Las mujeres
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De su debilidad sacó las fuerzas
de sus dolores, alegría.
De su naturaleza frágil y pequeña,
la paciencia, la resistencia firme,
la esperanza.
Una mujer levanta sus manos
y con ellas alza lo muerto, lo caído,
para que pueda proseguir la vida.
Ellas se transformaron y los hombres
ya no las pueden ver de la misma manera.
Han sufrido lo mismo o más, si fue preciso,
y han tenido el coraje y valor
de luchar de los mil modos que exigió la vida.
Por eso, ni débil, ni inútil, ni sumisa.
Y no más víctima sufrida,
ni cobarde escudada en la resignación tranquila.
Trabaja, lucha, vive y sigue construyendo la vida,
y encendiendo con fe, cada mañana,
la lámpara tenaz de nuestras esperanzas.
de sus dolores, alegría.
De su naturaleza frágil y pequeña,
la paciencia, la resistencia firme,
la esperanza.
Una mujer levanta sus manos
y con ellas alza lo muerto, lo caído,
para que pueda proseguir la vida.
Ellas se transformaron y los hombres
ya no las pueden ver de la misma manera.
Han sufrido lo mismo o más, si fue preciso,
y han tenido el coraje y valor
de luchar de los mil modos que exigió la vida.
Por eso, ni débil, ni inútil, ni sumisa.
Y no más víctima sufrida,
ni cobarde escudada en la resignación tranquila.
Trabaja, lucha, vive y sigue construyendo la vida,
y encendiendo con fe, cada mañana,
la lámpara tenaz de nuestras esperanzas.