Oración de un atardecer que quiere amanecer
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El clamor, pues, de mi pueblo
ha llegado ante mí,
y también he visto la opresión
con que los oprimen
(Éxodo 3)
Te damos gracias porque una vez más
no permitiste que el pueblo fuera destruido
por el hambre
y la falta de atención médica,
por la marginalización
Señor, te damos gracias
porque una vez más desnudaste
el discurso hipócrita
y el corazón corrompido,
la democracia formal,
el servilismo con los poderosos
y la prepotencia con los débiles.
Señor, te damos gracias
por las voces que desde tus iglesias
denunciaron el pecado
y anunciaron Tu voluntad de amor y de justicia.
por quienes en Tu nombre enfrentaron
la falsa lógica de un realismo
creado a imagen y semejanza
de sus intereses.
Señor, te damos gracias
porque tú das sueños a los ancianos
y visiones a los jóvenes.
Y porque las manos desarmadas
derrotaron a la fuerza criminal.
Y porque la sangre
innecesariamente derramada
es semilla de un nuevo día.
Señor, te damos gracias.
Y te pedimos perdón, Señor.
por los soberbios que gastaron en balas
lo que negaban en pan.
Que invirtieron en protocolo
lo que negaban en medicina.
Que confundieron el poder
con la autoridad.
Que te invocaron sin obedecerte.
Lloramos, Señor, con los que lloran a sus muertos,
con los que fueron despojados
por la furia o por el cálculo
por los que ven morir sus sueños
Siembra, Señor, semillas de esperanza
donde hoy hay desaliento,
Desarraiga el cinismo y la incredulidad.
Aleja la tentación del autoritarismo
y de la corrupción oportunista
Estimula la oración de quienes sólo tenemos el recurso
del ruego
y de la obediencia.
"Escucharé lo que hablará Jehová Dios,
porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
para que no se vuelvan a la locura.
Ciertamente cercana está su salvación a los que lo temen,
para que habite la gloria en nuestra tierra."
(Salmo 85:8-9)
Escrito en diciembre de 2001
ha llegado ante mí,
y también he visto la opresión
con que los oprimen
(Éxodo 3)
Te damos gracias porque una vez más
no permitiste que el pueblo fuera destruido
por el hambre
y la falta de atención médica,
por la marginalización
Señor, te damos gracias
porque una vez más desnudaste
el discurso hipócrita
y el corazón corrompido,
la democracia formal,
el servilismo con los poderosos
y la prepotencia con los débiles.
Señor, te damos gracias
por las voces que desde tus iglesias
denunciaron el pecado
y anunciaron Tu voluntad de amor y de justicia.
por quienes en Tu nombre enfrentaron
la falsa lógica de un realismo
creado a imagen y semejanza
de sus intereses.
Señor, te damos gracias
porque tú das sueños a los ancianos
y visiones a los jóvenes.
Y porque las manos desarmadas
derrotaron a la fuerza criminal.
Y porque la sangre
innecesariamente derramada
es semilla de un nuevo día.
Señor, te damos gracias.
Y te pedimos perdón, Señor.
por los soberbios que gastaron en balas
lo que negaban en pan.
Que invirtieron en protocolo
lo que negaban en medicina.
Que confundieron el poder
con la autoridad.
Que te invocaron sin obedecerte.
Lloramos, Señor, con los que lloran a sus muertos,
con los que fueron despojados
por la furia o por el cálculo
por los que ven morir sus sueños
Siembra, Señor, semillas de esperanza
donde hoy hay desaliento,
Desarraiga el cinismo y la incredulidad.
Aleja la tentación del autoritarismo
y de la corrupción oportunista
Estimula la oración de quienes sólo tenemos el recurso
del ruego
y de la obediencia.
"Escucharé lo que hablará Jehová Dios,
porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
para que no se vuelvan a la locura.
Ciertamente cercana está su salvación a los que lo temen,
para que habite la gloria en nuestra tierra."
(Salmo 85:8-9)
Escrito en diciembre de 2001