El silencio de Dios
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Reflexiones Sobre el Silencio de Dios
Reunión de Oración - 23 de julio de 1997
Estoy seguro que cuando hablo de la ausencia de Dios entienden que no
estoy hablando de una verdadera ausencia sino de un sentido de
ausencia. Dios está siempre presente con nosotros ... pero hay
momentos cuando El nos despoja de su presencia en nuestra conciencia.
Richard Foster.
Quien no ha sentido un escalofrío al leer o escuchar la oración
desgarradora de Jesús en la cruz: "Padre, porque me has abandonado".
Posiblemente, también han existido momentos de nuestra vida en los
cuales tuvimos una fuerte identificación con aquellas palabras. A
veces, cargadas de reproche, otras de impotencia y, aun, de
perplejidad. Foster nos sugiere centrarnos en el por que (Oracion,
p.23), es decir la razon, los motivos, por los cuales Dios permite esa
sensacion insoportable de lejania y abandono. Muchos personajes
biblicos vivieron esta experiencia a la que convenientemente se la
denomina el "desierto", aprovechando una rica imagen biblica. San Juan
de la Cruz avanzo aun mas en la descripcion y llamo "la oscura noche
del alma" a ese tiempo fuerte de ausencias y distancias gravosas.
¿Existe una intencionalidad divina en la distancia, en esa sensacion
de desamparo? Por momentos, desde el dolor, pensamos en una
incomprensible dosis de crueldad: Dios soltandonos en una especia de
"arreglate como puedas". O desde la verguenza culposa buscamos
respuestas en el proporcionado "castigo" que nuestra contumacia
merece. En el contexto de un oraculo cargado de esperanza, Dios
proclama en el libro de Isaias:
Eras como una esposa joven abandonada y afligida, pero tu Dios te ha
vuelto a llamar y te dice: "Por un corto instante te abandone, pero
con bondad inmensa te volvere a unir conmigo. En un arranque de enojo,
por un momento, me oculte de ti, pero con amor eterno te tuve
compasion." (Is.54:6-8)
Esto que Foster llama "el despojo de su presencia en nuestra
conciencia" tiene que ver con una tactica de Dios, en el marco de su
estrategia de amor incomparable para con nosotros. Pensemos por un
momento que siente el bebe que ensaya sus primeros pasos, muy seguro,
de la mano de su madre o de su padre y de pronto observa como esas
manos gigantes y = seguras lo abandonan y a una distancia enorme, para
sus proporciones, lo = llaman para que continue solo sus pasos. ¿Habra
desesperacion? ¿Habra reproche? ¿Angustia? Tal vez esta imagen nos
permita aproximarnos a la comprension de la tactica divina: suelta
nuestras manos esperando el paso. ¿Que ocurriria si los padres no
dejaran a sus hijos en la horrible circunstancia de la soledad para
caminar? ¿Podemos imaginar una vida en la que una persona a los
treinta años este caminando aun de la mano de sus progenitores?
Dios nos despoja de la conciencia de su presencia para forjar en
nosotros un espiritu anhelante, deseoso de su presencia y compañia. Un
Dios que por su amor, nos quiere adultos. En la oscura noche del alma
se sufre y se gime, pero se crece.
¿Cual es nuestra actitud cuando al intentar una y mil veces la oracion
sentimos vacio y soledad? ¿Nos empacamos, como un bebe y apoyamos la
sentadera en el piso esperando las manos que nos rescaten de tanto
naufragio? o ¿Buscamos caminar, a tientas, sin apoyo hacia los brazos
que al final del camino nos esperan?
* * * * *
Algunos Fragmentos de Inspiracion En El Desamparo
¿Adonde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiendome herido;
sali tras ti clamando, y eras ido."
(San Juan de la Cruz)
¿Por que siempre el alma, cuando ha encontrado a Dios, conserva o
vuelve a encontrar el sentimiento de no haberle encontrado? ¿Por que
ese peso de ausencia hasta en la mas intima presencia? ¿Por que esa
invencible oscuridad de Aquel que todo es luz? ¿Por que esa distancia
infranqueable frente a Aquel que todo lo penetra? ¿Por que esa
traicion de todas las cosas que, no bien nos han dejado ver a Dios, en
seguida nos lo ocultan otra vez? (Henri de Lubac)
Acosado por la sed recorri valles y estepas en busca de una fuente.-
¡Es inutil! -me dije-. No hay agua: aqui se acaba mi vida. Al instante
se levantaron desde la tierra mil voces para gritarme a coro:
-Caminante, si hay sed tiene que haber una Fuente. Camina. Sobre la
pampa infinita, al atardecer, cruzan el cielo condores negros
planeando hacia mundos ignorados. Si todas las tardes pasan los
condores en esa direccion, es que mas alla de esta llanura infinita se
levantan las altas cordilleras, aunque nadie haya visto sus testas
coronadas de nieve. Si las grandes aves vuelan todos los días desde
mis nidos hacia las Montañas Eternas, es señal de que estas descansan
a la espera de mis aves, aunque nadie haya divisado sus dormidas
alturas. (Ignacio Larrañaga)
Reunión de Oración - 23 de julio de 1997
Estoy seguro que cuando hablo de la ausencia de Dios entienden que no
estoy hablando de una verdadera ausencia sino de un sentido de
ausencia. Dios está siempre presente con nosotros ... pero hay
momentos cuando El nos despoja de su presencia en nuestra conciencia.
