Santiago 1:16-27
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Introducción
La carta de Santiago fue durante mucho tiempo un texto muy controvertido para las iglesias, especialmente las luteranas. Hoy se le reconoce una contribución muy importante junto a -y corrigiendo malentendidos de- otras corrientes teológicas bíblicas, especialmente la paulina. La discusión persiste en cuanto a lugar de origen, fecha y autoría del documento, así como su estructura interna, sobre la cual hay numerosas opiniones. RIBLA 31 (1998) está dedicado a esta carta; recomendamos su consulta.
Los textos elegidos para el mes de septiembre varían en versículos del leccionario propuesto, pero la elección se ha hecho sobre la base de los trabajos consultados sobre la estructura del texto, por lo cual puede haber diferencia con el leccionario de cada iglesia.
Los textos de todos estos domingos son “tentadores” para martirizar a la comunidad por su incoherencia, su falta de compromiso, sus envidias y celos, privados y a menudo minúsculos, y su fe falta de obras. Pero creo que mucho más importante, y fiel al texto, es promover las obras y coherencia –tanto en la audiencia como en quienes predican– a partir del anuncio de las buenas nuevas, no del castigo: Tienes fe, pues muéstramela, que la fe con obras tiene de qué envanecerse frente al juicio.
Las notas exegéticas han sido tomadas de Sophie Laws, A Commentary on The Epistle of James (London, Adam y Charles Black, 1980) y Bo Reicke, The Epistles of James, Peter and Jude (Anchor Bible, Garden City [NY], Doubleday, 1964).
3.09.2000 – Santiago 1,16-27
Introducción
Algunos comentarios comienzan la sección en el v. 16; otros en el 19; algunos la terminan en el v. 25, otros en el 27. Lo mismo con las perícopas de las iglesias.
Cristina Conti, en su “Propuesta de estructuración de la Carta de Santiago” (RIBLA 31, 8-10), muestra una estructura concéntrica en la cual los vs correspondientes a este día se retoman en 3:13-18, especialmente a través de: a) don perfecto, b) de lo alto, c) toda inmundicia y abundancia de mal, d) con dulzura y e) obrar. El grupo de lectura socio-lingüística responsable de La carta de Santiago (Cuadernos Bíblicos 61, Estella [Navarra], 1993) en cambio, nota paralelos entre varios de los vs de esta primera sección y 5:19-20, girando alrededor de los temas de pecado, extraviar(se) y verdad.
Repaso exegético
Vv. 16 y 17: Los comentarios clásicos resaltan los paralelos lingüísticos con el filósofo judío Filón de Alejandría en los términos “no os engañéis” y “toda dádiva buena y todo don perfecto”, ambas ocurriendo en textos paulinos también. Estos dones se atribuyen a Dios, quien en vez de ser llamado Padre bueno (Mt 7:11, Lc 11:9) es llamado Padre de las luces. El uso de Sgo de vocabulario astronómico crea bastante confusión, aunque las traducciones no la demuestran. La idea es que lo bueno viene de Dios, y que Dios no cambia (Gr. atreptos) ni le afectan los cambios, a diferencia de lo creado (los astros). (Axioma platónico de la inmutabilidad de lo divino, y quizás también ref. a Mal 3:6)
V. 18: Sgo retoma el tema del v. 15 (la concupiscencia concibiendo el pecado), usando el mismo verbo, apokueo “concebir, dar a luz”, refiriéndose a una acción que tiene que ver con la madre, no con el padre.
Tema de los vv. 19-27: la verdadera religión consiste en la coherencia de la conducta, a partir del evangelio, acá llamado ley de la libertad. Se argumenta la validez de la palabra que se hace, no que se dice; esto es un giro idiomático hebreo típico, ser “oidor” (oyente) - hacedor de la palabra” )(en griego el “hacedor de la palabra” sería el orador) .
