Poderosos… ¿En qué y para qué?
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Ocasión: Ascensión.
Texto: Hechos 1.1-11
Fecha: 08/05/2005
Tema: Poderosos… ¿En qué y para qué?
Hechos es la continuación del Evangelio de Lucas donde su autor es el mismo, o sea Lucas el médico gentil. Hechos fue escrito entre los años 63 a 70 d.C. a Teófilo (v.1) y a todos quienes aman a Dios. El comienzo del relato confirma lo dicho: En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar (v.1). Interpretamos que este primer tratado se refiere al evangelio de Lucas según la afirmación en Lucas 1.3. Este evangelio evidencia todo lo que Jesús hizo y enseñó cuando estuvo presente en forma física hasta el día en que fue recibido en los cielos a la diestra del Padre mientras que éste tratado tendrá su centro en la obra y en la presencia invisible de Dios en la persona del Espíritu Santo.
Según el relato del v. 2, Jesús, previo a su ascensión o sea, después de resucitado y antes de subir al cielo, dio mandamiento: brindó sus enseñanzas a los apóstoles que había escogido (diferenciar entre discípulo y apóstol) y lo hizo cuando estuvieron juntos y no en forma independiente - cada uno por separado – les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, de la cual Él ya les había hablado en varias circunstancias. Pero… ¿Cuál era esta promesa por la que debían esperar? El v. 5 rememora algo que ya había sido dicho por J. el Bautista, aunque aquí con su respectiva interpretación. Este último profeta habló en Lc.3.16 diciendo “Yo a la verdad os bautizo en agua, pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Uno de los versículos en cuestión dice: Porque Juan bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. Aquí notamos como en circunstancias la interpretación no debe ser hecha en forma literal, pues mediante el testimonio de J. Bautista sabemos que Jesús no reemplazaría el fuego por el agua, su bautismo sería por el derramamiento del Espíritu Santo que se demostró visiblemente en forma de lenguas repartidas como de fuego (Hch.2.3) en el día de Pentecostés.
Jesús apeló a la paciencia y a la fe de sus discípulos. Y ellos demostraron que la tenían pues simplemente esperaron. No sabían cuando esto ocurriría. Si sabían que su Señor no los defraudaría, sino que Dios estaría presente entre ellos.
Supongo que Jesús quería establecer una marcada diferencia entre los diez días entre la Ascensión y Pentecostés (el Antes) con los días posteriores a Pentecostés hasta el presente (el Después). Durante este antes, estaban solos pues. Dios no estaba con ni entre ellos. Temas de seguridad, de salud, de confianza eran cosas que dependerían exclusivamente de ellos y de sus propias aptitudes. Durante tres años habían vivido con Jesús y la máxima separación había sido de 3 días, cuando estuvo en la tumba. Ahora simplemente debían esperar con confianza y fe. Durante esta etapa se convencerían de la fragilidad, la inconstancia e incapacidad personal de convencer a otros de la existencia y obra de Dios. Supongo que fueron días de mucho dolor y poco consuelo. Es triste vivir lejos de alguien cuando siempre se contó con dicha compañía y ayuda.
Finalmente el después fue marcado por el consuelo y por la presencia del Espíritu Santo. Me imagino que así como nosotros solemos dar más valor a las cosas que casi las perdemos y luego las recuperamos, los discípulos vivieron algo similar. Este después no estaría marcado con la presencia física de Jesús, lo que implicaría estar presente como hombre en un solo lugar al mismo tiempo. El propósito de Jesús para el futuro trabajo de la iglesia era su omnipresencia. Quería estar en todos partes mediante su poder pero también mediante nosotros, sus hijos, pues allí donde hay un hijo suyo que cree, allí estoy yo dice Jesús. Frente a ello no podemos hacer menos que clamar: Gracias Jesús por tu presencia entre tantas persona mediante nosotros!!!
