Las siete palabras desde la cruz: La cruz y la misión

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Lanzando nuestra redes…
La cruz y la misión

I
“PERDONALOS, PORQUE
NO SABEN LO QUE HACEN

Es la red milenaria
que insiste en rehacer los nudos
que se han roto,
- hasta 70 veces siete-
hasta el sacrificio...
red que se lanza una y otra vez al mar,
y espera con paciencia
que no vuelva vacía,
que se apague el mar de fuego.
¿Y quién resistirá
a un corazón
que navega libre de nuevo?

II
“HOY ESTARAS CONMIGO
EN EL PARAÍSO”.

¿Existirá aún esa red que promete paraísos?
¿la que se tejió
con sangre, espinas y clavos?
la que llega al mar
en el momento exacto.
Esta red eterna,
aún tejiéndose...
es una promesa cumplida
un sueño que se gesta,
un reino prometido.
Anuncio de un cielo nuevo
y tierra nueva.

III
“MADRE, AQUÍ ESTA TU HIJO,
HIJO, AQUÍ ESTA TU MADRE”

Es la red que se teje
para albergar la vida.
Y navega en el mar,
-entre vientos contrarios-
con fuerza y alegría...
el fruto es
una pesca milagrosa
al tiempo, el fruto
se vuelve red
de otras historias.
Es el círculo de la vida
que lanza su red:
fruto, red, fruto, red…
un mar de familias.

IV
“DIOS MIO, DIOS MIO,
¿POR QUÉ ME HAS DESAMPARADO?”

Naufraga el mundo lento,
y a la deriva el corazón,
entre la marea ignorada por el viento.
¿Qué se espera,
en medio de la tormenta humana?
Una barca del Dios-hombre
trae consigo su propio duelo,
mas lanza su red ante el corazón
que espera el rescate eterno.
Y ahora, este corazón se ha vuelto pescador,
lleva en su barca la carga
hacia puerto seguro.
V
“TENGO SED”

Cuando se seque esta red
y se tensen tanto los hilos,
cuando la soledad y el dolor
sean imposibles de llevar,
se pedirá agua...
y se dará lo que no se pide.
Y se lanzarán
al mar todas las batallas,
hasta que estas redes,
ya suaves y abiertas,
obtengan la pesca
que sacie,
-y no hiel y vinagre-.
Entonces,
un corazón húmedo y fresco
dará las gracias.
VI
CONSUMADO ES

El pescador divino
termina su obra (que no termina)
deja su red
en todos los mares del mundo
para que otros sigan su tarea.
Deja también sus huellas y su amor,
dibuja su pasión en la arena,
así nadie perderá el rumbo.
Y en el mundo de día y noche la pesca,
sin halagos vanos, ni triunfos, ni adulaciones
...no se acaba
hasta que se pidan cuentas de esta pesca,
que se espera
abundante y generosa.


VII
EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPIRITU

Te dejamos nuestras redes
en tus manos,
así como acaricia la brisa
de tu Espíritu.
En tus manos,
barca que protege
a estos pescadores
con sus redes frágiles y pobres.
En tus manos,
en el mar de la vida,
seguros en tu barca...
hasta el último aliento.

VIII
RESPUESTA A LA PALABRA

Lanza tu red
para que el mundo se haga más leve
y no nos duela tanto
lanza tu red,
y como cruz,
se unan lo humano y lo divino.
La cruz,
abrigo y abrazo,
hermana y compañera,
y en este navegar en mar abierto
la cruz es faro luminoso,
orienta la ruta,
siempre hacia a la Vida.
A lo lejos, entre la niebla,
una mañana de domingo
como tierra segura, se vislumbra.


Pastora Rebeca Montemayor López,
Iglesia Bautista Shalom, Cd. de México










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