V. 19: El verbo iste puede ser tanto un indicat. (“pueden estar seguros de esto”), cerrando el argumento anterior, como un imperat. abriendo el próximo párrafo (“entiendan/ ténganlo presente”). Siguen tres caracterizaciones: ser diligentes en escuchar, tardos en hablar y tardos en la ira. Razón: la justicia de Dios no obra por la ira humana. dikaiosyne‘theou puede interpretarse de tres maneras: a) como genitivo subjetivo (cualidad divina, cf. Mt 5,48; Lc 6,36); b) genitivo objetivo (lo que Dios demanda, cf. Mt 6,36); y c) genitivo de origen (lo que Dios da, cf. Rom 3,24; 5:16).
V. 21: El par despojarse-aceptar (imperat.) es usual, puede haber sido un modelo común en la enseñanza. emfutos, “implantado desde el nacimiento, innato”, no se puede recibir (ilógico), pero también puede ser don recibido. De todos modos, el tema está en reconocer, vivir, aquello recibido, dejando de lado la malicia.
V. 22: La palabra conlleva un imperat.: poned por obra. Ley y palabra se identifican, aunque no son idénticas. Quizás detrás estén Eclo. 19,29, I Macc 2,67, Deut 15,5. La ley perfecta es la ley en su plenitud. Se contrasta al hacedor de la palabra con el oidor de olvido.
V. 26: aparece por primera vez el adj. threskos, “religioso”; el sust. (religión) se usa para hablar del culto a una Divinidad. Quizás la idea por detrás se pueda condensar en “el pez por la boca muere” o “haz lo que yo digo…”
V. 27: aparecen dos temas muy importantes: las viudas y los huérfanos como objeto de cuidado y atención, especialmente siendo éstos objeto del cuidado especial de Dios, y 2) el uso del término “aflicción” para referirse a su situación. El sust. thlipsis, es casi un término técnico en el resto del NT para referirse a los sufrimientos que precederán al fin, los “ayes mesiánicos”, cf. Dan 12,1; Mc 13,19; 2 Tes 1,4; Apoc 2,22.
Breve reflexión teológica
El uso de Santiago del tema escatológico de los sufrimientos que preceden el fin, para referirse a las penurias cotidianas de huérfanos y viudas tiene por lo menos dos explicaciones. Una posibilidad es que, con la demora de la parusía, Sgo intentara vaciar este término de su contenido técnico, aplicándolo a una situación cotidiana muy diferente de la original. De esta manera el lenguaje se diluye.
Otra posibilidad es que Sgo haya querido impimir en sus lectores la importancia del cuidado de viudas y huérfanos, dándole al sufrimiento de éstos un carácter escatológico. Recuérdese que en Hechos 6 el origen de las murmuraciones se atribuye a la falta de atención de las viudas y huérfanos de un grupo dentro de la comunidad. También vale la pena recordar que aunque a partir de esta queja surge un grupo de diáconos para servir las mesas, éstos en realidad van a predicar (Esteban es apedreado por lo que predica, no por servir las mesas).
Hoy necesitamos preguntarnos el significado de ser religioso/a en un mundo tan diferente del del primer siglo. La mayoría de nuestras congregaciones enfrentan serios problemas financieros, que les imposibilitan dedicar una cantidad adecuada a las necesidades que la diaconía nos pone delante. Por otra parte, enfrentamos serios problemas en cuanto a membresía y a sentido de pertenencia, los cuales nos distraen de la cuestión de la aflicción de huérfanos y viudas. ¿Será además un problema de “religiosidad”?
Posible esquema para la predicación
1. Comenzar pidiendo a la gente que enumere cuáles son los peores pecados, las muestras de falta de fe o de hipocresía según nuestra sociedad hoy. O, contrariamente, pedirles que enumeren lo que hace a un buen cristiano y a una buena cristiana (¿será lo mismo?)
2. Comparar con Santiago: por una parte, ser hacedores, no sólo oidores de la palabra de vida. Por otra parte, refrenar la lengua y la ira, y afinar el oído. Tercero, visitar (y atender las necesidades de) las viudas y los huérfanos.
3. ¿Dónde estamos? ¿Qué cambios necesitamos hacer? ¿Dónde están nuestros temores?
