Las columnas inconmovibles del cristiano
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(1 Corintios 13:13)
INTRODUCCION:
PROPOSICION: Quisiera presentarles las tres columnas donde descansa el cristiano.
1.- LA PRIMERA COLUMNA INCONMOVIBLE DEL CRISTIANO ES LA FE
La fe viene a ser como la comprensión de nuestra flaqueza; que no dependemos de nosotros mismos. Es la actitud necesaria del
alma hacia Dios, independientemente de las circunstancias.
Ilustración: En cierta ocasión se desató una tempestad en alta mar. Parecía que la nave iba a naufragar. La tripulación y los pasajeros corrían despavoridos de un sitio a otro. Mientras tanto, en un camarote un niño dormía inocentemente. Era el hijo del capitán. Lo despertaron. Cuando éste se dio cuenta de lo que sucedía preguntó en manos de quién estaba el timón del buque. Al responderle que estaba en manos de su padre, el capitán, el niño se dio vuelta en su cama y siguió durmiendo como si nada estuviese pasando. El solo saber que el timón estaba en las manos de su padre le hacía descansar seguro.
2.- LA SEGUNDA COLUMNA INCONMOVIBLE DEL CRISTIANO ES LA ESPERANZA
La esperanza es la certeza de que se cumplirá todo cuanto Dios ha propuesto y prometido en relación con Su pueblo. ¿Cómo
podemos seguir adelante sin esperanza? Este es el gran remedio que Dios provee contra toda tentación que nos lleve al cansancio, a la frustración y la desesperación.
Ilustración: Dos hombres viajaban por un desierto. Tomaban nota de todo lo que observaban y fijaban señales por dondequiera que pasaban. Una noche se desató una tempestad y se refugiaron en una cueva. Allí
escucharon el silbido del viento y el golpe de la lluvia que caía a torrentes. Llegó la mañana. Todo había sido asolado. Arboles y
señales indicadoras del camino de regreso. Uno se entregó a la desesperación. El otro se mantuvo sereno. Al llegar la noche éste
miró hacia arriba y le dijo a su compañero: "Todo está bien. Las estrellas aún están en el cielo y ellas nos guiarán".
3.- LA TERCERA COLUMNA INCONMOVIBLE DEL CRISTIANO ES EL AMOR
El amor es el reflejo de la naturaleza de Dios. Dios es Amor y cuando el creyente ama y obra impulsado por el amor, se olvida de
si mismo y llega a ser canal por donde fluyen las bendiciones espirituales para otros. Este es el más grande mandamiento.
Ilustraciones: Un niño cargaba a su hermano menor por una colina muy empinada. Uno que pasaba le preguntó: "¿No es para ti una carga demasiado pesada?". "De ningún modo", contestó él, "es mi hermano".
Una noche muy fría de invierno un hombre vio a un muchacho, vendedor de periódicos, con sus dientes castañeando de frío, tratando
de vender los periódicos que le quedaban para irse a su casa. Teniendo lástima del muchacho, el hombre compró todos los periódicos, y al pagarle dijo: "Hace mucho frío, ¿verdad?". "Es cierto, respondió el joven, pero se ha calmado bastante desde que Ud. vino aquí".
Un turista y reportero de un gran periódico visitaba la India. Fue conducido a un leprocomio donde observó a una misionera
que ponía todo su amor en curar a las víctimas de tan terrible enfermedad. Al ver las tiernas y expertas manos de la misionera
exclamó: "Yo no le lavaría las llagas a esos leprosos ni por un millón de dólares". "Ni yo tampoco lo haría por esa cantidad", respondió ella. "¿Y cuánto cobra Ud. por hacerlo?, le preguntó. "Yo no cobro nada por hacerlo. Lo hago por amor", le contestó.
INTRODUCCION:
PROPOSICION: Quisiera presentarles las tres columnas donde descansa el cristiano.
1.- LA PRIMERA COLUMNA INCONMOVIBLE DEL CRISTIANO ES LA FE
La fe viene a ser como la comprensión de nuestra flaqueza; que no dependemos de nosotros mismos. Es la actitud necesaria del
alma hacia Dios, independientemente de las circunstancias.
Ilustración: En cierta ocasión se desató una tempestad en alta mar. Parecía que la nave iba a naufragar. La tripulación y los pasajeros corrían despavoridos de un sitio a otro. Mientras tanto, en un camarote un niño dormía inocentemente. Era el hijo del capitán. Lo despertaron. Cuando éste se dio cuenta de lo que sucedía preguntó en manos de quién estaba el timón del buque. Al responderle que estaba en manos de su padre, el capitán, el niño se dio vuelta en su cama y siguió durmiendo como si nada estuviese pasando. El solo saber que el timón estaba en las manos de su padre le hacía descansar seguro.
2.- LA SEGUNDA COLUMNA INCONMOVIBLE DEL CRISTIANO ES LA ESPERANZA
La esperanza es la certeza de que se cumplirá todo cuanto Dios ha propuesto y prometido en relación con Su pueblo. ¿Cómo
podemos seguir adelante sin esperanza? Este es el gran remedio que Dios provee contra toda tentación que nos lleve al cansancio, a la frustración y la desesperación.
Ilustración: Dos hombres viajaban por un desierto. Tomaban nota de todo lo que observaban y fijaban señales por dondequiera que pasaban. Una noche se desató una tempestad y se refugiaron en una cueva. Allí
escucharon el silbido del viento y el golpe de la lluvia que caía a torrentes. Llegó la mañana. Todo había sido asolado. Arboles y
señales indicadoras del camino de regreso. Uno se entregó a la desesperación. El otro se mantuvo sereno. Al llegar la noche éste
miró hacia arriba y le dijo a su compañero: "Todo está bien. Las estrellas aún están en el cielo y ellas nos guiarán".
3.- LA TERCERA COLUMNA INCONMOVIBLE DEL CRISTIANO ES EL AMOR
El amor es el reflejo de la naturaleza de Dios. Dios es Amor y cuando el creyente ama y obra impulsado por el amor, se olvida de
si mismo y llega a ser canal por donde fluyen las bendiciones espirituales para otros. Este es el más grande mandamiento.
Ilustraciones: Un niño cargaba a su hermano menor por una colina muy empinada. Uno que pasaba le preguntó: "¿No es para ti una carga demasiado pesada?". "De ningún modo", contestó él, "es mi hermano".
Una noche muy fría de invierno un hombre vio a un muchacho, vendedor de periódicos, con sus dientes castañeando de frío, tratando
de vender los periódicos que le quedaban para irse a su casa. Teniendo lástima del muchacho, el hombre compró todos los periódicos, y al pagarle dijo: "Hace mucho frío, ¿verdad?". "Es cierto, respondió el joven, pero se ha calmado bastante desde que Ud. vino aquí".
Un turista y reportero de un gran periódico visitaba la India. Fue conducido a un leprocomio donde observó a una misionera
que ponía todo su amor en curar a las víctimas de tan terrible enfermedad. Al ver las tiernas y expertas manos de la misionera
exclamó: "Yo no le lavaría las llagas a esos leprosos ni por un millón de dólares". "Ni yo tampoco lo haría por esa cantidad", respondió ella. "¿Y cuánto cobra Ud. por hacerlo?, le preguntó. "Yo no cobro nada por hacerlo. Lo hago por amor", le contestó.
