Liturgia domingo 8 de setiembre de 2002
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Domingo 17 de Pentecostés
En la preparación del orden seguimos la propuesta del Manual de Culto de la Iglesia Metodista ("Festejamos juntos al Señor")
y el uso corriente de la congregación particular en la que soy pastor.
Este orden sigue una estructura trinitaria: Dios Creador, Jesucristo y Espíritu Santo; en tres momentos: "Anuncio y celebración de la obra de Dios", "Proclamación de la Palabra" y "Comunión y dedicación de la
vida".
Se recomienda siempre centrar el culto en un motivo, tema o lema central, para mantener su unidad y el hilo de su secuencia. Para este orden, proponemos el siguiente motivo o tema:
"El llamado a la reconciliación" (Mateo 18.15-20)
De los muchos temas posibles que nos sugiere el pasaje, hemos tomado el tema de la reconciliación, centrado en el v. 18. Entendemos, en este texto, el "atar y desatar" como una referencia a la
reconciliación, como se desprende de los versículos previos que se refieren a la resolución de un conflicto. En el mismo sentido deben entenderse los versículos siguientes en este contexto, aunque
se puedan generalizar las conclusiones, la referencia es a la armonía de la reconciliación. Notemos que este ministerio asignado por Jesús a todos sus discípulos, es el mismo que asigna a Pedro según el
mismo Mateo en 16.19. Los creyentes están llamados a ser agentes de reconciliación en medio de los conflictos (véase 2 Corintios
5.11-21 y Efesios 1.3-14 y 2.11-22). "Reconciliación es un equivalente neotestamentario de "Shalom" ("paz" con Dios,
que resulta en "paz" on uno mismo, con los demás y con la creación toda)". En el texto dado, el acuerdo con el otro que hacer posible la reconciliación (v. 18), depende de la acción de Dios ante el clamor
de los suyos (v. 19), quien garantiza su presencia (v. 21), mediado siempre por el perdón (vv. 22-23), para que seamos perdonados como perdonamos. La apelación de la Palabra no permite tomar la reconciliación con un sentido integral: personal, comunitaria, del pueblo y entre las naciones.
ORDEN DEL CULTO
Preludio
ANUNCIO Y CELEBRACIÓN DE LA OBRA DE DIOS
Adoración y alabanza
Convocamos al culto con palabras bíblicas (en este caso de 2 Corintios y Efesios) e invocamos la presencia del Señor con una
oración.
Convocatoria al culto (la congregación puesta de pie, hasta después del cántico)
Dios de todo poder, quien nos reconcilió consigo mismo mediante la cruz de nuestro Señor Jesucristo, y quien por su amor derribó
la pared medianera que nos dividía, nos convoca a adorarle juntos, como una sola familia. Alabemos, pues, a Dios, quien en Cristo nos bendice ricamente con sus dones, y nos llama a ser mensajeros de
reconciliación.
Oración de invocación (toda congregación al unísono)
Dios, colócate en medio de nuestra comunión, revélanos tu voluntad y danos poder para cumplirla, enséñanos tu mensaje y danos
palabras y acciones claras para que podamos proclamar tu amor que nos une, en nombre de Jesucristo. Amén.
La congregación responde con la alabanza y la lectura antifonal del Salmo, que es normalmente el del leccionario, aunque es posible cambiarlo por otro que pueda ser más acorde con el motivo del culto (que en este caso ponemos como alternativa).
Cántico de alabanza: (elegir un canto que exprese la misericordia de Dios para su pueblo)
Lectura bíblica antifonal: Salmo 119.33-40 (alternativa: Salmo 133)
Cántico de alabanza: Miren que bueno (Pablo Sosa, del Cancionero Abierto del ISEDET)
Acto de confesión
Lectura bíblica: Ezequiel 33.7-11
Ante la Palabra del Señor nos presentamos delante de Dios en confesión, y afirmamos la seguridad de su misericordia con un
canto de confianza.
Meditación y confesión en silencio
En los momentos de meditación recomendamos medir el tiempo con el reloj, para dar por lo menos un minuto de tiempo (puede parecer
largo, pero menos es insuficiente).
