El infierno
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El Infierno 15 Abril 2007
Jeremías 2:19 JCHR
San Mateo
Se despertó con un grito de terror el cuál irrumpió de manera abrupta el reinante silencio de aquella noche, el dolor, el ardor que sintió en su cuerpo era inimaginable, inaguantable, jamás en su vida había sentido lo que ahora estaba sintiendo.
Era tal su dolor qué no podía siquiera abrir los ojos, sin embargo haciendo un esfuerzo sobrehumano comenzó a abrirlos muy pero muy lentamente, algo muy dentro de su corazón le decía lo que iba a mirar, el estaba convencido que era lo que le estaba ocurriendo.
Cuando terminó de abrir los ojos, contempló horrorizado su triste realidad, lo que había imaginado ahora era verdad, de manera que lanzó un grito más desgarrador que el primero, un grito fuera de lo usual, un grito surgido desde las fibras más sensibles de su corazón, un grito lleno de dolor, de angustia, de terror, de pánico, un grito nunca antes dado.
No era ficción, ni nada imaginario, era verdad, lo que estaban viendo sus ojos, lo que estaba sintiendo su cuerpo.
Efectivamente su cuerpo ¡Estaba siendo abrazado, calcinado estaba ardiendo en llamas!
Era tal la impresión, era tal el dolor qué por momentos quedaba inconsciente, sin embargo para su pesar volvía a despertar y a su vez experimentar el dolor de ser quemado.
Al volver a abrir los ojos, quedaba pasmado al mirar como su piel se derretía en medio de las llamas, y al mirarlo pensaba que pronto su agonía terminaría, pero para su asombro la carne consumida volvía a reencarnar, y nuevamente más y más gritos de dolor y de pánico.
Sin embargo, esta vez sus horrorizados ojos vieron, no nada más las llamas, sino gusanos que comenzaban a devorar su cuerpo, el miraba como los gusanos devoraban sus extremidades, sus pies, sus dedos, sus manos, sus brazos, y una vez más el dolor volvía de manera insoportable.
Para su asombro la carne devorada por los gusanos volvía una y otra vez a su estado normal, pero el dolor cada vez era más intenso, no cesaba ni un solo instante, y, él, crujiendo los dientes gritaba ¿Por qué a mí? ¿Por qué Dios me hace esto a mí? ¿Por qué me ha enviado a este lugar? ¿Acaso no es un Dios de amor? ¿En dónde está mi esposa, mis hijos?
¿En dónde están mis amigos, mis familiares?
Entonces el comenzó a recordar, que desde hace algún tiempo le venían hablando del evangelio, de las buenas nuevas, de Jesucristo.
Le animaban a dejar el camino del pecado, le animaban a que se acercará a Dios, que fuera a la iglesia antes de que fuera demasiado tarde.
Sin embargo él había rechazado vez tras vez las invitaciones para convertirse al cristianismo.
Con inmenso dolor recordó, como todavía el día de ayer un viejecito con rostro bondadoso, le exhortaba a recibir a Cristo en su corazón, y como él de manera majadera aparte de rechazarlo, lo humilló burlándose se su aspecto y de sus creencias, Diciéndole “viejo decrepito usted es un santurrón y me viene a predicar a Cristo, porque usted ya no puede divertirse como yo” “váyase al diablo, con su biblia y sus creencias”
Con lágrimas en los ojos recordó como a pesar de ser majadero, el viejecito le dijo “Hijito arrepiente el día de hoy que aún es tiempo, para que vengan de parte de Dios perdón para tus pecados y tiempos de refrigerio, Dios te ama, el te quiere a su lado, el no quiere que perezcas en las llamas de la eternidad” sin embargo el se volvió a burlar.
Y de pronto el inmenso dolor lo volvía a su realidad.
Y él con otro grito de horror decía ¡Dios, Dios! ¿Por qué no le hice caso al viejecito que me hablaba de Jesucristo?
En eso oyó una carcajada, y una voz cavernosa que le decía, deja de nombrar a Dios en este lugar ya que aquí vas a estar por toda la eternidad.
¿En qué lugar estaba? Marcos 9:43-48 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Como también lo describe Isaías 66:24 Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.
Efectivamente estaba en el infierno. Palabra que muchos novelistas, escritores, filósofos y aun incluso religiosos la han mirado como ficción.
Sin embargo lo que está palabra describe ha quedado a manera de advertencia, y de manera tajante plasmada en la Biblia.
Infierno, palabra que en muchas ocasiones se utiliza para espantar a las personas, especialmente a los niños.
Infierno, una palabra que cuando la escucha el adulto, el incrédulo, el que anda en mal camino, se ríe de ella, ya que no creen que en realidad exista, piensan algunos que fue inventada para atraer a las personas a la iglesia.
Infierno, una palabra que no es grato hablar de ella y que sin embargo es necesario, ya que de una o de otra manera quedó registrada en la escritura, y si quedó registrada es que el Señor dueño de la iglesia algo nos quiere decir o advertir, y más vale que hagamos caso, no sea que nos hagamos disfrutando del cielo y despertemos radicando en el infierno.
¿Cómo nos llegó esa palabra?
El infierno (71-504)
En la divina comedia, obra del poeta italiano Dante Alighieri, el autor nos dice que cuando el y Virgilio, quién le servía de guía y le iba explicando todo lo que veían, llegaron a las puertas del infierno, allí, a la entrada, leyeron un rótulo que decía:
“Cuantos por estas puertas entréis a este lugar, perded toda esperanza”
Infierno es un término que nos viene del latín “infernus”, y que significa “la parte de abajo”.