4. ¿Qué propuestas tenemos?
La carta de Santiago fue durante mucho tiempo un texto muy controvertido para las iglesias, especialmente las luteranas. Hoy se le reconoce una contribución muy importante junto a -y corrigiendo malentendidos de- otras corrientes teológicas bíblicas, especialmente la paulina. La discusión persiste en cuanto a lugar de origen, fecha y autoría del documento, así como su estructura interna, sobre la cual hay numerosas opiniones. RIBLA 31 (1998) está dedicado a esta carta; recomendamos su consulta.
Los textos elegidos para el mes de septiembre varían en versículos del leccionario propuesto, pero la elección se ha hecho sobre la base de los trabajos consultados sobre la estructura del texto, por lo cual puede haber diferencia con el leccionario de cada iglesia.
Los textos de todos estos domingos son “tentadores” para martirizar a la comunidad por su incoherencia, su falta de compromiso, sus envidias y celos, privados y a menudo minúsculos, y su fe falta de obras. Pero creo que mucho más importante, y fiel al texto, es promover las obras y coherencia –tanto en la audiencia como en quienes predican– a partir del anuncio de las buenas nuevas, no del castigo: Tienes fe, pues muéstramela, que la fe con obras tiene de qué envanecerse frente al juicio.
Las notas exegéticas han sido tomadas de Sophie Laws, A Commentary on The Epistle of James (London, Adam y Charles Black, 1980) y Bo Reicke, The Epistles of James, Peter and Jude (Anchor Bible, Garden City [NY], Doubleday, 1964).
3.09.2000 – Santiago 1,16-27
Introducción
Algunos comentarios comienzan la sección en el v. 16; otros en el 19; algunos la terminan en el v. 25, otros en el 27. Lo mismo con las perícopas de las iglesias.
Cristina Conti, en su “Propuesta de estructuración de la Carta de Santiago” (RIBLA 31, 8-10), muestra una estructura concéntrica en la cual los vs correspondientes a este día se retoman en 3:13-18, especialmente a través de: a) don perfecto, b) de lo alto, c) toda inmundicia y abundancia de mal, d) con dulzura y e) obrar. El grupo de lectura socio-lingüística responsable de La carta de Santiago (Cuadernos Bíblicos 61, Estella [Navarra], 1993) en cambio, nota paralelos entre varios de los vs de esta primera sección y 5:19-20, girando alrededor de los temas de pecado, extraviar(se) y verdad.
Repaso exegético
Vv. 16 y 17: Los comentarios clásicos resaltan los paralelos lingüísticos con el filósofo judío Filón de Alejandría en los términos “no os engañéis” y “toda dádiva buena y todo don perfecto”, ambas ocurriendo en textos paulinos también. Estos dones se atribuyen a Dios, quien en vez de ser llamado Padre bueno (Mt 7:11, Lc 11:9) es llamado Padre de las luces. El uso de Sgo de vocabulario astronómico crea bastante confusión, aunque las traducciones no la demuestran. La idea es que lo bueno viene de Dios, y que Dios no cambia (Gr. atreptos) ni le afectan los cambios, a diferencia de lo creado (los astros). (Axioma platónico de la inmutabilidad de lo divino, y quizás también ref. a Mal 3:6)
V. 18: Sgo retoma el tema del v. 15 (la concupiscencia concibiendo el pecado), usando el mismo verbo, apokueo “concebir, dar a luz”, refiriéndose a una acción que tiene que ver con la madre, no con el padre.
Tema de los vv. 19-27: la verdadera religión consiste en la coherencia de la conducta, a partir del evangelio, acá llamado ley de la libertad. Se argumenta la validez de la palabra que se hace, no que se dice; esto es un giro idiomático hebreo típico, ser “oidor” (oyente) - hacedor de la palabra” )(en griego el “hacedor de la palabra” sería el orador) .
