Señor, ¿Qué quieres que yo haga?
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Señor, ¿Qué quieres que yo haga?
Cuantas veces en nuestra vida cristiana hemos escuchado a personas decir que Dios tiene un plan para nosotros, que fuimos formados para un propósito, que El nos escogió para un plan especial que tiene preparado para nosotros.
Creo que lo hemos oído mencionar muchas veces, pero pocos han encontrado ese propósito.
Hoy en día tenemos libros y materiales para encontrar ese sentido, ese propósito, pero la mayoría de las veces, simplemente llega a ser un libro más que hemos leído en nuestra vida.
Un día leyendo la Biblia, en la conversión de Saulo me tope con esta pregunta:
¿Qué quieres que yo haga?, me quede pensando un rato y me dije a mi mismo, que sencillo, eso es lo que todo ser humano debe hacer, preguntarle a Dios, parecen tan sencillo pero a la vez tan complicado.
Se que tu alguna vez has leído esto, y entiendes esta fácil pregunta, pero el problema (aunque no lo deberíamos de ver así porque es una bendición), viene cuando Dios responde de la mejor manera, te va decir la respuesta correcta, y es ahí donde viene la preocupación.
Muchas veces no estamos preparados para lo que Dios nos tiene planeado, o mas bien no tenemos el valor de tomar esa contestación y decir lo voy a hacer.
Nos sentimos frustrados porque esa no era la respuesta que queríamos escuchar y no la podemos llegar a aceptar.
Es por eso que preferimos no hacerle esa pregunta a Dios porque tenemos temor a lo que pueda venir.
Imagínate si todos los creyentes en Cristo hiciéramos esta pregunta, ¿tu crees que habría tantas iglesias sin pastores?, ¿qué faltarían misioneros dispuestos a dejar todo?, ¿qué los seminarios estarían tan vacíos?
¡Claro que no! estas necesidades estarían cubiertas Tu no sabes lo que Dios tiene preparado para ti, a lo mejor él tiene planes para que seas un pastor, un misionero, un teólogo, un escritor, un músico cristiano y no sabes de que bendición te estas privando tu solo.
Es el tiempo de armarse de valor, coraje y preguntarle a Dios ¿Qué quieres que yo haga?, y asumir con alegría, gozo y valor esa respuesta divina, recordando que solo somos un instrumento mas de Él para el extendimiento de su obra, y que él te va a prosperar en todos tus caminos porque tu has sido fiel.
Alejandro Pérez Vera
Cuantas veces en nuestra vida cristiana hemos escuchado a personas decir que Dios tiene un plan para nosotros, que fuimos formados para un propósito, que El nos escogió para un plan especial que tiene preparado para nosotros.
Creo que lo hemos oído mencionar muchas veces, pero pocos han encontrado ese propósito.
Hoy en día tenemos libros y materiales para encontrar ese sentido, ese propósito, pero la mayoría de las veces, simplemente llega a ser un libro más que hemos leído en nuestra vida.
Un día leyendo la Biblia, en la conversión de Saulo me tope con esta pregunta:
¿Qué quieres que yo haga?, me quede pensando un rato y me dije a mi mismo, que sencillo, eso es lo que todo ser humano debe hacer, preguntarle a Dios, parecen tan sencillo pero a la vez tan complicado.
Se que tu alguna vez has leído esto, y entiendes esta fácil pregunta, pero el problema (aunque no lo deberíamos de ver así porque es una bendición), viene cuando Dios responde de la mejor manera, te va decir la respuesta correcta, y es ahí donde viene la preocupación.
Muchas veces no estamos preparados para lo que Dios nos tiene planeado, o mas bien no tenemos el valor de tomar esa contestación y decir lo voy a hacer.
Nos sentimos frustrados porque esa no era la respuesta que queríamos escuchar y no la podemos llegar a aceptar.
Es por eso que preferimos no hacerle esa pregunta a Dios porque tenemos temor a lo que pueda venir.
Imagínate si todos los creyentes en Cristo hiciéramos esta pregunta, ¿tu crees que habría tantas iglesias sin pastores?, ¿qué faltarían misioneros dispuestos a dejar todo?, ¿qué los seminarios estarían tan vacíos?
¡Claro que no! estas necesidades estarían cubiertas Tu no sabes lo que Dios tiene preparado para ti, a lo mejor él tiene planes para que seas un pastor, un misionero, un teólogo, un escritor, un músico cristiano y no sabes de que bendición te estas privando tu solo.
Es el tiempo de armarse de valor, coraje y preguntarle a Dios ¿Qué quieres que yo haga?, y asumir con alegría, gozo y valor esa respuesta divina, recordando que solo somos un instrumento mas de Él para el extendimiento de su obra, y que él te va a prosperar en todos tus caminos porque tu has sido fiel.
Alejandro Pérez Vera
