Orden de un culto de aniversario
0
0
PRELUDIO: CANTICO DE MOISÉS Y MIRIAM
¿Quién como tu, Yavé entre los dioses?
¿Quién como tu, hacedor de maravillas?
(Pedro Jimenez, Cuba)
PALABRAS DE BIENVENIDA
LLAMADO A LA ADORACIÓN
Guía: Venimos como tu pueblo, Señor, buscando tu presencia, vida para nuestra vida.
Pueblo: Queremos encontrarte en esta fiesta de encuentro, y queremos ofrecerte nuestra vida, nuestro tiempo, nuestros dones.
Guía: Unos venimos alegres, otros tristes y cansados, algunos sonreímos y otros lloramos, pero todos, Señor, te buscamos y
necesitamos.
Pueblo: Queremos que nos mires con tu misericordia de Padre, y queremos que nos hables con tu voz tierna de Madre queremos que nos animes y nos des fuerzas como nadie sabe.
Guía: Venimos como tus hijos e hijas, Señor, buscando tu presencia, vida para nuestra vida.
Pueblo: Quédate con nosotros, oh Dios, como siempre has estado.
(De la Liturgia de las Iglesias Reformadas en Argentina)
CANTO CONGREGACIONAL: ESTA ES TU CASA
Vengan de lejos o bien de cerca
Esta es tu casa y hacemos fiesta,
Y hacemos fiesta.
Dios te conoce, somos hermanos
Sean bienvenidos, te doy mi mano,
dame tu mano.
(Juan Gattinoni, Argentina)
INVOCACIÓN
Voz 1: Dejemos que surja la alabanza, que brote la oración, que nazca desde adentro una canción.
Voz 2: Para adorar a Aquel que nos dió la vida y nos invita a la alegría.
Voz 1: Dejemos que se suelten nuestras manos, que se liberen nuestros pies, que se desate el corazón, para aplaudir, bailar y rendir con todos nuestros sentidos un homenaje agradecido a Dios, el Señor.
Voz 2: Dejemos que nuestros oídos se abran a los sonidos de la vida y que nuestros ojos perciban la luz de un nuevo día de hermandad y comunión.
Voz 1: Dejemos que nuestra vida se llene de gracia, misericordia y paz..., regalos que Dios mismo nos quiere dar.
Voz 2: Dejemos que nuestra boca pronuncie, festiva, palabras de adoración y que nuestra vida entera se transforme en ofrenda de consagración.
Voz 1: Dejemos que nuestra vida fluya en esperanza, en solidaridad, en testimonio, glorificando el nombre de nuestro Dios.
(Gerardo Oberman, Argentina)
HIMNO CONGREGACIONAL. SANTO, SANTO
¡Santo, Santo, Santo! Señor omnipotente, siempre el labio mío loores te dará.
¡Santo, Santo, Santo!, te adoro reverente, Dios en tres personas,
bendita Trinidad.
¡Santo, Santo, Santo! El numeroso coro, de tus redimidos te adora con fervor
Llenos de alegría con sus coronas de oro, rinden alabanzas a ti, oh Creador.
¡Santo, Santo, Santo! La gloria de tu nombre vemos en tus obras: cielo, tierra y mar.
¡Santo, Santo, Santo!, te adore todo hombre, Dios en tres personas, bendita Trinidad.
Amén.
(Letra basada en Apocalipsis 4:8-11,
Reginald Heber, 1826. Tr. J.B.
Cabrera. Música Nicaea, John B. Dykes 1861)
MOMENTOS DE MEDITACIÓN SILENCIOSA Y CONFESIÓN
CANTO CONGREGACIONAL: MI SOCORRO
//Mi socorro viene de Yavé
que hizo los cielos y la tierra//
(Pedro Jimenez, Cuba)
Cuando veo la tierra quebrada y abandonada hogares y vidas humanas arrasadas por la furia de los ríos amigos y compatriotas con la mirada perdida porque perdieron todo, hasta lo irrecuperable me pregunto..
Donde estarán las manos de Dios?
Cuando observo la injusticia y la corrupción, el que explota al débil
cuando veo al prepotente, pedante, enriquecerse del ignorante y del
pobre, del obrero y del campesino carentes de recursos para defender
sus derechos, me pregunto...
Donde estarán las manos de Dios?
Cuando contemplo a ese niño vendiendo caramelos cuando su mirada es
nostálgica y balbucea todavía algunas palabras de amor por el padre o
madre que la abandono, me pregunto...
Donde estarán las manos de Dios?
Cuando veo al campesino en su impotencia ante los azotes de la naturaleza cuando observo a su esposa y a sus hijos no comprendiendo lo que pasa cuando el sufrimiento es intolerable y su lecho se
convierte en un grito de suplica de paz, me pregunto...
Donde estarán las manos de Dios?
