Mt. 27:15-30 (Domingo de Ramos)

0
Domingo de Ramos Mateo 27: 15-30.


1- El justo Jesús se entrega sin decir palabra.
Jesús es la imagen del indefenso, del maltratado. Del que pudiendo acudir a su poder y gloria prefiere aguantar para que quede en evidencia su amor hasta el fin y también lo negro que puede ser el corazón del ser humano.
Sin decirnos palabras nos está predicando tal vez el más profundo de los mensajes.
El es el desnudado, pero finalmente quién termina desnudándonos a nosotros. Viéndonos hasta las profundidades del alma.



2- ¿Qué mensajes escuchamos?
A Jesús lo mataron porque la gente le hizo caso a un chisme. La gente escuchó y actuó en consecuencia.
Me dijeron, el me dijo, pero yo lo escuché. El hecho de que me hayan dicho no me libra de la responsabilidad frente a Dios por lo que escuché y transmití. Muchas veces nos dejamos impactar y creemos mensajes distorsionados y pensamos que porque lo escuchamos de otro estamos libres de hacer un mal. A Jesús lo mataron complotándose con un chisme.
Cómo distinguir un chisme de una información seria: escuchen un instante al que trae la noticia y luego ofrézcanle ir a hablar junto con él a la persona implicada en el relato. Si no quiere ir, estamos muy cerca de un chisme.

3- ¿Qué haré de Jesús, llamado el Cristo?
¿A Barrabás o a Cristo?
La pregunta de Pilato nos confronta con nuestra responsabilidad frente al llamado de Dios. Pilato el gobernador quiere que el pueblo diga qué quiere con respecto a Jesús.
Hoy la sociedad nos pregunta lo mismo: ¿qué están haciendo con el Cristo?

Cuando camino por las calles muchas veces veo a Barrabás suelto por allí.
Y Barrabás anda suelto por las calles de la ciudad porque nosotros pedimos su libertad. El cambio por una vida de santidad no se produce porque como el pueblo de Jerusalén, lo aceptamos en domingo y lo negamos durante la semana, lo aceptamos en el templo pero lo negamos en el trabajo, los negocios y el hogar.
La experiencia del encuentro con Jesús deja intactas nuestras viejas escalas de valores. No son el prójimo, el amor, la justicia, el perdón, los valores que ocupan el primer lugar. Solamente queremos un Dios que nos proteja, le podamos pedir lo material de la vida, la salud y gracias. Pero nos olvidamos del Jesús que nos pide la segunda milla, la otra mejilla, que no nos preocupemos por el día de mañana, que dejemos todo por seguirlo a Él, que en lugar de no hacer nada malo hagamos mucho bueno, el que nos pide que seamos de buenas noticias, que contemos a otros su salvación,…
¿Qué harás de Jesús llamados el Cristo?

4- Jesús nos sigue amando, a pesar de nuestras muchas traiciones.
No desperdiciar esta pregunta y este llamado que recibimos por boca de Pilato. Vamos a recordar las traiciones, la entrega y la muerte, en esta Pascua, pero por sobre todo, recordaremos la victoria sobre todo eso en la resurrección. La vida triunfa por sobre todo y se te ofrece a ti. Acepta el llamado de Dios en Jesús y deja que el transforme tu vida.
Que todas nuestras respuestas puedan ser: haré de Jesús mi único Señor y Salvador.

Compartir

Más recursos

Sponsor


Suscripción gratuita

Te avisaremos cuando agreguemos nuevos recursos. No te enviaremos más de uno o dos mensajes semanales.