Paráfrasis del Salmo 63

Dios, mi Dios, mi único Dios,
por vos me di un madrugón esta mañana.
No quiero mate ni nada
en la misma garganta tengo sed de vos.
Viste la tierra cuando no llueve y no llueve,
los arroyos pelados, así amanezco
si no te tengo a Vos.

Ah, qué tiempo lindo
cuando yo estaba con vos y los hermanos
en la iglesia celebrando tu fuerza
y tu frescura de ceibo florecido.

No hay roble ni monte que valga en la sequía
Para qué vivir
si Vos no te quedás con nosotros.
Ahí tengo arrumbada la guitarra
pero mirá que la saco si te encuentro
y me voy al culto pa´alabrate
y ganas me darían si mañana hay pago
de hacer un asadito
y darte las gracias con todo el cancionero.

Pero ahora me quedo despierto
pareciera que toda la noche
y el viento
se mete por las chapas y me acuerdo
cuando Vos me salvaste la vida y entre el sueño
todavía sobresaltado
venís
me das la mano
me sacás del torbellino
como si fuera volando y por fin
acurrucado a Vos me voy durmiendo.

Y aunque parezca que no,
los que todavía quieren hundirme
quedarán ellos en el pozo
los que todavía tienen ganas
de aplastar al pueblo
se las verán con Vos:
van a quedar como el pasto del monte que se quemó
van a quedar.

Y va a llegar el día
cuando los que ahora mandan
te digan con apuro: "Señor,
lo que usté guste mandar".
Pero la fiesta la van a hacer
los que de verdad prometen
en tu nombre, y ese día los fallutos
y sus radios y sus diarios
y sus canales de televisión
van a tener que tragarse todas sus mentiras