Cuando esa niña adolescente que debiera soñar en fantasías, la veo
arrastrar su existencia reflejando en su rostro el hastío de vivir, y
buscando sobrevivir se pinta la boca, se ciñe el vestido y sale a
vender su cuerpo, me pregunto...
Donde estarán las manos de Dios?
Cuando aquel pequeño a las nueve de la noche me ofrece su bolsa de dulces sin vender cuando lo veo dormir en la banca de alguna plaza tiritando de frío, con unos cuantos cartones que cubren su frágil
cuerpecito, cuando su mirada me reclama calor, cuando lo veo sin
esperanzas vagar con la única compañía de otros niños como él, me pregunto...
Donde estarán las manos de Dios?
Y tuve la osadía de enfrentarme a Él y le pregunté: "DONDE ESTAN TUS MANOS SEÑOR para luchar por la justicia, para dar calor, para dar una mano al abandonado, al vagabundo, para rescatar a la niñez y
juventud de las drogas, dar amor y ternura a los olvidados?"
Después de un largo silencio escuché su voz que me reclamó:
"No te das cuenta que tú eres mis manos, atrévete a usarlas
para lo que fueron hechas: para dar amor y ser instrumento de mi Reino" .
Y comprendí que las manos de Dios soy YO,... eres TU, somos NOSOTROS!
Los que tenemos la voluntad, el conocimiento y el coraje para luchar por un mundo más humano y justo, aquellos cuyos ideales sean tan altos que no puedan dejar de acudir a la llamada del hermano nosotros que desafiando el dolor, la crítica y la blasfemia
decidimos ser las manos de Dios.
Señor, ahora me doy cuenta que mis manos están vacías, que no han dado lo que deberían dar, te pido perdón por el gran amor que me diste y no he sabido compartir, debo recordar que son para trabajar,
para amar y dar testimonio de la grandeza de tu creación.
El mundo necesita mis manos, las tuyas, las nuestras, llenas de ideales y esperanzas, cuya obra magna sea contribuir día a día
a forjar una nueva civilización el Reino de nuestro Padre Celestial, que busquen valores superiores, que compartan generosamente lo que Dios nos ha dado y que puedan al final llegar vacías porque entregaron todo el amor para lo que fueron creadas.
DANZA DE ALABANZA (Heme Aquí Señor)
MENSAJE
CANTO CONGREGACIONAL: FE Y ESPERANZA VIVA
Y andaremos por el mundo con fe y esperanza viva
celebrando cantando, sonriendo, luchando por la vida
1. Y vamos a celebrar a nuestro Dios de la vida la mesa de la unidad para todos está servida
2. Y vamos a sonreír junto al niño y al hermano y a aquel que nos necesite vamos a darle la mano.
3. Y ahora hemos de cantar con toda nuestra garganta, Porque le estamos cantando al Dios de la alabanza.
4. Nos vamos a organizar con fuerza y sabiduría y seguiremos cantando y luchando por la vida.
(Eseario Sosa R., Venezuela)
AFIRMACIÓN DE FE
Creemos que en los momentos de crisis y desesperanza,
Tú eres la esperanza.
Creemos que ante la enfermedad y el dolor,
Tú eres la fortaleza y el sostén.
Creemos que ante la soledad y la falta de fe,
Tú eres nuestra compañía,
Creemos que ante las situaciones más oscuras
Tu eres la luz.
Te pedimos ser instrumentos tuyos
Para que reflejemos
Tu esperanza, tu fortaleza y tu sostén ,
Tu unión, tu compañía y tu luz
En nuestros hermanos. Amén
(Encuentros Ecuménicos de la Palabra, Buenos Aires, Argentina)
BENDICIÓN
Que el Señor te acompañe al partir de este lugar.
Que vaya adelante tuyo para iluminar tu camino.
Que camine al lado tuyo para ser siempre tu amigo.
Que vaya detrás de ti para protegerte de cualquier daño.
Que sus brazos cariñosos estén debajo de tuyo para sostenerte
cuando el camino sea duro y estés muy cansado.
Que esté sobre ti para cuidarte a ti y a todos lo que amas.
Y sobre todo, que viva en tu corazón para darte su alegría
y su paz para siempre. AMEN
(Iglesia Metodista de Carolina del Norte. Trad. Hilda y Mónica
Silva)
CANTO FINAL
Recibirás bendición y te alcanzará
cuando oigas la voz del Señor.
Pueblos de toda la tierra compartiraán
tu amor por el nombre de Dios.
Bendito serás al entrar,
bendito serás al salir,
el Señor bendecirá
el fruto de tu vida,
el fruto de tu tierra
el Señor bendecirá.
(Nilcéia Prótazio, Brasil. Trad. y adapt. Gerardo Oberman)
Culto preparado por la Primera Iglesia Metodista de Lima (Perú), en ocasión de su 110º aniversario
¿Quién como tu, Yavé entre los dioses?