Hay un dicho popular que dice: si querés caminar rápido camina sólo, ahora si querés caminar lejos camina acompañado. Jesús no quiere caminar rápido. Jesús quería y quiere caminar lejos. Eligió a sus apóstoles y caminó con ellos, nos eligió a nosotros y camina con nosotros. En gran parte dependerá de nosotros que Él pueda caminar con otros que al presente prefieren caminar solos.
Los discípulos, antes de que el subiese, sabían que este después se cumpliría, pero no tenían en claro de que forma se manifestaría. La propuesta y alternativa de ellos fue la siguiente: ¿Restaurarás el reino a Israel en este tiempo? (v.6) su respuesta es corta y clara: no les toda a vosotros saber los tiempos o las sazones (sin: época, tiempo oportuno) que el Padre puso en su sola potestad (v7) En definitiva no nos metamos con lo que no nos corresponde. Esto no es tema nuestro. Lo que nos corresponde es otra cosa. A continuación se pone de relieve nuestro verdadero compromiso como cristianos, frente a lo cual sí debemos interesarnos.
PERO RECIBIRÉIS PODER, CUANDO HAYA VENIDO SOBRE VOSOTROS EL ESPÍRITU SANTO, Y ME SERÉIS TESTIGOS EN JERUSALÉN, EN TODA JUDEA, EN SAMARIA, Y HASTA LO ÚLTIMO DE LA TIERRA. (v.8)
O sea, lo que NO se nos encargó es especular cuando será el fin del mundo y como será este fin. Tristemente muchas personas, por ignorancia, desconocimiento o desobediencia se dedican más a esto que al mandato de Cristo.
Quisiera destacar un termino: PODER y buscar su interpretación en dos ámbitos principales: el mundo y la iglesia invisible de Cristo.
A nivel social no podemos pasarlo por alto al término pues de este mucho se habla. ¿Qué tipos de poderes hay? Hay políticos poderosos, adinerados poderosos, inteligentes poderosos, musculosos poderosos. Estas armas de poder en manos de gente que no cree y ni teme a Dios son muy peligrosas y pueden causar mucho daño, pues la motivación para el uso de dichas influencias, bienes, fuerzas y capacidades propias tiene su raíz en el egoísmo (amor desmedido a uno mismo). Si observamos con atención, la gran mayoría de los films centralizan su trama en el tema de la venganza, el odio, la aniquilación del prójimo mediante la utilización de cualquier recurso de poder que se posea. Me da la sensación que estas películas son un reflejo del actuar y pensar popular.
Tampoco puedo dejar de mencionar los diferentes poderes sobrenaturales de los cuales se habla y que no vienen de Dios sino del maligno, tal es el caso de libros y películas exitosas de harry potter y otros similares. Tengamos en cuenta que el cristiano no debería tener trato en tales cuestiones siendo conciente que estas cosas no vienen de parte de Dios.
También se me vienen a la mente los adivinos, curanderos, hechiceros, mediums, etc. que ofrecen sus servicios poderosos para el provecho de quienes recurren a ellos. Tengamos muy en claro que estas cosas tampoco vienen de Dios, sino que en la gran mayoría de las veces proceden del diablo mientras que otras veces no pasan más que de una farsa.
Exceptuando las práctica místicas que sí son malas, también necesitamos aceptar que no todos los poderes sociales gozan del mismo desprestigio, pues mucho dependerá del enfoque y el uso que se le a cada uno de los mismos sin embargo somos conscientes que muchos de nosotros nunca perteneceremos a la elit de los mencionados poderosos.
Pero… la Biblia habla de otro poder ¿Cuál es?
