Rumbo a Jerusalén…la Bienvenida

0
¡Hosana, Hosanna, Hosanna!

¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

¡Qué bienvenida! ¡Bien merecida, Señor!

Ahora sí se dieron cuenta de tu llegada, treinta y tres años atrás otra fue la historia,

Pero hoy, hoy es tu día.

¡Claro, hay que darle una bienvenida apoteótica a quien tanto bien a hecho al pueblo!

Ha de ser fascinante ser recibido de esa manera,

la gran multitud siguiéndote y gritando las consignas reservadas para el Hijo de David,

las ramas de los árboles y los mantos no alcanzan para darte la bienvenida.

Una ciudad conmovida que pregunta ¿quién es éste, que asegura que eres el profeta de Nazaret,

¿será que de ahí puede salir algo bueno?

Y tú, Señor, siempre con el rostro firme, observando todo, tal vez, entristecido.

Sí, porque puedes ver más allá de las acciones,

Puedes ver el corazón, sus intenciones, sabes de lo que puede ser capaz el ser humano…

…sabes de traiciones…



Hoy, como hace tantos años, como cada año que hacemos memoria de tu sacrificio,

Hoy también te damos la bienvenida,

Y te cantamos hosannas, y bendecimos tu nombre, y agradecemos tu misericordia,

Y, humildemente, te pedimos que:

Venga tu reino, que hagamos tu voluntad, que no nos dejes caer en la tentación de traicionarte.

Compartir

Más recursos

Sponsor


Suscripción gratuita

Te avisaremos cuando agreguemos nuevos recursos. No te enviaremos más de uno o dos mensajes semanales.