El mismo tren trajo felicidad a unos y tristeza a otros
0
0
Cuenta un predicador estudioso del comportamiento humano que estaba parado en la estación del tren. Notó la llegada de un tren y pudo observar como se abrazaban, alegraban y reían llenos de gozo las personas que llegaban y se reencontraban con sus familiares en la estación. Pero al cabo de cierto rato, el tren partiría y otros que iban a viajar en ese tren comenzaron a llegar y todos habían abordado con excepción de un grupo. Él miró hacia el grupo y vio que estaba un hombre esposado y estas esposas tenían una cadena que lo ataban a otro, este hombre tenia un policía delante de él, otro detrás, un policía a la derecha y otro a la izquierda y estos lo estaban poniendo en el tren para llevarlo a una prisión. Allí estaba una mujer, su esposa, acompañada de una niña, la mujer comenzó a acercarse cuando un policía la detuvo, pero otro dijo que la dejara. Ella se acercó y abrazó a su esposo y empezó a llorar sobre su hombro, la niña abrazó a su papá por las rodillas y comenzó a llorar y a decir
“No dejen que se lleven a mi papá, por favor no se lleven a mi papá”
Después de un rato uno de los policías quitó suavemente los brazos de esa mujer y apartó a la inconsolable niña del lado de su papá.
Este predicador dijo: yo los vi a ellos subir los peldaños de ese tren y pensé
“Un solo tren trajo a tantas personas gozo y felicidad al reencontrarse, pero el mismo tren trajo dolor, separación y juicio a otros”
Tal y como será la segunda venida del Señor Jesús.
“No dejen que se lleven a mi papá, por favor no se lleven a mi papá”
Después de un rato uno de los policías quitó suavemente los brazos de esa mujer y apartó a la inconsolable niña del lado de su papá.
Este predicador dijo: yo los vi a ellos subir los peldaños de ese tren y pensé
“Un solo tren trajo a tantas personas gozo y felicidad al reencontrarse, pero el mismo tren trajo dolor, separación y juicio a otros”
Tal y como será la segunda venida del Señor Jesús.