Liturgia interactiva para un memorial en el hogar (a uno o dos años del fallecimento)

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(Historia anónima)

Un hombre acaudalado pasaba sus días pescando en el lago cercano a su gran mansión. En el mismo lugar, venía igualmente a pescar un hombre muy pobre, que vivía en una choza a punto de caerse al piso. Pescaba con una rama y un hilo. Lo hacía por poco tiempo y apenas conseguía más de dos pescados. Y luego de hacerlo, se iba a su choza.

Un día maravillado por este acto, el hombre rico se aproximó al pobre y le comenta: “Disculpe Señor, le he visto por años pescar en este lugar y siento una enorme curiosidad de saber por qué viene por tan poco tiempo aquí, apenas logra pescar uno o dos peces y se marcha a su choza” Y continúa: “si usted tuviera mas ambiciones, se quedaría por más tiempo, pescaría mas peces, podría venderlos en la ciudad y obtener dinero suficiente para comprar mas equipos, botes pesqueros y hasta empleados que hagan su vida más fácil, más feliz. Entonces, podrá tener mas tiempo para su familia, para sus hijos y hará sólo lo que le place, una vida sin preocupaciones.”

El hombre pobre, aun absorto por el discurso, se incorpora y con una serena mirada le responde, “¡eso es precisamente lo que hago!”

¿Qué significa vivir una vida de gratitud y sin vanidades?

Himno: A solas al huerto yo voy

1. A solas al huerto yo voy,

Cuando duerme aún la floresta,

Y en quietud y paz con Jesús estoy

Oyendo absorto allí su voz.

Coro:

El conmigo está, puedo oír su voz,

Y que suyo, dice, seré,

Y el encanto que hallo en Él allí,

Con nadie tener podré

2. Tan dulce es la voz del Señor,

Que las aves guardan silencio,

Y tan sólo se oye su voz de amor,

Que inmensa paz al alma da

3. Con Él encantado yo estoy,

Aunque en torno llegue la noche,

Más me ordena ir, y a escuchar yo voy,

Su voz doquier la pena esté.

 

II. Contentos y agradecidas con los frutos sembrados

 

Texto Bíblico: I Corintios 15: 35-43 y 55-58

Meditemos en las semillas que otros/as han sembrado en nuestras vidas:

“Aceptar el regalo de la vida tal y como la hemos recibido de Dios es un tesoro incalculable ”

“La semilla para que dé fruto tiene que desnudarse y morir”

“En parte nosotros hemos sembrado, en parte otros/as han sembrado en nosotros, pero el crecimiento lo da el Señor Jesucristo”

En una hoja de árbol , símbolo de la vida que emana al tiempo que muere la semilla, anotemos aspectos buenos, cualidades, recuerdos y beneficios que hemos recibido de aquellos/as que ya no están con nosotros, que ha ido a morar con el Señor pero que permanecen día a día en lo que somos y hacemos. Compartamos unos con otras nuestros frutos de gratitud.

Himno: Sembraré la simiente preciosa

1. Sembraré la simiente preciosa

Del glorioso Evangelio de amor,

Sembraré, sembraré mientras viva,

Dejaré el resultado al Señor.

CORO

Sembrare, sembraré

Mientras viva, simiente de amor;

Segaré, segaré,

Al hallarme en la casa de Dios.

3. Sembraré en corazones sensibles

La doctrina del Dios del perdón.

Sembraré, sembraré mientras viva,

Dejaré el resultado al Señor.

4. Sembraré en corazones de mármol

La bendita palabra de Dios.

Sembraré, sembraré mientras viva,

Dejaré el resultado al Señor.

 

III. Contentos con el porvenir en Cristo

 

La vida debe continuar

por: Richard H. Rojas Banuchi

 

Dicen que el tiempo sana toda herida,

que los recuerdos se marchitan cuando pasa la vida,

pero a veces me quedo, apegada al pasado,

viviendo en los recuerdos de mis seres más amados.

Por mi rostro bajan lagrimas vivas,

a veces de tristeza, a veces de alegría

unos días abajo y otros días arriba,

no puedo contenerme y abrigarme yo misma.

Mas algo no abandona, mi mente y pensamiento

Quien en Cristo cree, no siempre estará muerto

El es vida, resurrección, paz y amor eterno,

por eso doy gracias, aun en mis días feos.

Doy gracias por la vida, por lo que soy, lo que tengo,

sin nada vine a este mundo, A El todo lo debo

quienes ya no están a mi lado, los llevo en el recuerdo,

miro al futuro y digo: “Dios es consuelo eterno.”

Ya no vivo abajo, ni tampoco arriba,

los días los vivo todos, siendo agradecida,

cuando al miro al futuro, veo estrellas encendidas,

alabo a Cristo y digo: “soy por demás bendecida”

Ahora nada me detiene, mis pies van a seguir,

caminando el camino bueno, a los demás poder servir

ofrecer mis manos, mi corazón, mi sentir,

decirle a otros hermanos: “lo mejor está por venir”.

Oración por la peticiones y bendición Final

Cántico Ama si quieres ser feliz

Ama si quieres ser feliz,

ama y todo cambiara

ama y así comprenderás

la alegría de vivir.

 

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