Joyas en la basura

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Una amiga que trabaja vendiendo joyas de oro, llamada Sarita, un día dejó en su velador una bolsita papel con dos anillos de oro de alto valor. Mientras ella cocinaba su esposo Arturo se ofreció a ordenar la pieza. Sin darse cuenta echó esa bolsita de papel a la basura y finalmente el camión recolector retiró la bolsa de basura de la casa.

A las horas despúes, la esposa se da cuenta que las joyas no estaban y preguntando a su marido ambos se percatan que las joyas se fueron en la basura.

El sale corriendo en su auto detrás del camión hasta llegar al depósito, donde tuvo que esperar que ese camión en especial llegara y botara su nauseabunda carga. Con plásticos en los brazos tuvo que escabar en la basura hasta que identificó su bolsa por unas rosas secas que había puesto en ella.

La alegría de este hombre fue tan grande cuando encontró las joyas que no le importó llegar sucio a su casa con su hermoso tesoro.

Así Dios envió a su Hijo para buscarnos en medio de la miseria humana y encontrarnos y sacarnos del basural del pecado a una nueva vida no importando el costo que tuvo que pagar por el pecador.

Esto ocurrió en Viña del Mar 5° Región Chile

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