La media cobija
0
0
Don Roque era un anciano cuando murió su esposa, durante toda la vida había
trabajado duramente para sacar su familia adelante. Su mayor deseo era ver a
su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que
para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna.
A los 70 años, Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y
lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, brillante profesional le ofreciera
su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que éste apareciera y
decidió por primera vez en su vida pedir un favor a su hijo. Don Roque tocó
la puerta de la casa donde vivía su hijo con su familia.
- Hola papá!! que milagro que viene por aquí!!!
- Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además
estoy cansado y viejo.
- Pues a nosotros, nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya
sabes que esta es tu casa.
- Gracias hijo..sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo.
- Entonces?
- No te molestaría que me quedara a vivir con ustedes?
Me siento tan solo!!!
- Quedarte a vivir aquí? Sí...claro...pero no sé si estuviese a gusto
Tu sabes, la casa es chica, mi esposa es tan especial.. y luego
los niños....
- Mira hijo si te causo muchas molestias..olvídalo, no te preocupes por mí,
alguien me tenderá la mano.
- No padre, no es eso, solo que...no se me ocurre donde podrías
dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían
o solo que no te moleste dormir en él patio?
- Dormir en el patio? ..está bien.
El hijo de Don Roque llamó a Luis su hijo de 12 años.
- Dime papá?
- Mira hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una
cobija para que se tape en la noche.
- Si con gusto papá..¿y a donde va a dormir el abuelo?
- En el patio hijo, él no quiere que nos incomodemos por su culpa.
Luis subió por la cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En
ese momento llegó su padre y le preguntó:
- Que haces Luis? ¿Porqué cortas la manta de tu abuelo?
- Sabes papá!! estaba pensando...
- Pensando en qué?
- En guardar la mitad de la cobija para cuando tu seas viejo y vayas
a vivir a mi casa.
Un padre mantiene diez hijos, pero diez hijos no mantienen un padre.
trabajado duramente para sacar su familia adelante. Su mayor deseo era ver a
su hijo convertido en un hombre de bien, respetado por los demás, ya que
para lograrlo dedicó su vida y su escasa fortuna.
A los 70 años, Don Roque se encontraba sin fuerzas, sin esperanzas, solo y
lleno de recuerdos. Esperaba que su hijo, brillante profesional le ofreciera
su apoyo y comprensión, pero veía pasar los días sin que éste apareciera y
decidió por primera vez en su vida pedir un favor a su hijo. Don Roque tocó
la puerta de la casa donde vivía su hijo con su familia.
- Hola papá!! que milagro que viene por aquí!!!
- Ya sabes que no me gusta molestarte, pero me siento muy solo, además
estoy cansado y viejo.
- Pues a nosotros, nos da mucho gusto que vengas a visitarnos, ya
sabes que esta es tu casa.
- Gracias hijo..sabía que podía contar contigo, pero temía ser un estorbo.
- Entonces?
- No te molestaría que me quedara a vivir con ustedes?
Me siento tan solo!!!
- Quedarte a vivir aquí? Sí...claro...pero no sé si estuviese a gusto
Tu sabes, la casa es chica, mi esposa es tan especial.. y luego
los niños....
- Mira hijo si te causo muchas molestias..olvídalo, no te preocupes por mí,
alguien me tenderá la mano.
- No padre, no es eso, solo que...no se me ocurre donde podrías
dormir. No puedo sacar a nadie de su cuarto, mis hijos no me lo perdonarían
o solo que no te moleste dormir en él patio?
- Dormir en el patio? ..está bien.
El hijo de Don Roque llamó a Luis su hijo de 12 años.
- Dime papá?
- Mira hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una
cobija para que se tape en la noche.
- Si con gusto papá..¿y a donde va a dormir el abuelo?
- En el patio hijo, él no quiere que nos incomodemos por su culpa.
Luis subió por la cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos. En
ese momento llegó su padre y le preguntó:
- Que haces Luis? ¿Porqué cortas la manta de tu abuelo?
- Sabes papá!! estaba pensando...
- Pensando en qué?
- En guardar la mitad de la cobija para cuando tu seas viejo y vayas
a vivir a mi casa.
Un padre mantiene diez hijos, pero diez hijos no mantienen un padre.