No es realmente una palabra que aparezca en el vocabulario bíblico.
Entonces ¿Cómo es que esta palabra entró al vocabulario de la Biblia? Hay dos palabras, Seol en el Antiguo Testamento y Hades en el Nuevo Testamento, que se corresponden entre sí.
Ambas se refieren en términos generales, a la morada de los muertos.
Estas palabras, hebrea la una y griega la otra, no tienen términos correspondientes en los otros idiomas y los traductores de la Biblia las han traducido de varias maneras diferentes
En el siglo IV, Jerónimo, uno de los llamados Padres de la iglesia y prominente teólogo cristiano, se dedicó a la gran tarea de traducir toda la Biblia al latín traducción que se popularizó a tal grado que se llegó a conocer como la Vulgata Latina.
Cuando Jerónimo encontró los términos “Seol” y “Hades”, no halló en su propia lengua las palabras que pudieran ser la traducción directa y exacta de dichos vocablos.
En su mente, él asoció, al igual que muchos otros comentaristas, la idea de fuego con el lugar de castigo eterno de los impíos.
Y como en esos tiempos también prevalecía la noción de que lo que había en el centro de la tierra era fuego, Jerónimo consideró adecuado traducir en muchos de los casos las palabras “Seol” y “Hades” por la palabra “Infernus” o, infierno, en castellano.
Esta es la explicación histórica de la incorporación de la palabra infierno en el vocabulario de las traducciones que de la Biblia se han hecho a los otros idiomas.
Entonces aunque el término “Infierno” no es originalmente bíblico, si describe perfectamente bien la doctrina del castigo o del tormento eterno de los inconversos. (Adolfo Robleto)
Infierno proviene del latín inferior, y Geenna representa el termino hebreo Ge-hinon (El valle de Tofet) el cuál es un lugar maldito dónde ciertos israelitas y sus reyes infieles habían quemado vivos a sus hijos e hijas en honor a Moloc. 2do. Libro de Reyes 23:10 Asimismo profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasase su hijo o su hija por fuego a Moloc.
Al parecer en la época de Cristo, se quemaban allí las basuras de Jerusalén. Jesús empleo el término de Gehena para hablar del fuego del infierno.
¿Qué hay en el infierno?
Sé podrá tal vez encontrar de todo lo relacionado a la maldad, al horror, a lo indescriptible, pero no se podrá encontrar jamás a Dios ahí, ninguna cosa santa, ni bondad, ni amor, ni misericordia, ni consuelo, ya que los que ahí residen están muertos espiritualmente hablando, y la Biblia nos enseña que la muerte espiritual bien lejos de ser la ausencia de la existencia, es la separación de Dios y por ende la privación de la única y verdadera felicidad.
Los que lleguen a caer al infierno, no tendrán alegría, no volverá a mirar una sonrisa, únicamente le rodeara la maldad, olores fétidos, no se verá la luz que Dios da, únicamente se verán y se sentirán las llamas, no habrá satisfacción alguna, ya que serán privados de su libertad y quedarán presos en el abismo del infierno, y al estar en ese lugar automáticamente se queda fuera de la gracia de Dios.
No habrá quien lo aliente, lo anime, lo consuele, lo fortalezca, no podrá sentir ninguna caricia de afecto, de amor, ya que en el infierno lo único que abunda es la soledad, maldad, podredumbre. Y quien si estará será el príncipe de las tinieblas, y no precisamente con su mameluco rojo, sus cuernos y su tridente, el era hermoso, pero tenga la seguridad que el pecado deformo su belleza para dar paso a esa bestia horrible llamada satanás.
Imagine un lugar sin Dios, así es el infierno.
¿Cómo es?
Mateo 18:8 el fuego eterno.
Marcos 9:43 infierno, al fuego que no puede ser apagado,
Marcos 9:44 donde el gusano de ellos no muere,
Apocalipsis 14:10 y será atormentado con fuego y azufre.
Apocalipsis 14:11 Y no tienen reposo de día ni de noche.
Apocalipsis 14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 20:10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 20:14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego.
Mateo 13:42 y los echarán en el horno de fuego allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mateo 8:12 mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera allí será el lloro y el crujir de dientes.
Si a esto le agregamos relatos de personas que dicen que han ido al infierno y regresado, relatos tan espeluznantes, que describen con lujo de detalles de cómo son atormentados los que ahí moran, que cuando uno escucha, sin estar aun en el infierno nos comienzan a crujir los dientes.
Relatan de personas asistían incluso a la iglesia, y que ahora están siendo atormentadas por satanás por no perdonar, y esa falta de perdón les lleno de amargura la cual les orillo al asesinato, a destruir su hogar, personas a las cuales les arrancan a tiras la piel, y al quitarles la piel sus huesos se ven negros por el fuego que los consume.
Jóvenes que una y otra vez se alejaban de Cristo para ir a los vicios y placeres de la vida y ahora estaban siendo atormentados en medio de una jauría numerosa de demonios, a los cuales los golpeaban, los despellejaban, los consumían en las llamas, gritaban pidiendo misericordia y nadie los escuchaba y lo único que recibían era palabras llenas de odio.
