Ro. 12:1-5 (La iglesia siempre la misma, siempre reformada)
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Día de la Reforma. 31 de Octubre.
Romanos 12: 1-5. Efesios 4: 11-15.
"La iglesia siempre la misma, siempre reformada".
1- No se conformen a este mundo.
- Somos adaptables. Hombre = animal adaptable.
- Ser capaces de vivir de manera diferente, como lo dicta la
conciencia y la fe. No guiarnos por el que dirán.
Durante una reunión eclesiástica en Espira, en 1529, un minúsculo grupo de 20 cristianos protestaba porque decía que "en las cosas de la gloria de Dios y de la justicia de las almas, cada uno debe delante de Dios, justificación, de tal manera que nadie puede refugiarse detrás de las actas de la mayoría". Esta protesta les valió la denominación de "protestantes" que quedó hasta hoy.
- No conformarnos con la propuesta de este mundo. La comunidad e Cristo debe permanentemente protestar contra este mundo y las ideas y prácticas generalmente admitidas que van contra el evangelio. No será excusa el que todos lo hagan.
2- Sean ustedes transformados.
Como personas y como comunidad.
Una transformación que es permanente. No quedarnos con los aciertos del pasado, sino buscar la corrección del presente.
3- Discernir sin cesar la voluntad de Dios.
En cada tiempo, en cada situación. Si Lutero no hubiese tenido dudas acerca de las verdades generalmente admitidas, no se hubiese confrontado con las demandas del evangelio, probablemente la Reforma nunca habría ocurrido.
La comunidad cristiana no huye de los conflicto, ni mira para otro lado, sino que enfrenta cada situación con la libertad de buscar allí cuál es la voluntad de Dios.
4- La meta es la perfección.
La perfección no existe. Pero podemos buscarla.
Debemos correr tras ella. No conformarnos a mitad de camino. Efesios dice ser personas perfectas a la medida de la estatura de Cristo.
La perfección es un don de Dios que siempre se nos está dando y que solo lo llegaremos a poseer junto a Dios.
Pensando cada uno con humildad de si mismo. Con el amor que une a la comunidad debemos sin cesar crecer en la renovación de nuestras vidas y de la comunidad de la iglesia, para poder ser si sal del mundo.
Conclusión: disconformes - transformados - buscadores de la voluntad de Dios - alcanzar la perfección.
Romanos 12: 1-5. Efesios 4: 11-15.
"La iglesia siempre la misma, siempre reformada".
1- No se conformen a este mundo.
- Somos adaptables. Hombre = animal adaptable.
- Ser capaces de vivir de manera diferente, como lo dicta la
conciencia y la fe. No guiarnos por el que dirán.
Durante una reunión eclesiástica en Espira, en 1529, un minúsculo grupo de 20 cristianos protestaba porque decía que "en las cosas de la gloria de Dios y de la justicia de las almas, cada uno debe delante de Dios, justificación, de tal manera que nadie puede refugiarse detrás de las actas de la mayoría". Esta protesta les valió la denominación de "protestantes" que quedó hasta hoy.
- No conformarnos con la propuesta de este mundo. La comunidad e Cristo debe permanentemente protestar contra este mundo y las ideas y prácticas generalmente admitidas que van contra el evangelio. No será excusa el que todos lo hagan.
2- Sean ustedes transformados.
Como personas y como comunidad.
Una transformación que es permanente. No quedarnos con los aciertos del pasado, sino buscar la corrección del presente.
3- Discernir sin cesar la voluntad de Dios.
En cada tiempo, en cada situación. Si Lutero no hubiese tenido dudas acerca de las verdades generalmente admitidas, no se hubiese confrontado con las demandas del evangelio, probablemente la Reforma nunca habría ocurrido.
La comunidad cristiana no huye de los conflicto, ni mira para otro lado, sino que enfrenta cada situación con la libertad de buscar allí cuál es la voluntad de Dios.
4- La meta es la perfección.
La perfección no existe. Pero podemos buscarla.
Debemos correr tras ella. No conformarnos a mitad de camino. Efesios dice ser personas perfectas a la medida de la estatura de Cristo.
La perfección es un don de Dios que siempre se nos está dando y que solo lo llegaremos a poseer junto a Dios.
Pensando cada uno con humildad de si mismo. Con el amor que une a la comunidad debemos sin cesar crecer en la renovación de nuestras vidas y de la comunidad de la iglesia, para poder ser si sal del mundo.
Conclusión: disconformes - transformados - buscadores de la voluntad de Dios - alcanzar la perfección.