger, Madre Teresa, Ada Lum y tantos otros (contemporáneos nuestros) que dedicaron su vida al servicio de Dios en el contexto del celibato. Han sido personas felices, con propósito y llenas de vitalidad aún en la vejez.
E. No haber encontrado pareja
No haber encontrado el compañero adecuado, o haberse interesado en alguien casado o inmaduro o, sin interés en la relación.
F. Conflictos o desilusiones en el noviazgo
Una relación de pareja que resultó negativa, la ruptura del noviazgo porque una de las partes estaba comprometida en otra relación.
En la encuesta que mencioné anteriormente diecinueve personas, de un total de treinta encuestados, optaron por permanecer solteros/as a raíz de haber experimentado conflictos durante el noviazgo. Es evidente que los problemas de personalidad impregnan el modo de relacionarnos con nuestro novio/a. Si sucediera que esta etapa no concluye en casamiento, es importante sobreponerse, buscar el valor formativo de la crisis y continuar enfocando la vida con una actitud positiva.
"Para ello se necesita cierto nivel de salud mental. La vocación religiosa, en algunos casos, suele ser un refugio para actitudes neuróticas frente a la sexualidad y el matrimonio".(8)
G. Problemas familiares que derivan en soltería.
Los problemas familiares que derivan en soltería, se circunscriben básicamente alrededor de las carencias afectivas. Sin embargo, algunos se casan pero sus carencias afectivas los acompañan siempre (a menos que procuren ayuda psicológica y espiritual) y manifiestan dudas acerca del amor que sus seres queridos les prodigan. Como sus padres no les demostraron afecto entonces, es muy difícil para ellos entender que otros los amen. La imposibilidad de demostrar afecto hacia los hijos se halla profundamente ligada al hecho de no poder satisfacer las necesidades del cónyuge. Algunos hogares que presentan este estilo han mantenido su estructura por años, lamentablemente solo han vegetado. El siguiente refrán lo expresa muy bien: "El caracol mantiene su estructura ósea después de su muerte, pero eso no significa que tenga vida”. (9)
El exceso de afecto, traducido en actitudes sobreprotectoras también es dañino para los hijos. Cada persona necesita desarrollar sus capacidades, para aprender a hacer frente a las circunstancias que le toquen vivir. Los padres no pueden pretender vivir la vida de los hijos, cada uno debe vivir su propia vida. Si un niño ha tenido una vida afectiva enfermiza, sentirá en el futuro inseguridad de sí mismo y desconfianza hacia el afecto de otros.
El padre es el primer hombre en la vida de toda hija, si la relación de entre ambos no es armónica, será muy difícil relacionarse con los demás hombres o comenzar una relación amorosa. Lo mismo sucede el caso de la relación madre-hijo.
Es necesario encontrar el equilibrio en la demostración de afecto hacia los hijos. No hay dos personas iguales y cada una tiene necesidades afectivas diferentes.
El fracaso del matrimonio de los padres también puede derivar en soltería, debido a que la falta de amor, de respeto y de coherencia en las actitudes causan desilusión en los hijos.
Todos nacemos con la necesidad de ser amados. Cuando esta necesidad no es satisfecha, por las personas más cercanas a nuestra realidad, la vida pierde sentido. En consecuencia, muchos hijs de padres separados tienen tendencias al suicidio.
"Ninguna persona sana renuncia a la vida sin antes haber renunciado a la esperanza de ser amada por alguien ... Hay dos elementos que suelen estar presentes en casi todos los suicidas: El deseo de vengarse de alguien y el de autocastigarse para vencer el sentimiento de culpa ... Quedarse soltero es una forma de suicidio ... Es una forma de renunciar a la vida, una negación a dejar huellas de su paso por este mundo a través de una familia constituida que perpetúe su apellido ... sería una forma de castigo inconsciente".(10)
Virginia Satir, en su libro Relaciones humanas en el núcleo familiar, comenta que durante sus años como terapeuta ha descubierto que hay cuatro aspectos que aparecen constantemente en familias conflictivas: autoestima baja, comunicación indirecta, vaga e insincera, normas rígidas, inhumanas, fijas e inmutables y enlace temeroso, aplacante y acusador con la sociedad.(11)
Las razones para permanecer solteros/as están ligadas a la formación del individuo en el seno de la familia nuclear. Es interesante observar que aquellas familias que han velado por mantener la salud integral del hogar, pueden disfrutar la bendición de ver a sus hijos formar su propia familia o pueden verlos dedicar su vida, gozosa y plenamente, al servicio de Dios en el estado del celibato.
