Redescubriendo la vida

Quise desviarme de la senda al sublime futuro deseado, coqueteando con la mediocridad.
Más fue en vano, la verdad eterna e indeleble que en mi interior mora,
Me susurra como música al alma: “Asume el reto de ser trascendente”
Por esto ahora tengo sed de vivir, amar, aprender y dejar un legado.

Si yo me atreviese a decir que perdí la senda de una vida en plenitud
E intentase justificarme por los dolores y desalientos de la experiencia
Un mensaje sublime me fulmina y se graba en la tabla de mi corazón:
Todo tiene un propósito, redescubre y visita, la senda de la esperanza
Cuantas veces he reclamado a la vida diciendo, no me das lo que yo quiero Y en verdad es la vida quien me confronta para ser heraldo de transformación avegando con nuevos anhelos y convicción irreversible, de un destino decidido a dibujar un mundo transformado
Que valoran el “ser”, más que el tener y el servir, más que el ser servido.
Mi vulnerabilidad se torna fuerza, cuando me atrevo a mirar a lo Eterno
Cuando descubro que ahí, hay maravillosa gracia, accesible y efectiva.
La chispa de mi pro-actividad se enciende, para la construcción conjunta de oportunidades.
Siendo protagonista en una comunidad de valores que manifiesta: “Atrevámonos a ser diferentes”.
El peregrinaje creativo por el porvenir, se torna “poema de sueños posibles”
Exploremos lo nuevo, con espíritu hambriento, con devota expectativa
quien sabe, nos cruzamos con la idea osada de re-descubrir la vida.
Y así la divina sabiduría lo quiera, adoptamos con alegría,
un nuevo significado para nosotros mismos.
CARPE DIEM!!!