MANIFESTANDO EL FRUTO DEL ESPIRITU EN LA FAMILIA

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Manifestando el Fruto del Espíritu Santo en la Familia
Juan 15:5



I. PARTE:

Basado en el tema dirigido a la Familia, en cuanto a dar fruto, es necesario conocer el significado de esta palabra y sus implicaciones:

Fruto: En términos generales, esta palabra indica todo producto que se obtiene de la tierra, pero especialmente designa a las plantas y al fruto de éstas. En la Biblia se mencionan varias clases de árboles frutales como la higuera (Nm.20:5), el granado (Dt.8:8), la vid (Jn. 15:1), la palmera (Cnt. 7:8), el almendro (Jer. 1:11), etc. Los espías que Moisés envió trajeron << el fruto de la tierra>> para mostrar la fertilidad de Canaán (Nm. 13:27).

Frecuentemente se usa la palabra en sentido Figurado. Cristo espera que sus seguidores lleven fruto (Jn.15:2). Pablo nos habla del fruto del Espíritu que es: Amor, paz, gozo, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza (Gla. 5:22,23 cf. 5:19-21). Otros ejemplos del uso metafórico de fruto se hallan en Prov. 1:31 11:30 Is. 10:12 57:19). Metafóricamente: De obras o actos, siendo el fruto la expresión visible del poder que obra interna e invisiblemente, siendo el carácter del fruto evidencia de la representación del poder que lo produce (Mt. 7:16). Así como las expresiones visibles de las concupiscencias soterradas son las obras de la carne, de la misma manera el poder invisible del Espíritu Santo en aquellos que son traídos a una unión vital con Cristo (Jn.15:2-8,16) produce << el fruto del Espíritu>> (Gál. 5:22) la forma singular es sugerente de que en ellos se reproduce la unidad del carácter del Señor, esto es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio (cf. Sal.132:11, RV 1909).

II. PARTE:

Dar fruto implica haber alcanzado un nivel de madurez integral. Cuando relacionamos esta palabra con la familia nos estamos refiriendo a una familia con carácter y valores cristianos los suficientemente fuertes, capaz de mantenerlos en unidad. Una familia que vive en estos fundamentos, andará en el Espíritu.

El Señor Jesús dijo en Juan 15:5 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto porque separados de mí nada podéis hacer.” El Señor en este texto da 4 cosas de suma importancia aplicable al creyente y la familia:
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Manifestando el Fruto del Espíritu Santo en la Familia/Դ
Juan 15:5


1. Yo soy la vid. Jesús se llama a si mismo la vid verdadera (Jn. 15:1-8), cuyos > Pámpanos son los discípulos, figura que pone de manifiesto la íntima unión que existe entre Él y ellos.
Lo que Israel no pudo dar a Dios, Jesús se lo da. Él es la vid que produce, la cepa auténtica digna de su nombre. Él es el verdadero Israel. Su Padre lo plantó, lo rodeó de cuidados y lo podó a fin de que llevara fruto abundante (Mt. 21:22 Jn 15:1 ss). En efecto, produce fruto dando su vida, derramando su sangre, prueba suprema de amor (Jn. 15:13 10:1117) el >Vino, fruto de la vid, es la señal sacramental de esta sangre derramada para sellar el nuevo pacto es el medio de participar del amor de Jesús, de permanecer en Él (Mt. 26:27ss Jn 56 15:4,9).
Cristo, el auténtico tronco de la vid invita, llama a todos los hombres, por el amor del Padre y del Hijo, a ser miembros de la vid verdadera, aunque Jesús mismo elige a los que han de ser sus miembros no son ellos los que eligen (15:16).

2. Vosotros los pámpanos. Esto significa los que dependen de Dios.

3. Permanecer en mí. Esto aplica a no moverse del lugar donde Dios nos ha puesto.

4. Lleva mucho fruto. El secreto para como familia, cumplir los propósitos de Dios es manifestar que en verdad hay un cambio en conducta y comportamiento hacia los demás.

III. PARTE: CONCLUSIÓN

1. ¿Cuál es el fruto del Espíritu Santo, según Gál. 5:22,23?
2. ¿Cómo puedo aplicar este fruto en mi vida y en mi familia?
3. ¿Qué fruto le estoy dando a los demás?

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