Hay Vida para los que Confían en Jesús

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Hay Vida para los que Confían en Jesús
Mateo 8:5-13 Lucas 7:1-10


Objetivo: Que las personas se den cuenta que Jesús no tiene preferencias hacia ninguno, a todos los trata por igual.


INTRODUCCIÓN: Aquí tenemos el relato de la curación del siervo del centurión, el cual estaba en cama paralítico. Jesús se encontraba en Capernaum (4:13) Jesús pasó haciendo el bien por todas partes y continuaba haciéndolo cuando se hospedaba en cualquier lugar cada sitio se beneficiaba con Su llegada.


PROPOSICIÓN: Estudiemos la forma en que Jesús ayudó a este hombre y el interés que tiene en ayudarnos también si ponemos nuestra confianza en El.



1.- VEAMOS CON QUIENES TRATA EL SEÑOR AQUÍ:

1.1.- Un centurión: es decir, un oficial de las legiones romanas con mando sobre 100 soldados. Aunque era un militar, era un hombre religioso. Apreciaba al esclavo que estaba enfermo y por eso acudió a Jesús para pedirle por su salud.

Aplicación: Nosotros también podemos buscar a Jesús en tiempos difíciles, pues El está atento para ayudarnos.

1.2.- El siervo del centurión: era un hombre pobre y necesitado al que Jesús estuvo dispuesto a ayudar como dice el v.7. En aquellos tiempos los esclavos no tenían nada. Su vida y la de su familia pertenecían a sus dueños.

Aplicación: Jesús quiere ser el dueño de nuestras vidas y de esa forma ayudarnos a vivir en este mundo lleno de problemas.



2.- VEAMOS AHORA LA ACTITUD DEL CENTURIÓN

2.1.- Se acercó a Jesús y le habló afectuosamente (v.5,6)

Vino a El rogándole, suplicando, por su criado. Cuando nos acercamos a Jesús de esa manera, El nos oye y responde a nuestra oración. El centurión le presenta a Jesús la situación de su esclavo (v.6) y Jesús se compadece (v.7)

2.2.- Actuó de manera humilde (v.8)

El no dice: Mi siervo no es digno de que vayas a su habitación sino, No soy digno de que entres bajo mi techo. Nosotros también deberíamos mostrar humildad y reconocer que sólo Dios merece nuestra adoración.

2.3.- Notamos la gran fe del centurión (v.8b)

Estaba muy seguro que Jesús podía hacer el milagro que le estaba pidiendo que hiciera. Sabía que Jesús podía sanarlo a distancia. No necesitaba tocarlo. Esta fe genuina siempre es aceptada por Jesús. Para El es igual la cercanía que la distancia, pues Su poder es inmenso.

Confiaba que Jesús podía sanar con una palabra (v.8b) Aquí él hace una comparación con su trabajo militar (v.9) Reconoce que el poder de Jesús es inmensamente grande, pues con sólo decir una palabra su criado sería sanado.


3.- VEAMOS COMO REACCIONO JESÚS ANTE ESTE
SOLDADO (v.10-13)

Jesús le había dicho: Yo iré y le sanaré (v.7b) Jesús estaba dispuesto a ayudar al necesitado, lo que se necesita es fe (v.10)

Después continúa diciendo que muchos en el futuro serían salvos por esa clase de fe (v.11) Pero los que confían en sí mismos, porque dicen tener una cierta religión o ser hijos de alguien poderoso e importante serán rechazados por Dios (v.12) Luego el centurión escucha las palabras que premiarían su fe (v.13)


CONCLUSIÓN: Cuando nos acercamos a Jesús, creyendo que El puede ayudarnos en nuestras necesidades, reconociendo que El es el Dios Todopoderoso (v.6 Señor), tenemos seguridad que El responderá a nuestra petición.

Ahora, Dios puede sanarnos de cualquier enfermedad física, pero la enfermedad más terrible y mortal es el pecado, que es una actitud de rebelión hacia Dios. El pecado nos separa de Dios y nos vuelve paralíticos espirituales inútiles para hacer lo que Dios quiere que hagamos.

Cuando buscamos a Dios, como hizo el centurión, y depositamos nuestra fe en El, viene el perdón y la salud espiritual (v.13) ¿Quieres pedirle hoy a Jesús que entre en tu corazón y se convierta en el Señor de tu vida? Vamos a orar para que sea así.

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