Richard Foster.
Quien no ha sentido un escalofrío al leer o escuchar la oración
desgarradora de Jesús en la cruz: "Padre, porque me has abandonado".
Posiblemente, también han existido momentos de nuestra vida en los
cuales tuvimos una fuerte identificación con aquellas palabras. A
veces, cargadas de reproche, otras de impotencia y, aun, de
perplejidad. Foster nos sugiere centrarnos en el por que (Oracion,
p.23), es decir la razon, los motivos, por los cuales Dios permite esa
sensacion insoportable de lejania y abandono. Muchos personajes
biblicos vivieron esta experiencia a la que convenientemente se la
denomina el "desierto", aprovechando una rica imagen biblica. San Juan
de la Cruz avanzo aun mas en la descripcion y llamo "la oscura noche
del alma" a ese tiempo fuerte de ausencias y distancias gravosas.
¿Existe una intencionalidad divina en la distancia, en esa sensacion
de desamparo? Por momentos, desde el dolor, pensamos en una
incomprensible dosis de crueldad: Dios soltandonos en una especia de
"arreglate como puedas". O desde la verguenza culposa buscamos
respuestas en el proporcionado "castigo" que nuestra contumacia
merece. En el contexto de un oraculo cargado de esperanza, Dios
proclama en el libro de Isaias:
Eras como una esposa joven abandonada y afligida, pero tu Dios te ha
vuelto a llamar y te dice: "Por un corto instante te abandone, pero
con bondad inmensa te volvere a unir conmigo. En un arranque de enojo,
por un momento, me oculte de ti, pero con amor eterno te tuve
compasion." (Is.54:6-8)
Esto que Foster llama "el despojo de su presencia en nuestra
conciencia" tiene que ver con una tactica de Dios, en el marco de su
estrategia de amor incomparable para con nosotros. Pensemos por un
momento que siente el bebe que ensaya sus primeros pasos, muy seguro,
de la mano de su madre o de su padre y de pronto observa como esas
manos gigantes y = seguras lo abandonan y a una distancia enorme, para
sus proporciones, lo = llaman para que continue solo sus pasos. ¿Habra
desesperacion? ¿Habra reproche? ¿Angustia? Tal vez esta imagen nos
permita aproximarnos a la comprension de la tactica divina: suelta
nuestras manos esperando el paso. ¿Que ocurriria si los padres no
dejaran a sus hijos en la horrible circunstancia de la soledad para
caminar? ¿Podemos imaginar una vida en la que una persona a los
treinta años este caminando aun de la mano de sus progenitores?
Dios nos despoja de la conciencia de su presencia para forjar en
nosotros un espiritu anhelante, deseoso de su presencia y compañia. Un
Dios que por su amor, nos quiere adultos. En la oscura noche del alma
se sufre y se gime, pero se crece.
¿Cual es nuestra actitud cuando al intentar una y mil veces la oracion
sentimos vacio y soledad? ¿Nos empacamos, como un bebe y apoyamos la
sentadera en el piso esperando las manos que nos rescaten de tanto
naufragio? o ¿Buscamos caminar, a tientas, sin apoyo hacia los brazos
que al final del camino nos esperan?
* * * * *
Algunos Fragmentos de Inspiracion En El Desamparo
¿Adonde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiendome herido;
sali tras ti clamando, y eras ido."
(San Juan de la Cruz)
¿Por que siempre el alma, cuando ha encontrado a Dios, conserva o
vuelve a encontrar el sentimiento de no haberle encontrado? ¿Por que
ese peso de ausencia hasta en la mas intima presencia? ¿Por que esa
invencible oscuridad de Aquel que todo es luz? ¿Por que esa distancia
infranqueable frente a Aquel que todo lo penetra? ¿Por que esa
traicion de todas las cosas que, no bien nos han dejado ver a Dios, en
seguida nos lo ocultan otra vez? (Henri de Lubac)
Acosado por la sed recorri valles y estepas en busca de una fuente.-
¡Es inutil! -me dije-. No hay agua: aqui se acaba mi vida. Al instante
se levantaron desde la tierra mil voces para gritarme a coro:
-Caminante, si hay sed tiene que haber una Fuente. Camina. Sobre la
pampa infinita, al atardecer, cruzan el cielo condores negros
planeando hacia mundos ignorados. Si todas las tardes pasan los
condores en esa direccion, es que mas alla de esta llanura infinita se
levantan las altas cordilleras, aunque nadie haya visto sus testas
coronadas de nieve. Si las grandes aves vuelan todos los días desde
mis nidos hacia las Montañas Eternas, es señal de que estas descansan
a la espera de mis aves, aunque nadie haya divisado sus dormidas
alturas. (Ignacio Larrañaga)