La vida sexual de los cristianos solteros
"Si bien el mandato bíblico es muy claro acerca de la continencia sexual fuera del matrimonio, la experiencia muestra que no afecta la conducta de la mayoría de las personas no casadas...existen muchas razones que ayudan a explicar el comportamiento sexual de estos".(12)
La época postmoderna en que vivimos se caracteriza por el desencanto y la muerte de los ideales de la modernidad, debido a que estos no se cumplieron. En contraposición a estos ideales, se ha implantado en la sociedad un fuerte relativismo en los valores morales. La iglesia no ha escapado a esta realidad.
"la mayoría de los jóvenes han adoptado una nueva norma sobre lo correcto del acto sexual: la norma es la del afecto sincero ... creen que el coito es algo muy bueno cuando dos personas sienten un afecto muy grande".(13)
Hace ya muchas décadas que la moral sexual bíblica ha quedado relegada a un segundo plano. Lamentablemente un considerable porcentaje de cristianos solteros no obedecen las normas tradicionales, y los que sí las respetan no saben por qué lo hacen. Existen muchas razones para explicar este cambio de comportamiento:
* Los jóvenes solteros han crecido en una era sexualmente sobrecargada (películas, novelas, comerciales, etc) ellos no eligieron nacer en esta cultura, los mayores han sido quienes la crearon y toleraron.
* Las técnicas sexuales han reemplazado al valor moral del acto. Sin embargo el acto sexual no es la necesidad básica principal, la necesidad de intimar (de mantener una relación personal estrecha con otra persona) es la prioridad. Están afectados por una profunda soledad que pretenden aplacar mediante el sexo físico.
* Los temores que parecían sustentar a la moralidad han sido borrados por las innovaciones científicas, esto ha contribuido a que el acto sexual no implique tanto riesgo.
Quisiera invitarlos /as a que analicemos tres actitudes morales, que nos conducirán luego a considerar la moralidad según La Biblia.
I. La moralidad de la precaución
Se refiere a considerar el costo o los riesgos que corren las personas que se involucran en una relación sexual y cuán seriamente pueden resultar heridos. Algunos son: destruir un matrimonio en potencia (a causa de experiencias sexuales frustrantes), quedar embarazada (ningún anticonceptivo es garantía absoluta), contraer un virus, abortar, dar en adopción, criar sola/o al hijo, casarse forzosamente porque viene un hijo en camino con el consiguiente fracaso en el matrimonio.
Este tipo de moralidad solo se preocupa con la posibilidad del perjuicio personal de los intervinientes.
II. La moralidad de la consideración
Considera el riesgo de perjudicar a otros, específicamente piensa en el hijo que vendrá. El feto no puede elegir y, toda persona tiene el derecho de nacer en condiciones familiares normales.
Sería interesante analizar si las personas que se involucran en un "matrimonio de emergencia", están seguras de que no se perjudicarán mutuamente al casarse.
III. La moralidad de las relaciones personales
Pone atención en cómo el acto sexual afectará la relación entre dos personas es decir si la relación entre ambos será profundizada, enriquecida o no.
En una relación personal se busca que la persona que amamos se realice a nuestro lado. En una relación funcional, solamente se pretende que la otra persona satisfaga nuestro ego.
Las Escrituras delimitan el acto sexual al matrimonio. La pregunta es ¿por qué sobrecargar con tanta exclusividad al acto sexual? Si es realizado en el marco de personas que se aman sinceramente y que han calculado el costo y los riesgos de perjudicar a otros y a su propia relación personal...¿por qué Dios no apoyaría una unión en tales circunstancias?.
El acto sexual en su significación física es una señal de lo que ocurre en el interior del ser humano. Lo que hacemos con nuestro cuerpo nos afecta integralmente y todo nuestro ser se ve comprometido. Ninguna pareja que ha pasado por esta experiencia tendrán el mismo sentimiento el uno hacia el otro.
