¿Qué puedo hacer por ti?

0

¿Qué puedo hacer por ti?

No es una pregunta que esté de moda.

No es una pregunta muy usual en estos tiempos

en los que nadie se preocupa por nadie.

No es una pregunta que sintonice con la onda.

Pero, ¡qué linda pregunta!

¡Cuánta necesidad tenemos como seres humanos de ella!

Que alguien nos pregunte, de tanto en tanto:

“¿qué puedo hacer por vos?”

“¿Puedo ayudarte?” “

¿Necesitás una mano?”

Eliseo realmente está dispuesto a ayudar a la mujer viuda,

cargada de deudas y amenazada por un usurero.

Pero lo hace de una manera muy particular.

Lo hace con una pregunta: ¿qué tienes en tu casa?

Dios quiere participar al ser humano en su tarea de cambiar la realidad, y quiere hacerlo a partir de sus posibilidades, por más pequeñas que sean. Siempre, aún en las circunstancias más adversas, habrá algo en casa que pueda ayudar a que la buena voluntad de Dios se realice. ¿Qué tienes en tu casa?

¿Qué podía tener esta mujer agobiada por las deudas, cargada de problemas, con su vida y la de sus hijos, amenazada?

Un jarrito de aceite. Un miserable jarrito de aceite. Y, sin embargo, es suficiente para comenzar a cambiar la historia. Con lo poco que tenía, la gracia de Dios hace mucho.

Hoy Jesús mismo te dice: “¿qué puedo hacer por vos?”

Ya no es un profeta el que habla. Ya no es una persona del pasado la que ofrece ayuda…

Ya no es una vieja historia que sólo recordamos…

Es Jesucristo mismo quien nos espera y nos dice: “¿qué más puedo hacer por ti?”

Jesús nos ofrece su propia vida para ayudarnos en nuestra necesidad.

Pero, a la vez que nos escucha con atención, también pregunta: ¿Qué tienes en tu casa?

 

Compartir

Más recursos

Sponsor


Suscripción gratuita

Te avisaremos cuando agreguemos nuevos recursos. No te enviaremos más de uno o dos mensajes semanales.