LO QUE DIOS QUIERE DE NOSOTROS

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LO QUE DIOS QUIERE DE NOSOTROS
(Oseas 6:6).
INTRODUCCIÓN:
Cuando uno ama a una persona, desea complacerla y procura darle lo que sabe que ella quiere. En este lugar se nos dice con mucha claridad lo que el propio Dios quiere de nuestra parte. Si de verdad le amamos “con todo el corazón y con toda el alma, y con toda nuestra mente”, como dice el principal mandamiento (Mt. 22:37,38), estudiemos con mucha atención estos versículos, para saber lo que debemos hacer.

I.- MISERICORDIA. “Misericordia quiero…”
1. Def. “Virtud que nos hace tener compasión de los males ajenos”. “Virtud que impulsa a perdonar”.
2. En el tiempo del profeta Oseas, Israel merecía ser abandonado a su suerte, por sus rebeliones y no merecía la compasión divina :
“…No hay verdad, ni misericordia,
ni conocimiento de Dios en la tierra.
Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevalecen,
y homicidio tras homicidio se suceden.”
(Oseas 4:1,2).
3. Cuando el Señor, por medio del Profeta les advertía del castigo que sobrevendría sobre ellos si no cambiaban de actitud se arrepentían (5:15-6:3), pero sólo en forma pasajera superficial, de tal manera que el Profeta dice:
“La piedad vuestra
es como nube de la mañana,
y como el rocío de la madrugada,
que se desvanece”
(Os.6:4).
4. Pero, a pesar de la maldad del pueblo de Israel, Jehová se revela como un “Dios clemente y misericordioso” (Ex.34:6).El profeta Oseas, pronuncia palabras que revelan que la misericordia es una virtud esencial del Señor:
“¿Cómo podré abandonarte, oh Efraín?
¿Te entregaré yo, oh Israel?…
Mi corazón se conmueve dentro de mí,
se inflama toda mi compasión.
No ejecutaré el ardor de mi ira,
ni volveré para destruir a Efraín
porque Dios soy, y no hombre,
el Santo en medio de ti…”
(Os.11:8,9)

3. La misericordia es también una virtud que el Señor Jesucristo demanda de sus seguidores, cuyo carácter debe parecerse al de Dios. Jesús dijo:
“Sed, pues, misericordiosos ,
como también vuestro Padre es misericordioso”
(Lc.6:36).
En esa misma línea de pensamiento el Apóstol Pablo también dice:
“Sed imitadores de Dios como hijos amados.
Y andad en amor, como también Cristo nos amó
Y se entregó a sí mismo por nosotros…”
(Ef.5:1,2).
5. La conducta divina, es nuestro modelo y sugiere con claridad que la misericordia no consiste en mero sentimiento, sino en compasión práctica, aunque por hacer tales actos de misericordia haya que pagar un alto precio y sea causa de crítica, desprecio o prejuicios. Jesús se apoyó justamente en el versículo que comentamos, de Oseas 6:6, para legitimar ante los fariseos, su conducta que lo impulsaba a juntarse y a comer con “publicanos y pecadores” (Mt. 9:11-13) así mismo para legitimar su conducta al darle prioridad al bien de las personas, antes que a las leyes instituidas en el Antiguo Testamento (Mt. 12:1-8 Mt. 23:23).

