En alegrías pascual

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En alegría pascual

El consumo maltrata las cosas. Las tira. Las vuelve basura. No sabe que lo que pasa por nuestras manos, nuestro cuerpo, nuestros ojos llevan nuestra marca, el aroma del alma, las señales de nuestra humanización.
Yo quiero las cosas que uso. Me cuesta tirarlas. Me evocan mi historia, mi dolor y mi gozo. Por eso tienen secretos de comunión que ellas y yo sólo sabemos.
Secretos que el viento deja en las manos de Dios.
La ropa tendida es una lectura lúdica de la cotidianidad del Génesis. Dios sigue creando y juega.


LA ROPA TENDIDA


La ropa tendida
acróbatas en cuerdas y alambres
se pasan jugando
a ver quien se anima a volar
El viento que pasa
que viene y que va
les hace cosquillas
y a la brisa burlona
no la pueden manchar.

Las camisas saltan
a veces parecen remar
las mangas se alzan
para un pericón bailar
todas, todas amagan secretos
que quieren soltar.
Las medias como locas
se hamacan
columpios de lana
dan pasos al aire
y tantos secretos de caminos
de golpe parecen contar
y andan sin cesar
buscando el horizonte
que en el alma está.

Y un pañuelo solo
solo en soledad
bandera sin patria
no deja de flamear.
No sé si son lágrimas
deseos o sueños
que en algún bolsillo está
olvidó los secretos
y quiere retornar.

Y Martha recoge la ropa
la dobla y la lleva a guardar
voy a preguntarle
dueña de todos los secretos
sólo ella me los puede contar
los cajones y perchas
no saben escuchar.
Los secretos están sueltos
Dios los va a barajar.

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