Escucha

0
Cuando te pido que me escuches
y vos empezás a darme consejos
es que no escuchaste mi pedido.

Cuando te pido que me escuches
y vos empezás a decirme por qué
yo no debería sentir de esa forma
está metiéndote con mis sentimientos.

Cuando te pido que me escuches
y vos sentís que tenés que hacer algo
para solucionar mi problema,
estás errado, aunque
parezca extraño que así sea.

¡Escuchame! Lo que yo te he pedido
es sólo que me escuches,
no tenés que hablar ni decir nada.
Sólo escuchame.

Cuando vos hacés algo por mi
que yo puedo y necesito hacer por mi mismo
sólo estás contribuyendo
a mi sensación de miedo e inadecuación.

Pero, cuando vos podés aceptar
el simple hecho de mis sentimientos,
no importa cuán irracionales sean,
entonces yo puedo parar mis intentos de convencerte
y usar mi energía
para explorar lo que hay detrás de mis emociones.
Y cuando esto está claro,
las respuestas son obvias
y yo no necesito consejo.

Los sentimientos irracionales tienen sentido
cuando podemos entender lo que hay detrás de ellos.
Es por eso que las oraciones a Dios funcionan,
porque Dios te escucha,
y no trata de dar consejos o arreglar situaciones,
sólo te escucha, y te deja hacer tu trabajo.

Por lo tanto, ¿Podrías escucharme?
Cuando vos necesites hablar
yo te prometo estar aquí
procurando sólo escucharte.

Compartir

Más recursos

Sponsor


Suscripción gratuita

Te avisaremos cuando agreguemos nuevos recursos. No te enviaremos más de uno o dos mensajes semanales.