Esperanza en Navidad
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El Dr. James Dobson relata la historia de una anciana llamada Stella Thornhope, quien luchaba con su primera Navidad en soledad. Su esposo había muerto pocos meses antes debido a cáncer de lento desarrollo. Varios días antes de Navidad, estaba casi aislada por las atroces condiciones climáticas. Se sentía terriblemente sola… tanto que decidió que no decoraría su casa para Navidad. Bien entrada la tarde sonó el timbre, y en la puerta había un muchacho repartidor con una caja.
- ¿Sra. Thornhope?
La Sra. Thornhope asintió
- ¿Podría firmar aquí, por favor? – volvió a preguntar el muchacho.
La dama invitó al chico a entrar y cerró la puerta para protegerse del frío.
- ¿Qué hay en la caja? – preguntó después de firmar el papel.
El joven sonrió y abrió la tapa, y dentro se encontraba un cachorrito, un labrador perdiguero dorado. El muchacho levantó al ansioso cachorro.
- Esto es para usted señora – explicó- . Tiene seis semanas y está completamente amaestrado
El cachorro comenzó a menear la cola de felicidad al ser liberado del cautiverio
- ¿Quién lo envía? – preguntó la Sra. Thornhope.
El joven puso al animal en el suelo y le pasó un sobre a la mujer.
- Todo está explicado aquí en este sobre, señora – dijo – Al perrito lo compraron en julio pasado, mientras su madre aún estaba preñada. La intención era que fuera un regalo de Navidad para usted.
El muchacho le pasó entonces un libro: Cómo cuidar a un labrador perdiguero.
- ¿Quién me envió este cachorro? – preguntó otra vez con desesperación la mujer.
- Su esposo, señora – contestó el muchacho, girando para salir – Feliz Navidad.
La mujer abrió entonces la carta de su esposo. Lo había escrito tres semanas antes de morir, y la había dejado en el criadero de perros para que la entregaran con el cachorro como su ultimo regalo de Navidad para ella.
La carta estaba llena de amor, ánimo y recomendaciones de ser fuerte. Le prometía que esperaba el día en que ella se le uniera. Le había enviado este animalito para que le sirviera de compañía hasta entonces. La Sra. Thornhope se secó las lágrimas, dejó la carta y, recordando al cachorro que tenía a sus pies, recogió aquella dorada bola peluda y la acercó al cuello. Luego vio por la ventana las luces que daban forma a la casa de la vecina, y en la radio de la cocina escuchó "Al mundo paz, nació Jesús. De repente Stella sintió que la inundaba la más asombrosa sensación de paz. Su corazón sintió una alegría y un asombro mayores que el dolor y la soledad.
- Pequeño compañero –le dijo al perro – esto es entre tú y yo.
Pero, ¿sabes? Abajo en el sótano hay una caja. Te apuesto que te gustará. Dentro hay un pequeño árbol de Navidad, algunos adornos y unas cuantas luces que te impresionarán. También allá abajo hay un pesebre.¡Vamos por todo eso!
Dios tiene un modo de enviar una señal de luz para recordarnos que la vida es más fuerte que la muerte. La luz es más poderosa que la oscuridad. Dios es más poderoso que Satanás. El bien vence el mal."El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz – dijo el profeta –. Y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció" (Mateo 4:16).
Tomado del libro Ilustraciones perfectas publicado por Unilit.
Aportado por: Familia Faber
- ¿Sra. Thornhope?
La Sra. Thornhope asintió
- ¿Podría firmar aquí, por favor? – volvió a preguntar el muchacho.
La dama invitó al chico a entrar y cerró la puerta para protegerse del frío.
- ¿Qué hay en la caja? – preguntó después de firmar el papel.
El joven sonrió y abrió la tapa, y dentro se encontraba un cachorrito, un labrador perdiguero dorado. El muchacho levantó al ansioso cachorro.
- Esto es para usted señora – explicó- . Tiene seis semanas y está completamente amaestrado
El cachorro comenzó a menear la cola de felicidad al ser liberado del cautiverio
- ¿Quién lo envía? – preguntó la Sra. Thornhope.
El joven puso al animal en el suelo y le pasó un sobre a la mujer.
- Todo está explicado aquí en este sobre, señora – dijo – Al perrito lo compraron en julio pasado, mientras su madre aún estaba preñada. La intención era que fuera un regalo de Navidad para usted.
El muchacho le pasó entonces un libro: Cómo cuidar a un labrador perdiguero.
- ¿Quién me envió este cachorro? – preguntó otra vez con desesperación la mujer.
- Su esposo, señora – contestó el muchacho, girando para salir – Feliz Navidad.
La mujer abrió entonces la carta de su esposo. Lo había escrito tres semanas antes de morir, y la había dejado en el criadero de perros para que la entregaran con el cachorro como su ultimo regalo de Navidad para ella.
La carta estaba llena de amor, ánimo y recomendaciones de ser fuerte. Le prometía que esperaba el día en que ella se le uniera. Le había enviado este animalito para que le sirviera de compañía hasta entonces. La Sra. Thornhope se secó las lágrimas, dejó la carta y, recordando al cachorro que tenía a sus pies, recogió aquella dorada bola peluda y la acercó al cuello. Luego vio por la ventana las luces que daban forma a la casa de la vecina, y en la radio de la cocina escuchó "Al mundo paz, nació Jesús. De repente Stella sintió que la inundaba la más asombrosa sensación de paz. Su corazón sintió una alegría y un asombro mayores que el dolor y la soledad.
- Pequeño compañero –le dijo al perro – esto es entre tú y yo.
Pero, ¿sabes? Abajo en el sótano hay una caja. Te apuesto que te gustará. Dentro hay un pequeño árbol de Navidad, algunos adornos y unas cuantas luces que te impresionarán. También allá abajo hay un pesebre.¡Vamos por todo eso!
Dios tiene un modo de enviar una señal de luz para recordarnos que la vida es más fuerte que la muerte. La luz es más poderosa que la oscuridad. Dios es más poderoso que Satanás. El bien vence el mal."El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz – dijo el profeta –. Y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les resplandeció" (Mateo 4:16).
Tomado del libro Ilustraciones perfectas publicado por Unilit.
Aportado por: Familia Faber