¿Quién como tu, hacedor de maravillas?
(Pedro Jimenez, Cuba)
PALABRAS DE BIENVENIDA
LLAMADO A LA ADORACIÓN
Guía: Venimos como tu pueblo, Señor, buscando tu presencia, vida para nuestra vida.
Pueblo: Queremos encontrarte en esta fiesta de encuentro, y queremos ofrecerte nuestra vida, nuestro tiempo, nuestros dones.
Guía: Unos venimos alegres, otros tristes y cansados, algunos sonreímos y otros lloramos, pero todos, Señor, te buscamos y
necesitamos.
Pueblo: Queremos que nos mires con tu misericordia de Padre, y queremos que nos hables con tu voz tierna de Madre queremos que nos animes y nos des fuerzas como nadie sabe.
Guía: Venimos como tus hijos e hijas, Señor, buscando tu presencia, vida para nuestra vida.
Pueblo: Quédate con nosotros, oh Dios, como siempre has estado.
(De la Liturgia de las Iglesias Reformadas en Argentina)
CANTO CONGREGACIONAL: ESTA ES TU CASA
Vengan de lejos o bien de cerca
Esta es tu casa y hacemos fiesta,
Y hacemos fiesta.
Dios te conoce, somos hermanos
Sean bienvenidos, te doy mi mano,
dame tu mano.
(Juan Gattinoni, Argentina)
INVOCACIÓN
Voz 1: Dejemos que surja la alabanza, que brote la oración, que nazca desde adentro una canción.
Voz 2: Para adorar a Aquel que nos dió la vida y nos invita a la alegría.
Voz 1: Dejemos que se suelten nuestras manos, que se liberen nuestros pies, que se desate el corazón, para aplaudir, bailar y rendir con todos nuestros sentidos un homenaje agradecido a Dios, el Señor.
Voz 2: Dejemos que nuestros oídos se abran a los sonidos de la vida y que nuestros ojos perciban la luz de un nuevo día de hermandad y comunión.
Voz 1: Dejemos que nuestra vida se llene de gracia, misericordia y paz..., regalos que Dios mismo nos quiere dar.
Voz 2: Dejemos que nuestra boca pronuncie, festiva, palabras de adoración y que nuestra vida entera se transforme en ofrenda de consagración.
Voz 1: Dejemos que nuestra vida fluya en esperanza, en solidaridad, en testimonio, glorificando el nombre de nuestro Dios.
(Gerardo Oberman, Argentina)
HIMNO CONGREGACIONAL. SANTO, SANTO
¡Santo, Santo, Santo! Señor omnipotente, siempre el labio mío loores te dará.
¡Santo, Santo, Santo!, te adoro reverente, Dios en tres personas,
bendita Trinidad.
¡Santo, Santo, Santo! El numeroso coro, de tus redimidos te adora con fervor
Llenos de alegría con sus coronas de oro, rinden alabanzas a ti, oh Creador.
¡Santo, Santo, Santo! La gloria de tu nombre vemos en tus obras: cielo, tierra y mar.
¡Santo, Santo, Santo!, te adore todo hombre, Dios en tres personas, bendita Trinidad.
Amén.
(Letra basada en Apocalipsis 4:8-11,
Reginald Heber, 1826. Tr. J.B.
Cabrera. Música Nicaea, John B. Dykes 1861)
MOMENTOS DE MEDITACIÓN SILENCIOSA Y CONFESIÓN
CANTO CONGREGACIONAL: MI SOCORRO
//Mi socorro viene de Yavé
que hizo los cielos y la tierra//
(Pedro Jimenez, Cuba)
Cuando veo la tierra quebrada y abandonada hogares y vidas humanas arrasadas por la furia de los ríos amigos y compatriotas con la mirada perdida porque perdieron todo, hasta lo irrecuperable me pregunto..
Donde estarán las manos de Dios?
Cuando observo la injusticia y la corrupción, el que explota al débil
cuando veo al prepotente, pedante, enriquecerse del ignorante y del
pobre, del obrero y del campesino carentes de recursos para defender
sus derechos, me pregunto...
Donde estarán las manos de Dios?
Cuando contemplo a ese niño vendiendo caramelos cuando su mirada es
nostálgica y balbucea todavía algunas palabras de amor por el padre o
madre que la abandono, me pregunto...
Donde estarán las manos de Dios?
Cuando veo al campesino en su impotencia ante los azotes de la naturaleza cuando observo a su esposa y a sus hijos no comprendiendo lo que pasa cuando el sufrimiento es intolerable y su lecho se
convierte en un grito de suplica de paz, me pregunto...
Donde estarán las manos de Dios?
