Siempre estás

0
Siempre fuiste en nuestra historia,
fiel compañía en el viaje,
oído atento y consejo oportuno,
mano abierta y mirada cariñosa.
Supiste ir delante, guiando.
Quisiste ir en el medio,
compartiendo la vida.
Otras veces quedaste fuera,
porque nos alejábamos del rumbo.
Pero nunca nos dejaste...
A veces te llamamos Padre,
otras veces te dijimos Madre.
Revelaste tu humanidad
haciéndote hermano y hermana,
compañero y compañera,
luz solidaria,
verdad revelada en el paso a paso,
horizonte de libertad,
aroma de justicia,
entrega, don, milagro, gracia,
pan partido y compartido...
Y hoy tu espíritu fiel,
desbordando generosidad,
sigue acompañando
la historia, la vida,
las alegrías y los dolores
de esta pequeña porción
de un pueblo que te pertenece.
Gracias, Dios,
porque siempre estás.

Compartir

Más recursos

Sponsor


Suscripción gratuita

Te avisaremos cuando agreguemos nuevos recursos. No te enviaremos más de uno o dos mensajes semanales.