Relatos en donde narran que miraron a los que practicaron todo tipo de hechicerías y no se arrepintieron y hoy su carne es comida constantemente por gusanos,
Relatos en donde narran que miraron a muchos jovencitos y señoritas, que rebelándose contra la autoridad de sus padres, se levantaron contra ellos, alejándose del cristianismo y vivir una vida sin autoridad que les vigilase, y de ese modo se deslizaron a los afanes y placeres de este mundo, llevando vida de fornicación, y de vicio. Los cuales ahora son atormentados día y noche en llamas de fuego, y gritan que quieren la muerte y no pueden morir.
En lo personal a mi me impresionó aquel relato que,
Podemos leer en la vida de Ricardo de Santa Ana:
En su ciudad, había dos estudiantes uno que había abrazado el cristianismo y que sin embargo se había alejado siguiendo los placeres de este mundo, y el otro que de igual modo le habían compartido pero había rechazado la gracia divina.
De modo que ambos eran viciosos y dados a los escándalos. Una noche se encontraban en una casa de mala reputación.
Después de algún tiempo, uno de ellos dijo al otro: "Vámonos. Ya he tenido bastante por hoy.
“No me siento bien se que estoy haciendo lo malo, algo en mi corazón me dice que ya no debo continuar así. Y que de seguir así me arrepentiré eternamente. Y el otro respondió: "Yo aún no he tenido bastante." Y a mí no me dice nada mi corazón.
El que había dejado el cristianismo se marchó y fue a su casa, sintiéndose incómodo por la vida que hoy llevaba.
Se iba a acostar y entonces se acordó de la oración diaria que acostumbraba a hacer en compañía de sus padres. “Padre perdona nuestras ofensas, como nosotros también perdonamos a los que nos ofenden” A pesar de que no sentía ninguna inclinación para esta oración, esa noche empezó este acto con todo su corazón.
Apenas había acabado cuando oyó que llamaban a la puerta. Una segunda y una tercera vez oyó los golpes, pero no deseaba responder, ya que estaba hecho un mar de lágrimas por su sincero arrepentimiento.
De pronto, el compañero que había dejado poco antes en la casa de mala reputación entró en el cuarto, ¡con la puerta cerrada! Había un silencio sepulcral. Entonces, su compañero dijo: "¿No me reconoces?"
En verdad, el joven que acababa de hacer su oración, replicó: "Ver tu cara y oír tu voz me dice que eres el compañero de parranda que he dejado hace unos momentos pero tu repentina y sorprendente aparición aquí me hace dudar."
El misterioso visitante exhaló un largo suspiro. "No", dijo, "mientras estábamos en la casa de mala reputación, ignorando todo temor de Dios, Satán nos llevó ante el divino Tribunal y proclamó una sentencia de condenación contra nosotros dos.
El Soberano Juez dictó sentencia y era ya sólo cuestión de ejecutarla, pero Jesucristo, tu abogado, intercedió a tu favor en el mismo momento en que tú Lo invocabas.
De tal manera que tu juicio ha quedado diferido, pero el mío ha sido ejecutado porque cuando abandoné la casa donde cometí mi último crimen, fui estrangulado: el diablo tomó mi alma de mi cuerpo y la llevó al infierno, donde ahora arde. Y soy de manera terrible atormentado"
Diciendo esto, descubrió su pecho y lo mostró comido por los gusanos y devorado por fuego. Luego, dejando un terrible hedor, desapareció lanzando fuertes alaridos.
El joven que había sido salvado por Nuestro Señor Jesucristo, permaneció en una especie de estupor, hasta que de pronto oyó las alabanzas que provenían de una iglesia cercana. No pudo dormir. Al amanecer, fue a la iglesia, lanzándose de rodillas sobre el altar y ahí abriendo su corazón se entregó a Cristo, no sin antes haberle comentado al pastor lo que había sucedido la noche anterior.
El pastor tuvo dificultades para creer lo que le estaban diciendo, así que fue al lugar donde el estrangulamiento había tenido lugar. Entonces él encontró el cadáver, del otro joven con una mueca espantosa de terror, yaciendo en el suelo.
El pastor pasmado por lo acontecido, le aclaró que no había sido una aparición de su compañero de parranda, sino una revelación divina, de lo que le podría pasar si el no se arrepentía de todo su corazón.
Estos sucesos fueron vívidamente testificados por Ricardo, que entonces tenía 19 años. Allá por los años 1600
Un autentico temor al infierno a echado a muchos al cielo.
Ahora bien, debemos saber que el infierno no fue creado en ninguna manera para el ser humano, fue creado para el diablo y sus ángeles Mateo 25:41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Entonces, si fue creado para el diablo y sus ángeles ¿No hay ningún ser humano, ahí? ¿No hay ninguna posibilidad de que vayamos a parar ahí?
Está respuesta quisiera evadirla, sin embargo no es posible, ya que la biblia nos dice que si hay personas no tanto porque Dios las quiso echar sino que ellas lo escogieron: Judas 1:5-7 Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. 1:6 Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día 7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
Primero nos habla de los que no creyeron, luego de ángeles que no guardaron su dignidad, y por último nos habla de personas que se pervirtieron como fueron las habitantes de Sodoma y Gomorra.
Pecado infierno (CAT. Net)
El pecado ha crucificado a Cristo: el pecado es terrible, terrible: un Dios crucificado, azotado, escupido, golpeado terrible.
No hay palabras el corazón prefiere callar: sólo el amor de un Dios pudo permitir esto a los hombres: realmente los amaba ¿Pero todavía puede un hombre condenarse cuando Dios lo ama tanto? ¿Habrá realmente gente en el infierno?