Cuando esa niña adolescente que debiera soñar en fantasías, la veo
arrastrar su existencia reflejando en su rostro el hastío de vivir, y
buscando sobrevivir se pinta la boca, se ciñe el vestido y sale a
vender su cuerpo, me pregunto...
Donde estarán las manos de Dios?
Cuando aquel pequeño a las nueve de la noche me ofrece su bolsa de dulces sin vender cuando lo veo dormir en la banca de alguna plaza tiritando de frío, con unos cuantos cartones que cubren su frágil
cuerpecito, cuando su mirada me reclama calor, cuando lo veo sin
esperanzas vagar con la única compañía de otros niños como él, me pregunto...
Donde estarán las manos de Dios?
Y tuve la osadía de enfrentarme a Él y le pregunté: "DONDE ESTAN TUS MANOS SEÑOR para luchar por la justicia, para dar calor, para dar una mano al abandonado, al vagabundo, para rescatar a la niñez y
juventud de las drogas, dar amor y ternura a los olvidados?"
Después de un largo silencio escuché su voz que me reclamó:
"No te das cuenta que tú eres mis manos, atrévete a usarlas
para lo que fueron hechas: para dar amor y ser instrumento de mi Reino" .
Y comprendí que las manos de Dios soy YO,... eres TU, somos NOSOTROS!
Los que tenemos la voluntad, el conocimiento y el coraje para luchar por un mundo más humano y justo, aquellos cuyos ideales sean tan altos que no puedan dejar de acudir a la llamada del hermano nosotros que desafiando el dolor, la crítica y la blasfemia
decidimos ser las manos de Dios.
Señor, ahora me doy cuenta que mis manos están vacías, que no han dado lo que deberían dar, te pido perdón por el gran amor que me diste y no he sabido compartir, debo recordar que son para trabajar,
para amar y dar testimonio de la grandeza de tu creación.
El mundo necesita mis manos, las tuyas, las nuestras, llenas de ideales y esperanzas, cuya obra magna sea contribuir día a día
a forjar una nueva civilización el Reino de nuestro Padre Celestial, que busquen valores superiores, que compartan generosamente lo que Dios nos ha dado y que puedan al final llegar vacías porque entregaron todo el amor para lo que fueron creadas.
DANZA DE ALABANZA (Heme Aquí Señor)
MENSAJE
CANTO CONGREGACIONAL: FE Y ESPERANZA VIVA
Y andaremos por el mundo con fe y esperanza viva
celebrando cantando, sonriendo, luchando por la vida
1. Y vamos a celebrar a nuestro Dios de la vida la mesa de la unidad para todos está servida
2. Y vamos a sonreír junto al niño y al hermano y a aquel que nos necesite vamos a darle la mano.
3. Y ahora hemos de cantar con toda nuestra garganta, Porque le estamos cantando al Dios de la alabanza.
4. Nos vamos a organizar con fuerza y sabiduría y seguiremos cantando y luchando por la vida.
(Eseario Sosa R., Venezuela)
AFIRMACIÓN DE FE
Creemos que en los momentos de crisis y desesperanza,
Tú eres la esperanza.
Creemos que ante la enfermedad y el dolor,
Tú eres la fortaleza y el sostén.
Creemos que ante la soledad y la falta de fe,
Tú eres nuestra compañía,
Creemos que ante las situaciones más oscuras
Tu eres la luz.
Te pedimos ser instrumentos tuyos
Para que reflejemos
Tu esperanza, tu fortaleza y tu sostén ,
Tu unión, tu compañía y tu luz
En nuestros hermanos. Amén
(Encuentros Ecuménicos de la Palabra, Buenos Aires, Argentina)
BENDICIÓN
Que el Señor te acompañe al partir de este lugar.
Que vaya adelante tuyo para iluminar tu camino.
Que camine al lado tuyo para ser siempre tu amigo.
Que vaya detrás de ti para protegerte de cualquier daño.
Que sus brazos cariñosos estén debajo de tuyo para sostenerte
cuando el camino sea duro y estés muy cansado.
Que esté sobre ti para cuidarte a ti y a todos lo que amas.
Y sobre todo, que viva en tu corazón para darte su alegría
y su paz para siempre. AMEN
(Iglesia Metodista de Carolina del Norte. Trad. Hilda y Mónica
Silva)
CANTO FINAL
Recibirás bendición y te alcanzará
cuando oigas la voz del Señor.
Pueblos de toda la tierra compartiraán
tu amor por el nombre de Dios.
Bendito serás al entrar,
bendito serás al salir,
el Señor bendecirá
el fruto de tu vida,
el fruto de tu tierra
el Señor bendecirá.
(Nilcéia Prótazio, Brasil. Trad. y adapt. Gerardo Oberman)
Culto preparado por la Primera Iglesia Metodista de Lima (Perú), en ocasión de su 110º aniversario