Juan en el desierto

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Juan desde el desierto
Llegó al río Jordán
Trayendo en sus alforjas
Un mandato celestial.

“Arrepiéntanse” clamaba
“y Dios os perdonará”
No hay duda que este buen hombre
Proclamaba libertad.

De Nazareth otro hombre
Llegó al mismo lugar
Jesús, el hijo del hombre
Él era la LIBERTAD.

El cielo se abrió imponente
Y una paloma bajó
Jesús subiendo del agua
El Espíritu aceptó.

La voz de Dios se escuchaba
Como trueno, con ardor
“Tú eres mi hijo amado
Luz, Verdad y todo AMOR”.

Basado en Marcos 1:4-11

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