"La intimidad física, la entrega en confianza despreocupada, esa cercanía única ... llegan a ser prueba de una profunda unión entre dos personas, selladas por la unión física ... es algo que permanece en el misterio. Pero es suficiente para decirnos que donde falta la profunda unión personal, la señal y el sello deberían ser dejados de lado".(14)
Como novios cristianos, la preocupación entonces debería enfocarse en el desarrollar esa profunda unión personal. Aprender al arte de la comunicación interpersonal, requiere una gran inversión de tiempo y energías.
Frente al altar uno debiera unir su vida a la de alguien a quien conoce y ama profundamente, no a la un desconocido/a con quien ha mantenido relaciones sexuales. Es en este contexto en el que debemos interpretar la cita de 1 Corintios 6: 12-20.
Soledad y creatividad o soledad y frustración
Existen dos maneras de vivir la soltería y ellas son con frustración o con creatividad.
Ada Lum, en su libro Soltera y Humana, dice:
"Hay tres opciones para la vida de una mujer soltera:
* Vivir en permanente estado de tensión y frustración. Esto genera un fuerte sentimiento de autoderrota.
* Resignarse a vivir una existencia "subfemenina".
* "Aceptar su estado como el que Dios desea para su plenitud como mujer".(15)
Hay muchos solteros que viven autoderrotados, resignados, con culpa, a la defensiva y con un acentuado egocentrismo. Gracias a Dios hay otros que se relacionan y hacen amigos, sirven al prójimo, tienen proyectos para el futuro y poseen un verdadero sentido del humor.
"Los problemas de los solteros son reales y complejos pero no todos ellos se originan en la soltería, los casados los padecen igualmente, aunque en modo diferente... Tenemos problemas porque somos humanos, imperfectos, viviendo en un mundo imperfecto ... que produce solterías indeseables y matrimonios frustrados y deshechos".(16)
Acostumbramos a decir: "la vida no es fácil", y en realidad no lo es para los solteros y tampoco para los casados. Lo importante no es el estado civil que una persona tenga, sino la manera en que se desenvuelva en él.
Marta, María y Lázaro, los amigos de Jesús, interpretaron su vida como proyecto de Dios (Lucas 10.38-42 y Juan ll.1-12.11). Estas personas no sintieron frustración por su estado civil, al contrario trabajaron en desarrollar una soledad creativa. El maestro y sus discípulos encontraron un hogar en la casa de estos tres solteros.
"Habían entendido que el celibato es una vocación tan válida como el matrimonio y que a ninguno de los dos estados se debe entrar por tradición, por curiosidad o por inercia... Este hogar de tres atractivos solteros, por lo visto, contaba con una casa grande, puesta al servicio de Jesús y del Reino de Dios... no eran pobres ...generaban un ingreso regular que les permitía apoyar el ministerio de Jesús... estaban socialmente bien relacionados (Jn. 11:19). Allí podían llegar Jesús y sus discípulos para descansar, comer, dormir, conversar".(17)
Una pastoral enfocada hacia los solteros
El soltero es, en ciertos casos, discriminado en la iglesia por no haber alcanzado el ideal social del matrimonio. La sociedad y muchas veces la iglesia, honra al que ha hecho voto de celibato pero considera más o menos fracasado al soltero/a que no se ha casado habiendo tenido el deseo de hacerlo.
Este juicio social injusto genera en la persona soltera frustración, angustia, sentimientos de culpa y fracaso, temor, ansiedad y soledad como consecuencia, muchos mantienen su vida sexual en absoluto secreto. Es difícil que busquen asesoramiento pastoral, porque perciben al pastor como demasiado espiritual o muy estricto para poder entender su situación.
"La responsabilidad de la iglesia hacia todas las personas solteras hace impostergable la adecuación de la pastoral a las nuevas y crecientes necesidades".(18) Se requieren pastores con una profunda vida de oración, pero con los pies bien puestos sobre la tierra. Se requieren iglesias cuya tarea consista en orar para que los solteros y solteras puedan experimentar la vida abundante a la que todos los cristianos hemos sido llamados.
Permítanme expresar, queridos lectores, que la tarea de la iglesia no debe consistir en buscar pareja para los solteros (aunque sea con buena intención, se pueden cometer graves errores) o en hostigarlos con preguntas torpes o en disponer de su tiempo como si fuera propio. Como iglesia debemos arrepentirnos si hemos actuado de esa manera ellos necesitan ser pastoreados e incluídos en un ámbito de familia.