Oración de confesión (en forma antifonal)
Guía: Padre nuestro celestial, que nos amas y nos mandas a amar, en tu nombre debimos expresar tu amor siendo agentes de reconciliación y paz en medio de los conflictos y las luchas de este tiempo, pero no siempre obramos así.
Pueblo: Perdónanos, Señor.
Guía: No sólo dejamos que las cosas pasaran, sino que contribuimos para que pasen.
Pueblo: Perdónanos. Señor.
Guía: Hemos faltado a tu amor y a tu paz, y por todos lados y a cada rato vemos las terribles consecuencias de esta falta.
Pueblo: Perdónanos, Señor, y ten misericordia de tu pueblo.
Guía: Las víctimas de esta falta nos rodean, y también nosotros mismos somos víctimas de ella.
Pueblo: Ten misericordia de nosotros, Señor, y santifícanos.
Guía: Haznos volver del mal camino, para andar por caminos de reconciliación, manifestando tu amor y haciendo realidad tu paz.
Pueblo: Muestra tu misericordia; Señor, en este tiempo.
Por Jesucristo, quien nos amó hasta la muerte, para darnos la paz, te lo pedimos.
Todos/as: Amén.
Cántico de confianza en el Señor: Este momento (Pablo Sosa, publicado en Global Praise 2, General Board of Global Ministries,
nº 94)
Vida de la congregación
Bienvenidas, saludos, anuncios
Este el momento para dar la bienvenida a las personas nuevas que se presentan y quienes estuvieron ausentes por un tiempo (solemos
recibirlas agitando las hojas del orden de culto y cantando: "Vengas de lejos o de bien cerca" (Juan Gattinoni, publicado ya por la
Red, ver www.selah.com.ar/red), es momento también para los anuncios de la vida y misión de la iglesia y de testimonios de
actividades y experiencias.
Si no se celebra el culto de comunión en este momento sigue la oración de intercesión (en la cual se incluyen motivos del momento anterior (en este caso la intercesión va con la comunión).
PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA
Acto de proclamación
Cántico de preparación: ¡Oh, amor que excede a todos! 1ª estrofa (Charles Wesley / John Zundel. Trad. J.R. Balloch. Himno 339 del
himnario Cántico Nuevo, Methopress, Buenos Aires) (También puede elegirse otro himno apropiado al mensaje)
Solemos cantar el canto que acompaña a las lecturas intercalando las estrofas entre ellas, pudiendo la congregación permanecer sentada.
Lectura bíblica: Romanos 13.8-12
Cántico de preparación: ¡Oh, amor que excede a todos! 2ª estrofa
Lectura bíblica: Mateo 18.15-20
Cántico de preparación: ¡Oh, amor que excede a todos! 3ª estrofa
Mensaje (predicación)
Cántico de dedicación: Grande es el misterio (Francisco Feliciano. Trad.. Pablo Sosa)
(Puede elegirse otro que exprese el llamado
implícito en el mensaje)
COMUNIÓN Y DEDICACIÓN DE LA VIDA
Las oraciones del pueblo de Dios e intercesión
Motivos de acción de gracias e intercesión, oración y Padrenuestro
El momento de intercesión se inicia con una ronda de motivos, permitiendo que las personas que tengan motivos especiales de
oración e intercesión lo expresen de viva voz; luego el pastor u otra persona designada reúne los motivos en una oración general, terminando con la oración de nuestro Señor.
Acto de dedicación y acción de gracias (la Cena del Señor)
Presentación de las ofrendas
Cántico de preparación: No hay mayor amor (Alejandro Mayol)
El saludo de la paz
El saludo debe ir acompañado de una apelación a la reconciliación, de la manera que haya sido expresada en el mensaje.
Recomendamos que, si no se celebra la comunión, de todos modos se concluya con el saludo de la paz),
Participación en la Mesa del Señor
Cántico de despedida: Dios bendecirá (Nilceia Prótazio. Trad. G. Oberman) (ya publicado por la Red, ver www.selah.com.ar/red)
Envío y bendición
El Señor, cuyo plan es reunir todas las cosas y a todos en Jesucristo, nos envía ahora a ser mensajeros y testigos de su obra
de redención y reconciliación.
Qué la paz, el amor y la santificación de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, con todas nosotras y nosotros y con todo su
Pueblo, y con nuestra Nación. Amén.
