La mirada de Dios

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"Después de estas cosas salió Jesús,
y vio a un recaudador de impuestos lamado
Leví, sentado a la mesa donde cobraba
-Sígueme- le dijo Jesús.
Y Leví se levantó, lo dejó todo y lo siguió"

Lucas 5:27-28

La cita bíblica anterior me dejó sorprendido por el método que empleó Jesús para llamar a Leví (Mateo) a su ministerio. Primero lo observó y luego lo invitó a seguirle.

Mateo se encontraba trabajando, cuando sintió que alguien lo estaba mirando, lentamente levantó su mirada hacia esa persona y vio que era Jesús, el "Rey del Cielo".

La mirada de Jesús le hizo ver a Mateo su condición espiritual, lo cual hizo que bajara la vista, pues estaba lleno de pecado, se había olvidado de Dios, por el afán del dinero y comprendió que su alma iba directamente al infierno.

Por eso cuando escuchó la invitación de Jesús de seguirle, la aceptó y se fue con Jesús.

Qué importante fue está decisión para Mateo, pues no sólo obedeció al Señor, sino que también pensó en sus amigos, compañeros de trabajo y familiares para que conocieran a Cristo. Por esa razón los invitó a compartir una cena con Jesús en su casa.

"Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de publicanos y de otros que estaban en la mesa con ellos"

Lucas 5:29

Mateo el escritor del primer evangelio del Nuevo Testamento. Un hombre que no despreció el llamado de Cristo. Un hombre que creyó en Jesús. Un hombre que pensó también en usted... por ese motivo escribió el evangelio que ocupa el primer lugar en el Nuevo Testamento.

No desprecies el llamado de Cristo, el Señor desea compartir la eternidad contigo, ven a él, así como estás, pidale perdón de tus pecados, arrepiéntete y acepta el perdón de Dios en Cristo Jesús y no sólo podrás sentir la mirada de Jesús, sino que podrás ver al Rey eternamente en el Cielo.

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