Podemos hablar con Dios, Él es nuetro Padre.

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En Éxodo 19 1 a 25, se ve claramente que el pueblo no puede estar muy cerca de Dios, hay un límite, está demarcado por una línea divisoria, quien la cruce, sea persona o animal y así sea por accidente, irremediablemente muere.
Después de mucho tiempo, Dios envía a su hijo a la Tierra, nace de una mujer, el niño es de naturaleza divina y humana, es Dios y hombre. Cuando se cumplieron los días... Lc 2-22. Jesús es presentado en el templo por su madre pero María no sólo presenta a Jesús, sino también a la humanidad, en Él, y es desde ese instante en que entre Dios y el hombre ya no hay línea divisoria, no hay límites, el hombre habla con Dios, es más lo llama Padre.


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