Sí, sí consta que hay gente allí: hay ángeles convertidos en demonios lo lógico es que también haya hombres si se quiere, únicamente los que despreciaron hasta el final el amor y la redención.
El pecado dispara al hombre hacía el infierno, lo arroja del Paraíso por donde pasa deja una desolación de muerte, arrasa con todo, mata todo brote de vida sólo si pasa detrás la sangre de Cristo, ese valle de muerte recupera su esplendor.
El paso del pecado por un alma es desolador, pero el paso de Cristo Redentor por la misma alma resucita todo: ‘Yo soy la resurrección y la vida’. Muchas almas se parecen a Sodoma después del fuego del cielo: se eleva de sus ruinas el hedor de los cadáveres y el humo de los tizones.
Isaías 66:24 Nos lo describe Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.
¿Quiénes van allí? Los idolatras, los adoradores de satanás. Usted puede mirar a algunos de ellos, los seguidores de Marilyn Monson, los Darketos, los brujos, los hechiceros, los magos, los adivinos, los espiritistas, los que consultan a los muertos, los videntes, los que leen las cartas para adivinar la suerte y otros más que de manera abierta o encubierta le rinden culto a satanás.
Apocalipsis 14:9-11 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero 11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
Sin embargo hay otro grupo de personas que también van a ir, aunque sus obras no sean tan grotescas como los anteriores que cité, este caso se que es muy arriesgado decirlo, sin embargo no lo digo yo, lo dice el Señor aquel que esconde sus talentos y no los pone al servicio de Dios. ¿No me cree? Mateo 25:24-30 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste 25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra aquí tienes lo que es tuyo. 26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. 29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera allí será el lloro y el crujir de dientes.
Si Dios le dio talentos ¿Qué espera para ponerlos a trabajar? Es que no se cuál es mi talento, pues entre tanto lo descubre ¿Por qué no mientras lleva personas a los pies de Cristo? La gente floja, la gente perezosa en los asuntos de Dios se va a quedar.
Por cierto si no sabe en que servir, ¿Ya se inscribió al curso de servicio que inicia el próximo sábado? O de plano no le interesa servir.
Jeremías 2:19-20 Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos. 20 Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré
¿A poco los hijos del reino se van al infierno?
Mateo 8:12 mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera allí será el lloro y el crujir de dientes.
¿Quiénes más? Los que no hacen misericordia, los que no son generosos, los egoístas Mateo 25: 41-46 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer tuve sed, y no me disteis de beber 43 fui forastero, y no me recogisteis estuve desnudo, y no me cubristeis enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
¿Quiénes más? Los que practican el pecado y no se arrepienten: Marcos
9:43-48 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 9:48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Yo, ya pequé, ¿Entonces me voy a ir al infierno? Mire Dios tiene dos maneras de tratar con el pecador o lo castiga o lo perdona.
¿Cómo saber si e sido perdonado? La Biblia dice en 1era. De Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
¿Y, si no me ha perdonado? Eso se sabrá en la eternidad, sin embargo el tener duda si he sido o no perdonado, eso no da motivo para seguir en la vida de pecado, más nos vale que si le hemos fallado a Dios redoblar esfuerzos para andar en santidad, ya que sin ella nadie verá al Señor.
¿Quiénes más? Los que no están inscritos en el libro de la vida: Apocalipsis 20:11-15 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Por, el momento ahí le dejamos en quienes se van.
Miremos que algunos sin irse ya están viviendo en el infierno, por ejemplo en los hogares en dónde no hay perdón, si no hay perdón, hay rencor, y si hay rencor hay amargura, y es entonces cuando ese hogar se convierte en un verdadero infierno, por los constantes reproches, los cuales les llevan a herirse con palabras altisonantes que muchas veces dan paso a los golpes, y no nada más hablo de los cónyuges, sino también de los hijos que mucho colaboran en que el hogar sea un infierno terrenal, al desobedecer, al enviciarse, al levantarse contra sus padres, o insultarse o golpearse con sus mismos hermanos.
No se necesita ir al infierno para experimentarlo en vida, la ira del prójimo es el mismísimo infierno, la falta de perdón lo mismo.
Infierno o cielo
Según cuenta un antiguo relato japonés, de un belicoso samurái que en una ocasión desafió a un maestro zen a que le explicara el concepto de cielo e infierno.
Pero el monje respondió con desdén al samurái diciendole:
- "no eres más que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!".
Herido en lo más profundo de su ser, el samurái se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó:
- "podría matarte por tu impertinencia".
- eso, repuso el monje con calma, "es el infierno".
Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro le señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el samurái se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección.
- y eso, añadió el monje, "es el cielo".
Muchas personas han experimentado el infierno en vida, precisamente por su forma de vivir, lamentablemente muchos no han hecho caso a tiempo, e incluso se han burlado de Dios mismo como le pasó a Voltaire, quién pasó su vida burlándose y atacando todo lo referente a Dios, sin embargo al momento de su agonía como pedía a gritos ser atendido por un ministro cristiano.
Voltaire fue, sin duda, el ateo de más talento que el mundo ha conocido. Escribió 250 publicaciones, la mayor parte de ellas contra el cristianismo. Es lógico pensar que un hombre tan inteligente debería permanecer fiel a sus convicciones a la hora de la muerte pero no fue así.
Se sabe que dejó una declaración firmada en la que pedía a Dios perdón por sus pecados. Decía que había sido abandonado por Dios y por los hombres. Durante los días que precedieron a su muerte gritaba: "¡Oh Cristo! ¡Oh Jesucristo!" para romper casi inmediatamente en blasfemias. Su médico y la enfermera Marchal de Richelieu salieron del cuarto porque dijeron que no podían ver una muerte tan horrible, con razón se ha dicho que la hora de la muerte es la hora de la verdad.
