Kyrie eleison

0
Kyrie eleison - Ten piedad, Señor:
En los orígenes, nada que ver con confesión de pecados

Kyrie es una abreviación de Kyrie eleison, que significa:
Señor, ten piedad o ten piedad, Señor. En los tiempos
antiguos, el uso de la exclamación Kyrie eleison era muy
amplio. En la vida pública romana, era usada para saludar al
emperador. Divinidades de otras religiones eran veneradas
con el Kyrie eleison por sus fieles. En el Nuevo Testamento
el Kyrie eleison era el clamor de los miserables a su
Salvador (cf. Mt. 15:22; 17:15; 20:30). Cuando los
cristianos comenzaron a incluir la exclamación Kyrie eleison
en sus cultos, estaban confesando con ella a Jesucristo como
único Salvador y ayudador en todas las necesidades, y
negando la veneración divina a cualquier señor de este
mundo.
El Kyrie entró en la liturgia occidental alrededor del año
500. Su versión clásica era más o menos así:
P: En paz oremos al Señor:
C: ¡Ten piedad, Señor!
P: Por la paz que viene de lo alto y la salvación de los
oprimidos, oremos al Señor:
C: ¡Ten piedad, Señor!
P: Por la paz del mundo entero, por la divulgación del
Evangelio y el testimonio del pueblo de Dios, oremos al
Señor:
C: ¡Ten piedad, Señor!
P: Por esta familia de Dios y por todos los que aquí ofrecen
su adoración y alabanza, oremos al Señor:
C: ¡Ten piedad, Señor!
P: Para ser liberados del odio, de la angustia y de la
opresión, oremos al Señor:
C: ¡Ten piedad, Señor!
P: Por gracia, ¡socórrenos, Señor!
C: Amén.

Como se percibe en la versión clásica del Kyrie, sus
súplicas claman a Dios por la paz del mundo, por la
salvación y liberación de los perseguidos y oprimidos, por
la comunidad cristiana y su testimonio.
En los orígenes, coro y comunidad elevaban esta súplica,
mientras el obispo entraba a la iglesia, dirigiéndose al
altar para iniciar el culto.
Queda clara, por lo tanto, la función del Kyrie: en el
inicio del culto, al comenzar su encuentro con Dios, una de
las primeras cosas que hace la comunidad cristiana es
acordarse del mundo que la rodea y suplicar a Dios por los
dolores de este mundo y por el testimonio que ella, la
comunidad, le debe. Con su culto, por lo tanto, la comunidad
cristiana no se retira del mundo. Con su culto la comunidad
cristiana se coloca dentro del mundo, con todos sus dolores.
Kyrie eleison es, en su origen, un clamor colectivo de la
comunidad por los dolores del mundo y no un clamor
individual de las personas por el perdón de sus pecados.
Más tarde, las súplicas fueron eliminadas de la Letanía del
Kyrie. Quedaron apenas las exclamaciones del Kyrie eleison
que, solas y fuera de contexto, se transformaron en gritos
de penitencia individualista, terminando por ser colocadas
luego de la Confesión de Pecados.
Una gran tarea para los equipo de liturgia es rescatar el
Kyrie, en su sentido original, en nuestros cultos.


Nelson Kirst
Tomado de la revista TEAR: Liturgia em revista
Volume 1, Nº 1, abril 2000
Sao Leopoldo - Brasil (tear@est.com.br)
Trad. G. Oberman

Compartir

Más recursos

Sponsor


Suscripción gratuita

Te avisaremos cuando agreguemos nuevos recursos. No te enviaremos más de uno o dos mensajes semanales.