En el v. 8, ya leído, el término griego para poder es DINAMIS (griego), de esta provienen varios términos que solemos usar y que se relacionan con algo poderoso ¿Qué palabras suenan parecidas en nuestro vocabulario? Dínamo (reemplazado por el alternador) dinamita. Hablemos por un momento de la dinamita: cuáles son sus características, para realizar que trabajos se la utiliza. De donde soy, en Misiones, la gente la utilizaba en forma complementaria para cavar posos. Allí los posos son cavados en su mayoría en forma manual. En circunstancias sucede que a determinada profundidad aparecen piedras tan pero tan duras que no se puede continuar cavando ¿Qué se hace entonces? Se hace un agujero de determinado tamaño, profundidad y en una ubicación determinada para luego proceder a dinamitarlo. En el pasado se encendía una mecha larga, para que le de tiempo a la persona de salir del poso. Ya en el presente se utiliza dos cables que sirven para activar la dinamita mediante la corriente de una pila. En definitiva después de encender la mecha o activar el cable ¿Qué sucede? Las piedras se rompen y dependiendo de la astucia del dinamizador el agua aparece. Recalco el tema de la astucia porque no es cuestión de ponerle kilos y kilos de dinamita pues las vetas también pueden perderse en ciertas grietas más profundas por la excesiva cantidad de explosivos.
Me pregunto y les pregunto ¿Trae esto algún tipo de aporte para la vivencia cristiana? La promesa de Jesús se cumplió entre sus discípulos. Recibieron el poder de lo alto y la explosión fue tan grande que posterior a la predicación de Pedro en el día de Pentecostés se convirtieron más de 3000 personas. Las explosiones y las hondas expansivas continúan y tal es así, que gracias a ello nosotros somos hijos convertidos a Dios que confiamos, confesamos y creemos en Él. Está explosión, para que el agua de la gracia y el amor de Dios aparecieran en nuestras vidas fue en el bautismo – en la mayoría de nosotros - , sin embargo sucede que en circunstancias nuestra actitud o los caminos que la vida no depara hace que nos enfriemos en las cosas de Dios. Si fue este nuestro caso, me arriesgo a decir que fue entonces cuando mediante la lectura personal, de la Biblia, la exhortación de un hermano en la fe o la predicación escuchada en la congregación repercutió en una nueva erupción dentro de nosotros movilizándonos a un compromiso más activo, a un compromiso más poderoso en compañía y con la asistencia del Señor. A su vez este poder tiene su razón de ser y de existir gracias a su DADOR, pues Dios es único ser OMNIPOTENTE.
Tristemente, vemos que fuera de la iglesia de Cristo caminan muchísimas personas confundidas y perdidas en cuanto a su fe. Esto porque confesamos diciendo con el apóstol Juan “Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero yace en poder del Maligno” (1Jn.5.19) Este poder de Satanás son las piedras del pozo que no permiten que el agua necesaria para saciar la sed llegue a la superficie ¿Cuál es la alternativa? Este poder de Dios, del cual somos receptores y está en nosotros necesita ser utilizado para el provecho de nuestro prójimo de modo que reconozca su pecaminosidad, deseche las obras del maligno y abrace el verdadero poder de Dios. Para que lo dicho anteriormente ocurra es necesario que seamos TESTIGOS, no de lo que nosotros hacemos por Dios, sino de lo que Dios hizo por y en nosotros. Deberíamos estar dispuestos como los testigos de los tiempos apostólicos (mártir gr.) a entregar incluso la vida, si fuese necesario, por causa de Cristo y de su obra. ¿Nosotros, estaríamos dispuestos hacerlo? Observándonos con sinceridad, a veces no tenemos coraje de salir como testigos en tiempo de paz, menos aún saldríamos en tiempos de oposición. Pareciera que no hemos asimilado lo mucho que Cristo hizo por nosotros y lo poco que nos pide que hagamos por Él.
Jesús quiere que revisemos cuidadosamente nuestro compromiso cristiano. Me da la impresión que la iglesia cristiana en circunstancia suele hablar mucho y muy lindo pero hace poco y nada o bien no habla de lo que tendría que hablar. Tomemos en nuestras manos la fuente de poder la PALABRA DE DIOS y hablemos lo que tengamos que hablar (El poder de Dios en su crucifixión) Usémosla con astucia, confiando en la dirección y sabiduría de Dios y no en atributos personales y preparémonos para la abundante cosecha de Dios que vendrá por bendición del altísimo y para salvación de nuestro prójimo.