Voltaire y el infierno (53-501)
Voltaire rechazó la idea de Dios, la inspiración de la Biblia y, por consiguiente, la existencia del infierno pero nunca pudo probar sus afirmaciones, y cuando un amigo le escribió diciéndole que estaba seguro de que el infierno no existía Voltaire le replicó: “Lo felicito, no soy tan afortunado como usted”.
Se dice que cerca de la hora de su muerte, dijo:
Ofrezco una fortuna por seis meses de vida.
El doctor le respondió:
¿Seis meses? ¡Usted no vivirá ni seis semanas!
Entonces iré al infierno y usted conmigo, dijo Voltaire, cuyos últimos momentos fueron tan espantosos que no es posible describir.
He aquí el trágico final de este último relatado por un testigo directo:
(Internet la muerte como encuentro con Dios el Padre en la eternidad www.geocities.com/apostolevs/LAMUERTE)
Es la muerte de los grandes impíos, de los grandes incrédulos, de los grandes enemigos de la Iglesia la muerte de los que no se han contentado con ser malos, sino, que además han sido apóstoles del mal, han sembrado semilla de pecado, han procurado arrastrar a la condenación al mayor número posible de almas. Esta es la muerte de los grandes impíos, de los grandes herejes enemigos de la Iglesia.
La muerte suele ser un reflejo de la vida, salvo rarísimas excepciones... Esta fue la muerte de VOLTAIRE, "el de las grandes carcajadas", quien afirmaba que la Iglesia debía ser aplastada por ser una institución "radicalmente infame": "Yo estoy cansado de oír que a CRISTO le bastaron doce hombres para fundar una Iglesia y conquistar el mundo. Voy a demostrar que basta uno sólo para destruir la Iglesia de CRISTO". ¡Pobre! el destruido fue él.
He aquí la declaración del médico TRONCHIN, protestante, que asistió en su última enfermedad al patriarca de los incrédulos modernos.
Va a decirnos él, personalmente, lo que vio:
"Poco tiempo antes de su muerte, Voltaire, en medio de furiosas agitaciones gritaba furibundamente: "Estoy abandonado de Dios, y de los hombres. Se mordía los dedos, hubiera querido yo, que todos los que han sido seducidos por sus libros, hubieran sido testigos de aquella muerte. No era posible presenciar semejante espectáculo".
La narración de La Marquesa de La Villeta, en cuya casa murió (Francisco M Arouet) Voltaire la noche del 30 al 31 de mayo de 1778, a los ochenta y cuatro años de edad. Es impresionante:
Fue un hombre impío y blasfemo... Murió con horribles manifestaciones de desesperación, bebiéndose sus propios excrementos, como cuenta la misma marquesa de Villeta, que presenció sus últimos momentos escribe textualmente:
"Nada más verdadero que cuanto dice TRONCHIN -el médico, cuyas declaraciones acabo de leer- afirma sobre los mismos instantes de Voltaire. Lanzaba gritos desaforados, se revolvía, se le crispaban las manos, se laceraba con las uñas. Pocos minutos antes de expirar llamó al abate GUALTIER. Varias veces quiso que hicieran venir un Ministro de Jesucristo.
Sin embargo, los amigos de Voltaire, que estaban en casa, se opusieron bajo el temor de que la presencia de un ministro que recibiera los suspiros de su patriarca, derrumbara la obra de su filosofía y disminuyera sus adeptos. Al acercarse el fatal momento, una redoblada desesperación se apoderó del moribundo.
Gritaba diciendo que sentía una mano invisible que le arrastraba ante el Tribunal de DIOS. Invocaba con gritos espantosos a aquel CRISTO que él había combatido durante toda su vida maldecía a sus compañeros de impiedad después, profería injurias al cielo una vez y otra finalmente, para calmar la ardiente sed que lo devoraba llevose sus excrementos a la boca. Lanzó un último grito y expiro entre inmundicias y la sangre que le salía de la boca y de la nariz".
Como dice Isaías 57:21 No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.
Considero que más nos vale alumbrarnos con la luz de Cristo, que con las llamas del infierno ¿No lo cree usted así?
Isaías 50:10-11 ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios. 11 He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y os rodeáis de teas andad a la luz de vuestro fuego, y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto en dolor seréis sepultados.
No tenemos alternativa
O morimos como Esteban viendo la gloria de Dios, o morimos como Voltaire viendo y viviendo el horror del infierno.
Usted y yo escogemos: Santidad o pecado, Cielo o infierno.
En aquel entonces se nos dirá una de dos cosas:
Mateo 25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
O Mateo 25:41 Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
No nos engañemos, Dios no puede ser burlado lo que el hombre sembrare eso también segara.
Jeremías 2:19 JCHR
San Mateo
Se despertó con un grito de terror el cuál irrumpió de manera abrupta el reinante silencio de aquella noche, el dolor, el ardor que sintió en su cuerpo era inimaginable, inaguantable, jamás en su vida había sentido lo que ahora estaba sintiendo.
Era tal su dolor qué no podía siquiera abrir los ojos, sin embargo haciendo un esfuerzo sobrehumano comenzó a abrirlos muy pero muy lentamente, algo muy dentro de su corazón le decía lo que iba a mirar, el estaba convencido que era lo que le estaba ocurriendo.
