Fiel a su palabra
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Aquel domingo por la mañana hacía mucho frío. Un siervo del Señor se dirigía a la capilla cuando se encontró con otro creyente, quien después de saludarle, exclamó medio tiritando:. " ¡Vaya día de frío que nos hace hoy!"
"Oh, sí -contestó el hombre de Dios-, el Señor sigue siendo fiel a sus promesas". El otro quedó un tanto asombrado ante esa respuesta, y por un momento pensó que no le había entendido, pero pronto salió de dudas al oír la explicación del ministro: "Hace más de tres mil años, Dios prometió que mientras la tierra permaneciese no cesarían la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche. Es por esto que, en vez de quejarme por el frío o el calor que hace, más bien me alegro de que sea así, pues esto me demuestra que Dios sigue siendo fiel a su palabra. ¿No le parece? volver
"Oh, sí -contestó el hombre de Dios-, el Señor sigue siendo fiel a sus promesas". El otro quedó un tanto asombrado ante esa respuesta, y por un momento pensó que no le había entendido, pero pronto salió de dudas al oír la explicación del ministro: "Hace más de tres mil años, Dios prometió que mientras la tierra permaneciese no cesarían la sementera y la siega, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche. Es por esto que, en vez de quejarme por el frío o el calor que hace, más bien me alegro de que sea así, pues esto me demuestra que Dios sigue siendo fiel a su palabra. ¿No le parece? volver