Dios nos bendiga y ayude a ello.
Texto: Hechos 1.1-11
Fecha: 08/05/2005
Tema: Poderosos… ¿En qué y para qué?
Hechos es la continuación del Evangelio de Lucas donde su autor es el mismo, o sea Lucas el médico gentil. Hechos fue escrito entre los años 63 a 70 d.C. a Teófilo (v.1) y a todos quienes aman a Dios. El comienzo del relato confirma lo dicho: En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar (v.1). Interpretamos que este primer tratado se refiere al evangelio de Lucas según la afirmación en Lucas 1.3. Este evangelio evidencia todo lo que Jesús hizo y enseñó cuando estuvo presente en forma física hasta el día en que fue recibido en los cielos a la diestra del Padre mientras que éste tratado tendrá su centro en la obra y en la presencia invisible de Dios en la persona del Espíritu Santo.
Según el relato del v. 2, Jesús, previo a su ascensión o sea, después de resucitado y antes de subir al cielo, dio mandamiento: brindó sus enseñanzas a los apóstoles que había escogido (diferenciar entre discípulo y apóstol) y lo hizo cuando estuvieron juntos y no en forma independiente - cada uno por separado – les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, de la cual Él ya les había hablado en varias circunstancias. Pero… ¿Cuál era esta promesa por la que debían esperar? El v. 5 rememora algo que ya había sido dicho por J. el Bautista, aunque aquí con su respectiva interpretación. Este último profeta habló en Lc.3.16 diciendo “Yo a la verdad os bautizo en agua, pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Uno de los versículos en cuestión dice: Porque Juan bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. Aquí notamos como en circunstancias la interpretación no debe ser hecha en forma literal, pues mediante el testimonio de J. Bautista sabemos que Jesús no reemplazaría el fuego por el agua, su bautismo sería por el derramamiento del Espíritu Santo que se demostró visiblemente en forma de lenguas repartidas como de fuego (Hch.2.3) en el día de Pentecostés.
Jesús apeló a la paciencia y a la fe de sus discípulos. Y ellos demostraron que la tenían pues simplemente esperaron. No sabían cuando esto ocurriría. Si sabían que su Señor no los defraudaría, sino que Dios estaría presente entre ellos.
Supongo que Jesús quería establecer una marcada diferencia entre los diez días entre la Ascensión y Pentecostés (el Antes) con los días posteriores a Pentecostés hasta el presente (el Después). Durante este antes, estaban solos pues. Dios no estaba con ni entre ellos. Temas de seguridad, de salud, de confianza eran cosas que dependerían exclusivamente de ellos y de sus propias aptitudes. Durante tres años habían vivido con Jesús y la máxima separación había sido de 3 días, cuando estuvo en la tumba. Ahora simplemente debían esperar con confianza y fe. Durante esta etapa se convencerían de la fragilidad, la inconstancia e incapacidad personal de convencer a otros de la existencia y obra de Dios. Supongo que fueron días de mucho dolor y poco consuelo. Es triste vivir lejos de alguien cuando siempre se contó con dicha compañía y ayuda.
Finalmente el después fue marcado por el consuelo y por la presencia del Espíritu Santo. Me imagino que así como nosotros solemos dar más valor a las cosas que casi las perdemos y luego las recuperamos, los discípulos vivieron algo similar. Este después no estaría marcado con la presencia física de Jesús, lo que implicaría estar presente como hombre en un solo lugar al mismo tiempo. El propósito de Jesús para el futuro trabajo de la iglesia era su omnipresencia. Quería estar en todos partes mediante su poder pero también mediante nosotros, sus hijos, pues allí donde hay un hijo suyo que cree, allí estoy yo dice Jesús. Frente a ello no podemos hacer menos que clamar: Gracias Jesús por tu presencia entre tantas persona mediante nosotros!!!