Cuando terminó de abrir los ojos, contempló horrorizado su triste realidad, lo que había imaginado ahora era verdad, de manera que lanzó un grito más desgarrador que el primero, un grito fuera de lo usual, un grito surgido desde las fibras más sensibles de su corazón, un grito lleno de dolor, de angustia, de terror, de pánico, un grito nunca antes dado.
No era ficción, ni nada imaginario, era verdad, lo que estaban viendo sus ojos, lo que estaba sintiendo su cuerpo.
Efectivamente su cuerpo ¡Estaba siendo abrazado, calcinado estaba ardiendo en llamas!
Era tal la impresión, era tal el dolor qué por momentos quedaba inconsciente, sin embargo para su pesar volvía a despertar y a su vez experimentar el dolor de ser quemado.
Al volver a abrir los ojos, quedaba pasmado al mirar como su piel se derretía en medio de las llamas, y al mirarlo pensaba que pronto su agonía terminaría, pero para su asombro la carne consumida volvía a reencarnar, y nuevamente más y más gritos de dolor y de pánico.
Sin embargo, esta vez sus horrorizados ojos vieron, no nada más las llamas, sino gusanos que comenzaban a devorar su cuerpo, el miraba como los gusanos devoraban sus extremidades, sus pies, sus dedos, sus manos, sus brazos, y una vez más el dolor volvía de manera insoportable.
Para su asombro la carne devorada por los gusanos volvía una y otra vez a su estado normal, pero el dolor cada vez era más intenso, no cesaba ni un solo instante, y, él, crujiendo los dientes gritaba ¿Por qué a mí? ¿Por qué Dios me hace esto a mí? ¿Por qué me ha enviado a este lugar? ¿Acaso no es un Dios de amor? ¿En dónde está mi esposa, mis hijos?
¿En dónde están mis amigos, mis familiares?
Entonces el comenzó a recordar, que desde hace algún tiempo le venían hablando del evangelio, de las buenas nuevas, de Jesucristo.
Le animaban a dejar el camino del pecado, le animaban a que se acercará a Dios, que fuera a la iglesia antes de que fuera demasiado tarde.
Sin embargo él había rechazado vez tras vez las invitaciones para convertirse al cristianismo.
Con inmenso dolor recordó, como todavía el día de ayer un viejecito con rostro bondadoso, le exhortaba a recibir a Cristo en su corazón, y como él de manera majadera aparte de rechazarlo, lo humilló burlándose se su aspecto y de sus creencias, Diciéndole “viejo decrepito usted es un santurrón y me viene a predicar a Cristo, porque usted ya no puede divertirse como yo” “váyase al diablo, con su biblia y sus creencias”
Con lágrimas en los ojos recordó como a pesar de ser majadero, el viejecito le dijo “Hijito arrepiente el día de hoy que aún es tiempo, para que vengan de parte de Dios perdón para tus pecados y tiempos de refrigerio, Dios te ama, el te quiere a su lado, el no quiere que perezcas en las llamas de la eternidad” sin embargo el se volvió a burlar.
Y de pronto el inmenso dolor lo volvía a su realidad.
Y él con otro grito de horror decía ¡Dios, Dios! ¿Por qué no le hice caso al viejecito que me hablaba de Jesucristo?
En eso oyó una carcajada, y una voz cavernosa que le decía, deja de nombrar a Dios en este lugar ya que aquí vas a estar por toda la eternidad.
¿En qué lugar estaba? Marcos 9:43-48 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Como también lo describe Isaías 66:24 Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.
Efectivamente estaba en el infierno. Palabra que muchos novelistas, escritores, filósofos y aun incluso religiosos la han mirado como ficción.
Sin embargo lo que está palabra describe ha quedado a manera de advertencia, y de manera tajante plasmada en la Biblia.
Infierno, palabra que en muchas ocasiones se utiliza para espantar a las personas, especialmente a los niños.
Infierno, una palabra que cuando la escucha el adulto, el incrédulo, el que anda en mal camino, se ríe de ella, ya que no creen que en realidad exista, piensan algunos que fue inventada para atraer a las personas a la iglesia.
Infierno, una palabra que no es grato hablar de ella y que sin embargo es necesario, ya que de una o de otra manera quedó registrada en la escritura, y si quedó registrada es que el Señor dueño de la iglesia algo nos quiere decir o advertir, y más vale que hagamos caso, no sea que nos hagamos disfrutando del cielo y despertemos radicando en el infierno.
¿Cómo nos llegó esa palabra?
El infierno (71-504)
En la divina comedia, obra del poeta italiano Dante Alighieri, el autor nos dice que cuando el y Virgilio, quién le servía de guía y le iba explicando todo lo que veían, llegaron a las puertas del infierno, allí, a la entrada, leyeron un rótulo que decía:
“Cuantos por estas puertas entréis a este lugar, perded toda esperanza”
Infierno es un término que nos viene del latín “infernus”, y que significa “la parte de abajo”.
No es realmente una palabra que aparezca en el vocabulario bíblico.
Entonces ¿Cómo es que esta palabra entró al vocabulario de la Biblia? Hay dos palabras, Seol en el Antiguo Testamento y Hades en el Nuevo Testamento, que se corresponden entre sí.
Ambas se refieren en términos generales, a la morada de los muertos.
