Oración por iluminación
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Dios del cielo y de la tierra,
Dios sin principio y sin final,
eterno y siempre joven,
que inundas el pasado,
habitas el presente
y te anuncias en el día por venir,
tus ojos ven las manos extendidas
de tus hijos y de tus hijas:
manos que necesitan,
manos que imploran,
manos que han sembrado
y que están dispuestas a seguir en la huella
del buen Sembrador,
manos que hoy quieren
recibir la bendición
de tu Palabra,
oída y proclamada,
para luego hacerla pan y compartirla
en la vida de cada día.
En Jesucristo,
Luz del mundo.
Amén.
(Oración pronunciada en el culto público del Sínodo de la Iglesia Evangélica Valdense en el Río de la Plata, domingo 5 de febrero de 2006, Colonia Valdense, Uruguay)
Dios sin principio y sin final,
eterno y siempre joven,
que inundas el pasado,
habitas el presente
y te anuncias en el día por venir,
tus ojos ven las manos extendidas
de tus hijos y de tus hijas:
manos que necesitan,
manos que imploran,
manos que han sembrado
y que están dispuestas a seguir en la huella
del buen Sembrador,
manos que hoy quieren
recibir la bendición
de tu Palabra,
oída y proclamada,
para luego hacerla pan y compartirla
en la vida de cada día.
En Jesucristo,
Luz del mundo.
Amén.
(Oración pronunciada en el culto público del Sínodo de la Iglesia Evangélica Valdense en el Río de la Plata, domingo 5 de febrero de 2006, Colonia Valdense, Uruguay)