Las cajas de Dios

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Tengo en mis manos dos cajas que Dios me dio para guardar.
Él dijo:
- "Coloque todas sus tristezas en la negra y todas sus alegrías en la
dorada."
Yo entendí sus palabras, y en las dos cajas, tanto mis alegrías cuanto mis
tristezas guardé. Pero, aunque la dorada se quedara cada día más pesada, la
negra era tan leve cuanto antes. Curioso, abrí la negra, pues yo quería
descubrir lo porque ella era tan leve y vi, en la base de la caja, un
agujero por lo cual mis tristezas salgan. Mostré el agujero Dios, y pensé
alto: - "Me gustaría saber donde mis tristezas pueden estar?"
Él sonrió gentilmente para mí:
- "Mi hijo, ellas están aquí conmigo!"
Pregunté:
- "Dios, por qué dadme las cajas? Por qué la dorada y la negra con el
agujero?"
- "Mi hijo la dorada es para usted contar sus bençãos, la negra es para
usted dejar ir aunque los ranços, rencores y desencuentros."

Tomado de Historia y fábulas
www.clai.org.ec
Trad. Carlos Gallardo

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