Estas palabras, hebrea la una y griega la otra, no tienen términos correspondientes en los otros idiomas y los traductores de la Biblia las han traducido de varias maneras diferentes
En el siglo IV, Jerónimo, uno de los llamados Padres de la iglesia y prominente teólogo cristiano, se dedicó a la gran tarea de traducir toda la Biblia al latín traducción que se popularizó a tal grado que se llegó a conocer como la Vulgata Latina.
Cuando Jerónimo encontró los términos “Seol” y “Hades”, no halló en su propia lengua las palabras que pudieran ser la traducción directa y exacta de dichos vocablos.
En su mente, él asoció, al igual que muchos otros comentaristas, la idea de fuego con el lugar de castigo eterno de los impíos.
Y como en esos tiempos también prevalecía la noción de que lo que había en el centro de la tierra era fuego, Jerónimo consideró adecuado traducir en muchos de los casos las palabras “Seol” y “Hades” por la palabra “Infernus” o, infierno, en castellano.
Esta es la explicación histórica de la incorporación de la palabra infierno en el vocabulario de las traducciones que de la Biblia se han hecho a los otros idiomas.
Entonces aunque el término “Infierno” no es originalmente bíblico, si describe perfectamente bien la doctrina del castigo o del tormento eterno de los inconversos. (Adolfo Robleto)
Infierno proviene del latín inferior, y Geenna representa el termino hebreo Ge-hinon (El valle de Tofet) el cuál es un lugar maldito dónde ciertos israelitas y sus reyes infieles habían quemado vivos a sus hijos e hijas en honor a Moloc. 2do. Libro de Reyes 23:10 Asimismo profanó a Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para que ninguno pasase su hijo o su hija por fuego a Moloc.
Al parecer en la época de Cristo, se quemaban allí las basuras de Jerusalén. Jesús empleo el término de Gehena para hablar del fuego del infierno.
¿Qué hay en el infierno?
Sé podrá tal vez encontrar de todo lo relacionado a la maldad, al horror, a lo indescriptible, pero no se podrá encontrar jamás a Dios ahí, ninguna cosa santa, ni bondad, ni amor, ni misericordia, ni consuelo, ya que los que ahí residen están muertos espiritualmente hablando, y la Biblia nos enseña que la muerte espiritual bien lejos de ser la ausencia de la existencia, es la separación de Dios y por ende la privación de la única y verdadera felicidad.
Los que lleguen a caer al infierno, no tendrán alegría, no volverá a mirar una sonrisa, únicamente le rodeara la maldad, olores fétidos, no se verá la luz que Dios da, únicamente se verán y se sentirán las llamas, no habrá satisfacción alguna, ya que serán privados de su libertad y quedarán presos en el abismo del infierno, y al estar en ese lugar automáticamente se queda fuera de la gracia de Dios.
No habrá quien lo aliente, lo anime, lo consuele, lo fortalezca, no podrá sentir ninguna caricia de afecto, de amor, ya que en el infierno lo único que abunda es la soledad, maldad, podredumbre. Y quien si estará será el príncipe de las tinieblas, y no precisamente con su mameluco rojo, sus cuernos y su tridente, el era hermoso, pero tenga la seguridad que el pecado deformo su belleza para dar paso a esa bestia horrible llamada satanás.
Imagine un lugar sin Dios, así es el infierno.
¿Cómo es?
Mateo 18:8 el fuego eterno.
Marcos 9:43 infierno, al fuego que no puede ser apagado,
Marcos 9:44 donde el gusano de ellos no muere,
Apocalipsis 14:10 y será atormentado con fuego y azufre.
Apocalipsis 14:11 Y no tienen reposo de día ni de noche.
Apocalipsis 14:11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 20:10 Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Apocalipsis 20:14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego.
Mateo 13:42 y los echarán en el horno de fuego allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mateo 8:12 mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera allí será el lloro y el crujir de dientes.
Si a esto le agregamos relatos de personas que dicen que han ido al infierno y regresado, relatos tan espeluznantes, que describen con lujo de detalles de cómo son atormentados los que ahí moran, que cuando uno escucha, sin estar aun en el infierno nos comienzan a crujir los dientes.
Relatan de personas asistían incluso a la iglesia, y que ahora están siendo atormentadas por satanás por no perdonar, y esa falta de perdón les lleno de amargura la cual les orillo al asesinato, a destruir su hogar, personas a las cuales les arrancan a tiras la piel, y al quitarles la piel sus huesos se ven negros por el fuego que los consume.
Jóvenes que una y otra vez se alejaban de Cristo para ir a los vicios y placeres de la vida y ahora estaban siendo atormentados en medio de una jauría numerosa de demonios, a los cuales los golpeaban, los despellejaban, los consumían en las llamas, gritaban pidiendo misericordia y nadie los escuchaba y lo único que recibían era palabras llenas de odio.
Relatos en donde narran que miraron a los que practicaron todo tipo de hechicerías y no se arrepintieron y hoy su carne es comida constantemente por gusanos,
Relatos en donde narran que miraron a muchos jovencitos y señoritas, que rebelándose contra la autoridad de sus padres, se levantaron contra ellos, alejándose del cristianismo y vivir una vida sin autoridad que les vigilase, y de ese modo se deslizaron a los afanes y placeres de este mundo, llevando vida de fornicación, y de vicio. Los cuales ahora son atormentados día y noche en llamas de fuego, y gritan que quieren la muerte y no pueden morir.
En lo personal a mi me impresionó aquel relato que,
Podemos leer en la vida de Ricardo de Santa Ana:
En su ciudad, había dos estudiantes uno que había abrazado el cristianismo y que sin embargo se había alejado siguiendo los placeres de este mundo, y el otro que de igual modo le habían compartido pero había rechazado la gracia divina.