Hay un dicho popular que dice: si querés caminar rápido camina sólo, ahora si querés caminar lejos camina acompañado. Jesús no quiere caminar rápido. Jesús quería y quiere caminar lejos. Eligió a sus apóstoles y caminó con ellos, nos eligió a nosotros y camina con nosotros. En gran parte dependerá de nosotros que Él pueda caminar con otros que al presente prefieren caminar solos.
Los discípulos, antes de que el subiese, sabían que este después se cumpliría, pero no tenían en claro de que forma se manifestaría. La propuesta y alternativa de ellos fue la siguiente: ¿Restaurarás el reino a Israel en este tiempo? (v.6) su respuesta es corta y clara: no les toda a vosotros saber los tiempos o las sazones (sin: época, tiempo oportuno) que el Padre puso en su sola potestad (v7) En definitiva no nos metamos con lo que no nos corresponde. Esto no es tema nuestro. Lo que nos corresponde es otra cosa. A continuación se pone de relieve nuestro verdadero compromiso como cristianos, frente a lo cual sí debemos interesarnos.
PERO RECIBIRÉIS PODER, CUANDO HAYA VENIDO SOBRE VOSOTROS EL ESPÍRITU SANTO, Y ME SERÉIS TESTIGOS EN JERUSALÉN, EN TODA JUDEA, EN SAMARIA, Y HASTA LO ÚLTIMO DE LA TIERRA. (v.8)
O sea, lo que NO se nos encargó es especular cuando será el fin del mundo y como será este fin. Tristemente muchas personas, por ignorancia, desconocimiento o desobediencia se dedican más a esto que al mandato de Cristo.
Quisiera destacar un termino: PODER y buscar su interpretación en dos ámbitos principales: el mundo y la iglesia invisible de Cristo.
A nivel social no podemos pasarlo por alto al término pues de este mucho se habla. ¿Qué tipos de poderes hay? Hay políticos poderosos, adinerados poderosos, inteligentes poderosos, musculosos poderosos. Estas armas de poder en manos de gente que no cree y ni teme a Dios son muy peligrosas y pueden causar mucho daño, pues la motivación para el uso de dichas influencias, bienes, fuerzas y capacidades propias tiene su raíz en el egoísmo (amor desmedido a uno mismo). Si observamos con atención, la gran mayoría de los films centralizan su trama en el tema de la venganza, el odio, la aniquilación del prójimo mediante la utilización de cualquier recurso de poder que se posea. Me da la sensación que estas películas son un reflejo del actuar y pensar popular.
Tampoco puedo dejar de mencionar los diferentes poderes sobrenaturales de los cuales se habla y que no vienen de Dios sino del maligno, tal es el caso de libros y películas exitosas de harry potter y otros similares. Tengamos en cuenta que el cristiano no debería tener trato en tales cuestiones siendo conciente que estas cosas no vienen de parte de Dios.
También se me vienen a la mente los adivinos, curanderos, hechiceros, mediums, etc. que ofrecen sus servicios poderosos para el provecho de quienes recurren a ellos. Tengamos muy en claro que estas cosas tampoco vienen de Dios, sino que en la gran mayoría de las veces proceden del diablo mientras que otras veces no pasan más que de una farsa.
Exceptuando las práctica místicas que sí son malas, también necesitamos aceptar que no todos los poderes sociales gozan del mismo desprestigio, pues mucho dependerá del enfoque y el uso que se le a cada uno de los mismos sin embargo somos conscientes que muchos de nosotros nunca perteneceremos a la elit de los mencionados poderosos.
Pero… la Biblia habla de otro poder ¿Cuál es?
