Mt. 1:18-25 (Cambio de planes)
Introducción
Cuando Lucía y yo cumplimos cuatro meses de noviazgo decidimos casarnos. Todo el tiempo previo al casamiento fue un tiempo de hacer muchos planes.
Tuvimos que planificar la forma de conseguir una casa donde vivir, si queríamos tener hijos pronto o íbamos a esperar, cómo encarar el trabajo de ambos, y muchas cosas más.
Fue un tiempo de planificar juntos acerca de lo que queríamos de nuestra vida en común.
Por supuesto que no todo fue color de rosa, tuvimos ciertas complicaciones, algunas importantes y otras no tanto.
Todas las parejas pasamos por esta situación antes del casamiento.
María y José no fueron la excepción. Pero para ellos todo fue mucho más difícil que lo que fue para Lucía y para mí. Vamos a ver lo que dice la Escritura al respecto:
"El nacimiento de Jesucristo fue así: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José, pero antes que vivieran juntos, se encontró encinta por el poder del Espíritu Santo." Mt. 1:18
María y José estaban comprometidos, pero aún no se habían casado y María ya estaba embarazada. Para complicar aún más la situación, el niño que María llevaba en su vientre había sido engendrado por el Espíritu Santo, no por José. Pero hasta ese momento, José lo único que sabía era que María estaba embarazada y que el niño no era suyo.
María y José estaban en un verdadero aprieto. Vamos a ver cuáles eran los planes que tenía José para encarar este problema:
Los planes de José
"José, su marido, que era un hombre justo y no quería denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto." Mt 1:19
Evidentemente José era un buen hombre. La ley de la época le daba derecho a José a denunciar a María públicamente. La pena que le hubiera correspondido a María en caso de que José la denunciara hubiera sido la muerte a pedradas. Sin embargo, José no quería la muerte de María, por eso decide separarse en secreto.
Me imagino la angustia y el dolor que debió sentir José ante una situación tan triste. La mujer que había elegido como esposa, para vivir juntos y amarse hasta el fin, lo había engañado. Pero ni aún así le deseaba la muerte. Estos eran los planes de José. Eran los planes de un buen hombre.
Los planes de Dios para José
Pero ocurrió algo inesperado:
" … un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por esposa, porque el hijo que va a tener es del Espíritu Santo." Mt 1:20
El buen José había hecho sus planes, tenía todo ideado, pero recibe una sorpresa. Se le aparece el ángel del Señor.
En la Biblia los ángeles cumplen varias funciones, pero la más común es la de llevar mensajes de Dios a los hombres. Son mensajeros de Dios.
Y ¿qué le comunica este mensajero a José? Muy simple: "José, Dios quiere que cambies tus planes. No te separes de María. Cásate con ella. No te engañó, el hijo que va a tener es del Espíritu Santo"
Los planes de Dios eran muy diferentes a los de José, hasta podríamos decir que eran opuestos.
Pero el mensaje del ángel no termina allí. Dios decide compartir con José los planes que tiene para ese niño que va a nacer.
Los planes de Dios para el niño
"María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados" Mt 1:21
La mayoría de los nombres tienen algún significado. El nombre Jesús significa: Jehová salva, el Señor salva.
Y estaba en los planes de Dios que este niño que iba a nacer sea el Salvador de su pueblo. Ese niño era el que habían esperado durante tantos años. Es el salvador que el mismo José esperaba. Y Dios lo había elegido para ser el esposo de la mujer que iba a llevar en su cuerpo al Hijo de Dios. !Qué diferentes que eran los planes de Dios de los planes de José! Y qué maravillosos!.
"Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: la virgen quedará encinta y tendrá un hijo, al que pondrán por nombre Emanuel (que significa Dios con nosotros)" Mt 1:22-23
Cuando el Señor Dios hace planes, no improvisa. El había previsto desde mucho tiempo antes todo lo que estaba ocurriendo. Y lo había anunciado por medio del profeta. El había decidido hacer todo lo necesario por salvar a su pueblo, y eso incluía el habitar en medio de su pueblo. Ser Dios con nosotros, Emanuel.
Los planes de Dios eran extraordinarios (hacerse hombre, convivir con su pueblo y salvarlo), pero incluían a personas para nada extraordinarias, personas comunes. Como José y María. Un carpintero y su novia. No eran personas cultas, ni poderosas, ni ricas. Pero fueron llamados por Dios.
Y así sigue siendo hoy. Dios tiene planes extraordinarios, para cada uno de nosotros. El Señor sigue llamando a personas comunes, como vos y yo, a dejar nuestros planes y adoptar los planes que El tiene para nosotros.