Postludio
En la preparación del orden seguimos la propuesta del Manual de Culto de la Iglesia Metodista ("Festejamos juntos al Señor")
y el uso corriente de la congregación particular en la que soy pastor.
Este orden sigue una estructura trinitaria: Dios Creador, Jesucristo y Espíritu Santo; en tres momentos: "Anuncio y celebración de la obra de Dios", "Proclamación de la Palabra" y "Comunión y dedicación de la
vida".
Se recomienda siempre centrar el culto en un motivo, tema o lema central, para mantener su unidad y el hilo de su secuencia. Para este orden, proponemos el siguiente motivo o tema:
"El llamado a la reconciliación" (Mateo 18.15-20)
De los muchos temas posibles que nos sugiere el pasaje, hemos tomado el tema de la reconciliación, centrado en el v. 18. Entendemos, en este texto, el "atar y desatar" como una referencia a la
reconciliación, como se desprende de los versículos previos que se refieren a la resolución de un conflicto. En el mismo sentido deben entenderse los versículos siguientes en este contexto, aunque
se puedan generalizar las conclusiones, la referencia es a la armonía de la reconciliación. Notemos que este ministerio asignado por Jesús a todos sus discípulos, es el mismo que asigna a Pedro según el
mismo Mateo en 16.19. Los creyentes están llamados a ser agentes de reconciliación en medio de los conflictos (véase 2 Corintios
5.11-21 y Efesios 1.3-14 y 2.11-22). "Reconciliación es un equivalente neotestamentario de "Shalom" ("paz" con Dios,
que resulta en "paz" on uno mismo, con los demás y con la creación toda)". En el texto dado, el acuerdo con el otro que hacer posible la reconciliación (v. 18), depende de la acción de Dios ante el clamor
de los suyos (v. 19), quien garantiza su presencia (v. 21), mediado siempre por el perdón (vv. 22-23), para que seamos perdonados como perdonamos. La apelación de la Palabra no permite tomar la reconciliación con un sentido integral: personal, comunitaria, del pueblo y entre las naciones.
ORDEN DEL CULTO
Preludio
ANUNCIO Y CELEBRACIÓN DE LA OBRA DE DIOS
Adoración y alabanza
Convocamos al culto con palabras bíblicas (en este caso de 2 Corintios y Efesios) e invocamos la presencia del Señor con una
oración.
Convocatoria al culto (la congregación puesta de pie, hasta después del cántico)
Dios de todo poder, quien nos reconcilió consigo mismo mediante la cruz de nuestro Señor Jesucristo, y quien por su amor derribó
la pared medianera que nos dividía, nos convoca a adorarle juntos, como una sola familia. Alabemos, pues, a Dios, quien en Cristo nos bendice ricamente con sus dones, y nos llama a ser mensajeros de
reconciliación.
Oración de invocación (toda congregación al unísono)
Dios, colócate en medio de nuestra comunión, revélanos tu voluntad y danos poder para cumplirla, enséñanos tu mensaje y danos
palabras y acciones claras para que podamos proclamar tu amor que nos une, en nombre de Jesucristo. Amén.
La congregación responde con la alabanza y la lectura antifonal del Salmo, que es normalmente el del leccionario, aunque es posible cambiarlo por otro que pueda ser más acorde con el motivo del culto (que en este caso ponemos como alternativa).
Cántico de alabanza: (elegir un canto que exprese la misericordia de Dios para su pueblo)
Lectura bíblica antifonal: Salmo 119.33-40 (alternativa: Salmo 133)
Cántico de alabanza: Miren que bueno (Pablo Sosa, del Cancionero Abierto del ISEDET)
Acto de confesión
Lectura bíblica: Ezequiel 33.7-11
Ante la Palabra del Señor nos presentamos delante de Dios en confesión, y afirmamos la seguridad de su misericordia con un
canto de confianza.
Meditación y confesión en silencio
En los momentos de meditación recomendamos medir el tiempo con el reloj, para dar por lo menos un minuto de tiempo (puede parecer
largo, pero menos es insuficiente).
