INVITACIÓN

SIMPATIZAR con JESÚS NAZARENO
nunca fue mero entusiasmo
fruto de “un amor a primera vista”.
Exige acercarse, vencer resistencias
y sobre todo sintonizar
con esa PROPUESTA de VIDA
que Jesús llamó “el Reino de Dios”.
Nadie se compromete con alguien
si no tiene claro que lo hace por algo.

LA PERSONA y EL PROYECTO de Jesús
se entienden y nos atraen juntos.
La cosa empezó en Galilea, y tanto crecía
la popularidad como la oposición.
Aparecieron mil resistencias
a ese PROCESO DE CAMBIO
que Jesús quería poner en marcha.
Los adversarios planearon la cruz,
las multitudes se dejaron convencer
y los discípulos eligieron huir.

El HIJO del HOMBRE se sintió vulnerable
pero quiso perseverar
hasta las últimas consecuencias.
Tras el grito de aquel viernes,
vinieron los reproches mutuos del sábado
y la inefable experiencia del domingo:
“LA PAZ esté CON USTEDES”.

Es el MAESTRO que perdona y envía.
RESUCITA su persona y su proyecto:
¡EL PROCESO de CAMBIO, con Él,
SIGUE en MARCHA!
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