En el v. 8, ya leído, el término griego para poder es DINAMIS (griego), de esta provienen varios términos que solemos usar y que se relacionan con algo poderoso ¿Qué palabras suenan parecidas en nuestro vocabulario? Dínamo (reemplazado por el alternador) dinamita. Hablemos por un momento de la dinamita: cuáles son sus características, para realizar que trabajos se la utiliza. De donde soy, en Misiones, la gente la utilizaba en forma complementaria para cavar posos. Allí los posos son cavados en su mayoría en forma manual. En circunstancias sucede que a determinada profundidad aparecen piedras tan pero tan duras que no se puede continuar cavando ¿Qué se hace entonces? Se hace un agujero de determinado tamaño, profundidad y en una ubicación determinada para luego proceder a dinamitarlo. En el pasado se encendía una mecha larga, para que le de tiempo a la persona de salir del poso. Ya en el presente se utiliza dos cables que sirven para activar la dinamita mediante la corriente de una pila. En definitiva después de encender la mecha o activar el cable ¿Qué sucede? Las piedras se rompen y dependiendo de la astucia del dinamizador el agua aparece. Recalco el tema de la astucia porque no es cuestión de ponerle kilos y kilos de dinamita pues las vetas también pueden perderse en ciertas grietas más profundas por la excesiva cantidad de explosivos.
Me pregunto y les pregunto ¿Trae esto algún tipo de aporte para la vivencia cristiana? La promesa de Jesús se cumplió entre sus discípulos. Recibieron el poder de lo alto y la explosión fue tan grande que posterior a la predicación de Pedro en el día de Pentecostés se convirtieron más de 3000 personas. Las explosiones y las hondas expansivas continúan y tal es así, que gracias a ello nosotros somos hijos convertidos a Dios que confiamos, confesamos y creemos en Él. Está explosión, para que el agua de la gracia y el amor de Dios aparecieran en nuestras vidas fue en el bautismo – en la mayoría de nosotros - , sin embargo sucede que en circunstancias nuestra actitud o los caminos que la vida no depara hace que nos enfriemos en las cosas de Dios. Si fue este nuestro caso, me arriesgo a decir que fue entonces cuando mediante la lectura personal, de la Biblia, la exhortación de un hermano en la fe o la predicación escuchada en la congregación repercutió en una nueva erupción dentro de nosotros movilizándonos a un compromiso más activo, a un compromiso más poderoso en compañía y con la asistencia del Señor. A su vez este poder tiene su razón de ser y de existir gracias a su DADOR, pues Dios es único ser OMNIPOTENTE.
Tristemente, vemos que fuera de la iglesia de Cristo caminan muchísimas personas confundidas y perdidas en cuanto a su fe. Esto porque confesamos diciendo con el apóstol Juan “Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero yace en poder del Maligno” (1Jn.5.19) Este poder de Satanás son las piedras del pozo que no permiten que el agua necesaria para saciar la sed llegue a la superficie ¿Cuál es la alternativa? Este poder de Dios, del cual somos receptores y está en nosotros necesita ser utilizado para el provecho de nuestro prójimo de modo que reconozca su pecaminosidad, deseche las obras del maligno y abrace el verdadero poder de Dios. Para que lo dicho anteriormente ocurra es necesario que seamos TESTIGOS, no de lo que nosotros hacemos por Dios, sino de lo que Dios hizo por y en nosotros. Deberíamos estar dispuestos como los testigos de los tiempos apostólicos (mártir gr.) a entregar incluso la vida, si fuese necesario, por causa de Cristo y de su obra. ¿Nosotros, estaríamos dispuestos hacerlo? Observándonos con sinceridad, a veces no tenemos coraje de salir como testigos en tiempo de paz, menos aún saldríamos en tiempos de oposición. Pareciera que no hemos asimilado lo mucho que Cristo hizo por nosotros y lo poco que nos pide que hagamos por Él.
Jesús quiere que revisemos cuidadosamente nuestro compromiso cristiano. Me da la impresión que la iglesia cristiana en circunstancia suele hablar mucho y muy lindo pero hace poco y nada o bien no habla de lo que tendría que hablar. Tomemos en nuestras manos la fuente de poder la PALABRA DE DIOS y hablemos lo que tengamos que hablar (El poder de Dios en su crucifixión) Usémosla con astucia, confiando en la dirección y sabiduría de Dios y no en atributos personales y preparémonos para la abundante cosecha de Dios que vendrá por bendición del altísimo y para salvación de nuestro prójimo.
Dios nos bendiga y ayude a ello.