Oración de confesión (en forma antifonal)
Guía: Padre nuestro celestial, que nos amas y nos mandas a amar, en tu nombre debimos expresar tu amor siendo agentes de reconciliación y paz en medio de los conflictos y las luchas de este tiempo, pero no siempre obramos así.
Pueblo: Perdónanos, Señor.
Guía: No sólo dejamos que las cosas pasaran, sino que contribuimos para que pasen.
Pueblo: Perdónanos. Señor.
Guía: Hemos faltado a tu amor y a tu paz, y por todos lados y a cada rato vemos las terribles consecuencias de esta falta.
Pueblo: Perdónanos, Señor, y ten misericordia de tu pueblo.
Guía: Las víctimas de esta falta nos rodean, y también nosotros mismos somos víctimas de ella.
Pueblo: Ten misericordia de nosotros, Señor, y santifícanos.
Guía: Haznos volver del mal camino, para andar por caminos de reconciliación, manifestando tu amor y haciendo realidad tu paz.
Pueblo: Muestra tu misericordia; Señor, en este tiempo.
Por Jesucristo, quien nos amó hasta la muerte, para darnos la paz, te lo pedimos.
Todos/as: Amén.
Cántico de confianza en el Señor: Este momento (Pablo Sosa, publicado en Global Praise 2, General Board of Global Ministries,
nº 94)
Vida de la congregación
Bienvenidas, saludos, anuncios
Este el momento para dar la bienvenida a las personas nuevas que se presentan y quienes estuvieron ausentes por un tiempo (solemos
recibirlas agitando las hojas del orden de culto y cantando: "Vengas de lejos o de bien cerca" (Juan Gattinoni, publicado ya por la
Red, ver www.selah.com.ar/red), es momento también para los anuncios de la vida y misión de la iglesia y de testimonios de
actividades y experiencias.
Si no se celebra el culto de comunión en este momento sigue la oración de intercesión (en la cual se incluyen motivos del momento anterior (en este caso la intercesión va con la comunión).
PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA
Acto de proclamación
Cántico de preparación: ¡Oh, amor que excede a todos! 1ª estrofa (Charles Wesley / John Zundel. Trad. J.R. Balloch. Himno 339 del
himnario Cántico Nuevo, Methopress, Buenos Aires) (También puede elegirse otro himno apropiado al mensaje)
Solemos cantar el canto que acompaña a las lecturas intercalando las estrofas entre ellas, pudiendo la congregación permanecer sentada.
Lectura bíblica: Romanos 13.8-12
Cántico de preparación: ¡Oh, amor que excede a todos! 2ª estrofa
Lectura bíblica: Mateo 18.15-20
Cántico de preparación: ¡Oh, amor que excede a todos! 3ª estrofa
Mensaje (predicación)
Cántico de dedicación: Grande es el misterio (Francisco Feliciano. Trad.. Pablo Sosa)
(Puede elegirse otro que exprese el llamado
implícito en el mensaje)
COMUNIÓN Y DEDICACIÓN DE LA VIDA
Las oraciones del pueblo de Dios e intercesión
Motivos de acción de gracias e intercesión, oración y Padrenuestro
El momento de intercesión se inicia con una ronda de motivos, permitiendo que las personas que tengan motivos especiales de
oración e intercesión lo expresen de viva voz; luego el pastor u otra persona designada reúne los motivos en una oración general, terminando con la oración de nuestro Señor.
Acto de dedicación y acción de gracias (la Cena del Señor)
Presentación de las ofrendas
Cántico de preparación: No hay mayor amor (Alejandro Mayol)
El saludo de la paz
El saludo debe ir acompañado de una apelación a la reconciliación, de la manera que haya sido expresada en el mensaje.
Recomendamos que, si no se celebra la comunión, de todos modos se concluya con el saludo de la paz),
Participación en la Mesa del Señor
Cántico de despedida: Dios bendecirá (Nilceia Prótazio. Trad. G. Oberman) (ya publicado por la Red, ver www.selah.com.ar/red)
Envío y bendición
El Señor, cuyo plan es reunir todas las cosas y a todos en Jesucristo, nos envía ahora a ser mensajeros y testigos de su obra
de redención y reconciliación.
Qué la paz, el amor y la santificación de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, con todas nosotras y nosotros y con todo su
Pueblo, y con nuestra Nación. Amén.
Postludio