Natividad
0
0
¡Ya nació el niño!
“…Admirable, Consejero,
Dios fuerte,
Padre eterno,
Príncipe de Paz….”
Es el niño Dios, -de carne y hueso-
el que desciende humano
para habitar entre lo humano…
todo en él es buena nueva:
su Palabra
estrella de Belén que enciende los corazones
sus manos
pesebre disponible donde cabemos todos
su mirada
la alegría de los pequeños y esperanza de los sabios.
Niño Dios recién nacido,
llegamos hasta aquí para adorarte
y en medio del mundo que toca fondo,
ten compasión y ternura.
En esta noche, un minuto de tregua…
una alabanza, un clamor y una promesa:
¡Gloria a Dios en las alturas!
¡Paz en la tierra!
¡Buena voluntad para la humanidad!
“…Admirable, Consejero,
Dios fuerte,
Padre eterno,
Príncipe de Paz….”
Es el niño Dios, -de carne y hueso-
el que desciende humano
para habitar entre lo humano…
todo en él es buena nueva:
su Palabra
estrella de Belén que enciende los corazones
sus manos
pesebre disponible donde cabemos todos
su mirada
la alegría de los pequeños y esperanza de los sabios.
Niño Dios recién nacido,
llegamos hasta aquí para adorarte
y en medio del mundo que toca fondo,
ten compasión y ternura.
En esta noche, un minuto de tregua…
una alabanza, un clamor y una promesa:
¡Gloria a Dios en las alturas!
¡Paz en la tierra!
¡Buena voluntad para la humanidad!