Pero, ¿cuáles son esos planes?.
Los planes de Dios para vos
La primera parte del extraordinario plan de Dios para tu vida es que aceptes la salvación que Jesús te ofrece. El ángel le dijo a José que ese niño nacía para salvar. ¿De qué te salva Jesús ?
Te salva de una vida sin sentido, porque si vos lo dejás el puede darle sentido a tu vida. Te salva de una vida sin felicidad, porque si vos querés El puede ser tu felicidad. Te salva de una vida oscura y solitaria, porque quiere ser tu luz y tu compañía. Te salva de una vida de esclavo, porque el quiere verte libre de todo lo que te aprisiona. El tiene poder para liberarte. El liberó a todo un pueblo de la esclavitud, cómo no te va a liberar a vos si se lo pedís!. Te salva de una vida atada a la mentira, porque El es la verdad. Te salva de una vida que no vale la pena vivir, y quiere darte una vida nueva, vida plena, vida abundante.
En definitiva, te salva del pecado y sus dolorosas consecuencias.
¿Podés decir que sos feliz, que tu vida tiene sentido, que no estás solo en este mundo, que tenés verdadera libertad, y que tu vida es una vida plena?
Si tu respuesta es Sí, entonces ya has experimentado la salvación que Jesús ofrece. Gloria a Dios por eso!.
Si tu respuesta en No, o más o menos, te invitó a que reflexiones acerca de tu relación con Dios. Si de veras aceptás y experimentás la salvación que Dios te ofrece gratuitamente, vas a poder alabar a Dios por haberte dado una vida plena y abundante.
Pero, hay una sola forma de mantener la vida plena y abundante que Dios te regala. Esto tiene que ver con la segunda parte del extraordinario plan de Dios para tu vida. ¿En qué consiste? En que entregues al Señor el control de tu vida.
Te puedo asegurar que es lo mejor que te puede pasar. Cuando dejo que el Señor tome el control de mi vida, me siento pleno, puedo relacionarme mejor con los demás, disfruto de las alegrías y puedo sobreponerme a de las tristezas. Cuando quiero manejar mi vida por mi mismo, sobreviene la angustia, el enojo, la ansiedad.
Dios no quiere que le entregues el control de tu vida porque le gusta tener esclavos, sino porque es un Padre amoroso que conoce lo mejor para sus hijos. Y sabe qué es lo mejor para vos porque te conoce aún más intimamente de lo que vos te conocés.
Dios quiere que aceptes el regalo de su salvación y le entregues el control de tu vida. No es suficiente con ser una buena persona que no hace mal a nadie. José también era un buen hombre. Sin embargo, sus planes estaban muy lejos de ser los planes de Dios. Se puede ser una persona buena y sincera, y sin embargo, estar errando el camino.
Al comenzar les contaba que Lucía y yo decidimos casarnos, y efectivamente, nos casamos hace casi 10 años. Al unirnos en matrimonio los dos tuvimos una nueva familia. La familia de Lucía paso a ser mi familia, y mi familia la suya.
En este sentido, el aceptar los planes de Dios para tu vida es como un casamiento. Si lo aceptás a El, tenés una nueva familia. Es esta comunidad de hermanos que comparten su fe en Jesús y quieren acompañarte en el inicio de tu nuevo camino. Ya no tenés que estar solo, aquí hay una familia de hermanos que te recibe con alegría.
La respuesta de José (¿y la tuya?)
El Señor nos creó libres. Por eso, la respuesta que le demos queda por nuestra cuenta. Podés decirle: Sí Señor, quiero vivir de acuerdo a lo que vos en tu inmensa sabiduría y amor planeaste para mi!. Pero también podés decirle: No, a mi vida la planifico y la manejo yo, y no permito que nadie se meta en mi vida, ni siquiera Dios.
Pero qué bueno sería que vos y yo respondamos de la forma que lo hizo José:
"Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado …" Mt 1:24-25
Sí, José fue capaz de cambiar sus planes, y aceptar los planes que Dios tenía para su vida. Recibió el regalo de la salvación que Dios hizo a su pueblo por medio de Jesús, y estuvo dispuesto a confiar el control de su vida al Señor. Y eso fue de bendición no solo para él, sino también para su familia, y para toda la humanidad.
Ahora, el Señor está esperando tu respuesta. No te demores. El aguarda tu respuesta como un Padre que espera ansioso la vuelta de un hijo a su casa.