II.- MISERICORDIA Y NO SACRIFICIOS.
1. En el tiempo del Profeta Oseas, se prestaba mucha atención a las ceremonias religiosas de culto. Este consistía en la realización de diversos tipos de sacrificios de animales: sacrificios de expiación, holocaustos, acción de gracias. Pero a pesar de todas estas rigurosas formalidades religiosas, las relaciones humanas eran estratificadas, saturadas de inmoralidad, discriminación y de crueles injusticias (4:11-19 5:10,11 9:9).
2. Es en ese contexto que Oseas pronuncia estas palabras que revelan lo que Dios quiere. Dios no está tan interesado en ritos externos o en ceremonias litúrgicas, sino en que unos a otros se traten con misericordia. (ver además. 1º Sam.15:22Is. 29:13Prov. 15:8).
3. En el Nuevo Testamento esto también es lo que el Señor quiere. Aun el culto más riguroso, pierde todo su mérito, si quienes lo ofrecen no se conducen con misericordia hacia sus prójimos. Es importante dar el diezmo, como una forma de sostener culto a Dios, pero hay que tener presente, que más importante que el diezmo, es que uno practique, “la justicia, la misericordia y la fe”(Mt. 23:23). Es importante la profesión de fe: “tu crees que Dios es uno, bien haces” (Stgo. 2:19), pero “la fe sin obras es muerta” (Stgo 2: 20). El contexto da a entender que aquí se refiere a obras de misericordia, que guarden armonía con la ley real o ley de la libertad , que dice:
”Amarás a tu prójimo como a ti mismo”
(Stgo. 2:8).
“Porque juicio sin misericordia se hará
con aquel que no hiciere misericordia
y la misericordia triunfa sobre el juicio”
(Stgo. 2:13).
4. El Apóstol Pablo escribe a Timoteo advirtiéndole que en los postreros tiempos vendrán días peligrosos, porque habrá hombres que tendrán la “apariencia de piedad” (es decir, serán personas que en su confesión de fe y en sus ritos parecerán muy religiosas), pero su conducta no será coherente con la misericordia o el amor.
“Porque habrá hombres amadores de si mismos,
avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos,
desobedientes a los padres, ingratos ,
impíos, sin afecto natural, implacables , calumniadores,
intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores,
impetuosos, infatuados, amadores de los deleites mas que de Dios,
que tendrán la apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella.”
(2ª Tim.3:1-5).
Entonces, en ámbito de la el la iglesia, siempre ha existido y existirá el error de pensar que la fe cristiana es un asunto de mera profesión religiosa, de asistir a los cultos, cantar, ofrendar, orar y que uno puede conducirse con sus semejantes como el Siervo malvado, al que su señor le perdonó la deuda, pero sin que él, a su vez, perdonara la deuda de su consiervo (Mt.18:23-35). Debemos estar en guardia por lo tanto, pues el Señor dijo: “Misericordia quiero, y no sacrificio”.

III.CONOCIMIENTO DE DIOS.
1. Dios no es una abstracción filosófica, sino un ser concreto que interviene y actúa en la historia a favor de su pueblo. A Dios se le conoce por sus obras, y el pueblo de Israel conocía sus gestas en la historia de la redención de la esclavitud. Pero nunca se pretende explicar la vida íntima de Dios, su esencia. Dios por definición es el Incomprensible, y por lo tanto le fue prohibido a Israel hace cualquier tipo de representaciones del ser divino. Por otra parte, tampoco se presenta en la Biblia a Dios como objeto de contemplación abstracta.
2. Cuando Oseas dice que Dios quiere de parte de su pueblo: “conocimiento de Dios”, no se está refiriendo al acto de captar intelectualmente, en un esquema de pensamiento deductivo, la existencia y naturaleza de lo divino, sino a seguirle en sus preceptos, tenerle en cuenta y vivir consciente que uno vive en la presencia de Dios.
3. No se trata, por lo tanto, de un conocimiento teórico que uno pueda tener mediante mucho estudio de la Biblia, o la memorización del Credo. Se trata de algo mucho más profundo y vivencial: “conocer” tiene el sentido de experimentar a Dios, es mantener una relación íntima con Él, es amarle, es establecer una comunión con Él y vivir procurando agradarle en todo lo que uno hace en la vida cotidiana. Es la vida consagrada, la vida inspirada, por el amor al prójimo y la misericordia hacia quienes más necesitan de nuestro amor y solidaridad concretos. Esto es lo que constituye el genuino “conocimiento de Dios” .
CONCLUSIÓN:
Si uno de verdad ama al Señor, como lo demanda el gran mandamiento, querrá darle lo que Él desea. Y mediante la reflexión sobre este versículo del Profeta Oseas, ya sabemos que Señor quiere ver en nosotros: ”Misericordia” y “Conocimiento de Dios”, pero expresados en forma concreta y práctica.
Que el Señor os haga aptos en toda buena obra, para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él, por Jesucristo. AMÉN. Héctor Q. Pinilla.
19 de agosto de 2000.

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