V. 19: El verbo iste puede ser tanto un indicat. (“pueden estar seguros de esto”), cerrando el argumento anterior, como un imperat. abriendo el próximo párrafo (“entiendan/ ténganlo presente”). Siguen tres caracterizaciones: ser diligentes en escuchar, tardos en hablar y tardos en la ira. Razón: la justicia de Dios no obra por la ira humana. dikaiosyne‘theou puede interpretarse de tres maneras: a) como genitivo subjetivo (cualidad divina, cf. Mt 5,48; Lc 6,36); b) genitivo objetivo (lo que Dios demanda, cf. Mt 6,36); y c) genitivo de origen (lo que Dios da, cf. Rom 3,24; 5:16).
V. 21: El par despojarse-aceptar (imperat.) es usual, puede haber sido un modelo común en la enseñanza. emfutos, “implantado desde el nacimiento, innato”, no se puede recibir (ilógico), pero también puede ser don recibido. De todos modos, el tema está en reconocer, vivir, aquello recibido, dejando de lado la malicia.
V. 22: La palabra conlleva un imperat.: poned por obra. Ley y palabra se identifican, aunque no son idénticas. Quizás detrás estén Eclo. 19,29, I Macc 2,67, Deut 15,5. La ley perfecta es la ley en su plenitud. Se contrasta al hacedor de la palabra con el oidor de olvido.
V. 26: aparece por primera vez el adj. threskos, “religioso”; el sust. (religión) se usa para hablar del culto a una Divinidad. Quizás la idea por detrás se pueda condensar en “el pez por la boca muere” o “haz lo que yo digo…”
V. 27: aparecen dos temas muy importantes: las viudas y los huérfanos como objeto de cuidado y atención, especialmente siendo éstos objeto del cuidado especial de Dios, y 2) el uso del término “aflicción” para referirse a su situación. El sust. thlipsis, es casi un término técnico en el resto del NT para referirse a los sufrimientos que precederán al fin, los “ayes mesiánicos”, cf. Dan 12,1; Mc 13,19; 2 Tes 1,4; Apoc 2,22.
Breve reflexión teológica
El uso de Santiago del tema escatológico de los sufrimientos que preceden el fin, para referirse a las penurias cotidianas de huérfanos y viudas tiene por lo menos dos explicaciones. Una posibilidad es que, con la demora de la parusía, Sgo intentara vaciar este término de su contenido técnico, aplicándolo a una situación cotidiana muy diferente de la original. De esta manera el lenguaje se diluye.
Otra posibilidad es que Sgo haya querido impimir en sus lectores la importancia del cuidado de viudas y huérfanos, dándole al sufrimiento de éstos un carácter escatológico. Recuérdese que en Hechos 6 el origen de las murmuraciones se atribuye a la falta de atención de las viudas y huérfanos de un grupo dentro de la comunidad. También vale la pena recordar que aunque a partir de esta queja surge un grupo de diáconos para servir las mesas, éstos en realidad van a predicar (Esteban es apedreado por lo que predica, no por servir las mesas).
Hoy necesitamos preguntarnos el significado de ser religioso/a en un mundo tan diferente del del primer siglo. La mayoría de nuestras congregaciones enfrentan serios problemas financieros, que les imposibilitan dedicar una cantidad adecuada a las necesidades que la diaconía nos pone delante. Por otra parte, enfrentamos serios problemas en cuanto a membresía y a sentido de pertenencia, los cuales nos distraen de la cuestión de la aflicción de huérfanos y viudas. ¿Será además un problema de “religiosidad”?
Posible esquema para la predicación
1. Comenzar pidiendo a la gente que enumere cuáles son los peores pecados, las muestras de falta de fe o de hipocresía según nuestra sociedad hoy. O, contrariamente, pedirles que enumeren lo que hace a un buen cristiano y a una buena cristiana (¿será lo mismo?)
2. Comparar con Santiago: por una parte, ser hacedores, no sólo oidores de la palabra de vida. Por otra parte, refrenar la lengua y la ira, y afinar el oído. Tercero, visitar (y atender las necesidades de) las viudas y los huérfanos.
3. ¿Dónde estamos? ¿Qué cambios necesitamos hacer? ¿Dónde están nuestros temores?
4. ¿Qué propuestas tenemos?