Los solteros necesitan una adecuada orientación sexual. La clase de la Escuela Dominical, y la predicación desde el púlpito pueden ser una buena excusa para que las personas se acerquen para hablar con el pastor. De alguna manera los pastores deben organizar estrategias que les permitan acceder a la intimidad de los creyentes. El auge de la Psicología Pastoral es un signo de esperanza. Los pastores deberían estar capacitándose más en ésta área, la cual se constituye en una herramienta de trabajo para comunicar un evangelio más humano guiado por el Espíritu Santo.
Los laicos con un claro llamado al servicio, deben usar sus dones para trabajar con los solteros, no solo planificando actividades especiales para ellos sino colaborando en el acompañamiento especialmente de los solteros y solteras que experimentan su situación como un fracaso. El objetivo es que ellos/as puedan comenzar a mirar la vida con un enfoque distinto, más positivo y optimista.
Los solteros necesitan saber que son proyecto de Dios proyecto de Dios y desde la perspectiva divina siempre se mira hacia adelante. Esto debe motivarlos a generar proyectos que eleven su autoestima y les permitan madurar en diferentes áreas de la vida. Por ejemplo: emprender una nueva actividad o trabajo, hacer el viaje soñado, inscribirse en un servicio en el que se sienta útil, iniciar una carrera universitaria, terminar el secundario, tomar un curso de arte, estudiar computación, hacer gimnasia, comenzar una dieta para adelgazar y otras sugerencias semejantes. Solo hay que planificar y confiar que el Padre Celestial es fuente inagotable de recursos cuando ponemos el proyecto en sus manos.
Siempre hay tiempo para comenzar a trabajar en una tarea postergada.
Conclusión Ser soltero o soltera y vivir la vida con plenitud de gozo no es un mito, es una realidad para todos aquellos que habiendo sanado sus heridas del pasado, pueden afrontar el presente con esperanza y optimismo. Sólo se trata de reconocer que Dios tiene el control de la vida y que la soltería no es necesariamente un estado permanente, como tampoco lo es el matrimonio, que puede finalizar con el divorcio o la muerte.
El cristiano soltero es una persona completa de modo que no necesita seguir pensando que le falta "su media naranja". Cada cristiano es un ser completo en sí mismo. En consecuencia, el ideal de Dios no es necesariamente el matrimonio sino "... que todos lleguemos a la estatura de la plenitud de Cristo"(Efesios 4:13).
Saber que somos Su proyecto nos ayuda a promover la vida. El sí puede ayudarnos a vivir plenamente realizados como cristianos y como seres humanos, cualquiera sea nuestro estado civil.
NOTAS (1) Walter Trobisch, El Amor un sentimiento que hay que aprender. (Buenos Aires: Ediciones Certeza, l986),32.
(2) Silvia Chaves, Decisiones que Jesús tomó, Lagram 2002.
(3) Mateo 19:11-12
(4) Diccionario Enciclopédico Planeta s.v. celibato, (Buenos Aires: Grupo editorial Planeta, l999).
(5) Jorge Maldonado, Biblia, iglesia, sexualidad y familia: cómo vivir en armonía con Dios y con el prójimo, (Quito: Eirene Internacional, 1990), 88-89.
(6) Jorge A. León, Problemática sicológica de los solteros. (Miami: Editorial Caribe, 1980), 28.
(7) Jorge E. Maldonado, ibid, 89.
(8) Jorge A. León, ibid, 21- 24.
(9) Jorge A. León, ibid, 48.
(10) Jorge A. León, ibid, 79- 81, 134.
(11) EIRENE, La familia como un sistema. M6.4, 2.
(12) Lewis Smedes, Sexología para cristianos. (Miami: Editorial Caribe, 1976), 120-121.
(13) Lewis Smedes, ibid, 119- 120.
(14) Lewis Smedes, ibid, 147.
(15) Ada Lum, Soltera y Humana, (Buenos Aires: Certeza, l978), 20, 24-25.
(16) Ibid.
(17) Jorge E. Maldonado, Aún en las mejores familias. La familia de Jesús y otras familias de la Biblia parecidas a las nuestras. (Buenos Aires: Nueva Creación, 1994), 62, 65.
(18) Jorge A. León, ibid, 137.
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