No nos arrepentimos
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ESTAMOS ARREPENTIMOS en esta Navidad
de tener sólo la figura dulzona del niñito en pesebre
risueño,
olvidando un Cristo bien hombre en su carne,
un Dios que se juega en la lucha
y que escribe el Amor con su sangre
NO NOS ARREPENTIMOS en esta Navidad
de buscar por distintos caminos
el ideal del que ya desistieron,
con asfixia de reglas y esquemas,
muchos otros que nos precedieron.
NO NOS ARREPENTIMOS en esta Navidad
de decir lo que adentro llevamos,
de luchar contra la hipocresía,
de querer suprimir la injusticia,
de soñar que la noche sea día.
NO NOS ARREPENTIMOS en esta Navidad
de no huir de un presente que acucia,
escudados en la indiferencia,
de vivir preparando el futuro
con la sola actitud de paciencia.
ESTAMOS ARREPENTIDOS en esta Navidad
de tener sólo la figura dulzona del niñito en pesebre
risueño
olvidando un Cristo bien hombre en su carne,
un Dios que se juega en la lucha
y que escribe el Amor con su sangre.
Adaptado para Navidad por María del Carmen Mata
de tener sólo la figura dulzona del niñito en pesebre
risueño,
olvidando un Cristo bien hombre en su carne,
un Dios que se juega en la lucha
y que escribe el Amor con su sangre
NO NOS ARREPENTIMOS en esta Navidad
de buscar por distintos caminos
el ideal del que ya desistieron,
con asfixia de reglas y esquemas,
muchos otros que nos precedieron.
NO NOS ARREPENTIMOS en esta Navidad
de decir lo que adentro llevamos,
de luchar contra la hipocresía,
de querer suprimir la injusticia,
de soñar que la noche sea día.
NO NOS ARREPENTIMOS en esta Navidad
de no huir de un presente que acucia,
escudados en la indiferencia,
de vivir preparando el futuro
con la sola actitud de paciencia.
ESTAMOS ARREPENTIDOS en esta Navidad
de tener sólo la figura dulzona del niñito en pesebre
risueño
olvidando un Cristo bien hombre en su carne,
un Dios que se juega en la lucha
y que escribe el Amor con su sangre.
Adaptado para Navidad por María del Carmen Mata