Retorno

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Voy a seguir tus huellas,
Jesús, definitivamente,
sólo beberé el agua de fuente
sólo amaré el fulgor de tus estrellas
y hacia tu faz afirmaré la frente.

¡Cuán pavorosa la ventura
de mi triste desvío!
mis flores eran cardos,
la amargura
de las aguas de Mara mi dulzura,
mi luz la sombra y mi calor el frío.

Más torno a Ti, Jesús, hermano mío,
y hoy sí tendrá mi ruta nuevamente
olor de nardos y brillar de estrellas
porque, definitivamente,
voy a seguir tus huellas...

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