De modo que ambos eran viciosos y dados a los escándalos. Una noche se encontraban en una casa de mala reputación.
Después de algún tiempo, uno de ellos dijo al otro: "Vámonos. Ya he tenido bastante por hoy.
“No me siento bien se que estoy haciendo lo malo, algo en mi corazón me dice que ya no debo continuar así. Y que de seguir así me arrepentiré eternamente. Y el otro respondió: "Yo aún no he tenido bastante." Y a mí no me dice nada mi corazón.
El que había dejado el cristianismo se marchó y fue a su casa, sintiéndose incómodo por la vida que hoy llevaba.
Se iba a acostar y entonces se acordó de la oración diaria que acostumbraba a hacer en compañía de sus padres. “Padre perdona nuestras ofensas, como nosotros también perdonamos a los que nos ofenden” A pesar de que no sentía ninguna inclinación para esta oración, esa noche empezó este acto con todo su corazón.
Apenas había acabado cuando oyó que llamaban a la puerta. Una segunda y una tercera vez oyó los golpes, pero no deseaba responder, ya que estaba hecho un mar de lágrimas por su sincero arrepentimiento.
De pronto, el compañero que había dejado poco antes en la casa de mala reputación entró en el cuarto, ¡con la puerta cerrada! Había un silencio sepulcral. Entonces, su compañero dijo: "¿No me reconoces?"
En verdad, el joven que acababa de hacer su oración, replicó: "Ver tu cara y oír tu voz me dice que eres el compañero de parranda que he dejado hace unos momentos pero tu repentina y sorprendente aparición aquí me hace dudar."
El misterioso visitante exhaló un largo suspiro. "No", dijo, "mientras estábamos en la casa de mala reputación, ignorando todo temor de Dios, Satán nos llevó ante el divino Tribunal y proclamó una sentencia de condenación contra nosotros dos.
El Soberano Juez dictó sentencia y era ya sólo cuestión de ejecutarla, pero Jesucristo, tu abogado, intercedió a tu favor en el mismo momento en que tú Lo invocabas.
De tal manera que tu juicio ha quedado diferido, pero el mío ha sido ejecutado porque cuando abandoné la casa donde cometí mi último crimen, fui estrangulado: el diablo tomó mi alma de mi cuerpo y la llevó al infierno, donde ahora arde. Y soy de manera terrible atormentado"
Diciendo esto, descubrió su pecho y lo mostró comido por los gusanos y devorado por fuego. Luego, dejando un terrible hedor, desapareció lanzando fuertes alaridos.
El joven que había sido salvado por Nuestro Señor Jesucristo, permaneció en una especie de estupor, hasta que de pronto oyó las alabanzas que provenían de una iglesia cercana. No pudo dormir. Al amanecer, fue a la iglesia, lanzándose de rodillas sobre el altar y ahí abriendo su corazón se entregó a Cristo, no sin antes haberle comentado al pastor lo que había sucedido la noche anterior.
El pastor tuvo dificultades para creer lo que le estaban diciendo, así que fue al lugar donde el estrangulamiento había tenido lugar. Entonces él encontró el cadáver, del otro joven con una mueca espantosa de terror, yaciendo en el suelo.
El pastor pasmado por lo acontecido, le aclaró que no había sido una aparición de su compañero de parranda, sino una revelación divina, de lo que le podría pasar si el no se arrepentía de todo su corazón.
Estos sucesos fueron vívidamente testificados por Ricardo, que entonces tenía 19 años. Allá por los años 1600
Un autentico temor al infierno a echado a muchos al cielo.
Ahora bien, debemos saber que el infierno no fue creado en ninguna manera para el ser humano, fue creado para el diablo y sus ángeles Mateo 25:41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Entonces, si fue creado para el diablo y sus ángeles ¿No hay ningún ser humano, ahí? ¿No hay ninguna posibilidad de que vayamos a parar ahí?
Está respuesta quisiera evadirla, sin embargo no es posible, ya que la biblia nos dice que si hay personas no tanto porque Dios las quiso echar sino que ellas lo escogieron: Judas 1:5-7 Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. 1:6 Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día 7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.
Primero nos habla de los que no creyeron, luego de ángeles que no guardaron su dignidad, y por último nos habla de personas que se pervirtieron como fueron las habitantes de Sodoma y Gomorra.
Pecado infierno (CAT. Net)
El pecado ha crucificado a Cristo: el pecado es terrible, terrible: un Dios crucificado, azotado, escupido, golpeado terrible.
No hay palabras el corazón prefiere callar: sólo el amor de un Dios pudo permitir esto a los hombres: realmente los amaba ¿Pero todavía puede un hombre condenarse cuando Dios lo ama tanto? ¿Habrá realmente gente en el infierno?
Sí, sí consta que hay gente allí: hay ángeles convertidos en demonios lo lógico es que también haya hombres si se quiere, únicamente los que despreciaron hasta el final el amor y la redención.
El pecado dispara al hombre hacía el infierno, lo arroja del Paraíso por donde pasa deja una desolación de muerte, arrasa con todo, mata todo brote de vida sólo si pasa detrás la sangre de Cristo, ese valle de muerte recupera su esplendor.
El paso del pecado por un alma es desolador, pero el paso de Cristo Redentor por la misma alma resucita todo: ‘Yo soy la resurrección y la vida’. Muchas almas se parecen a Sodoma después del fuego del cielo: se eleva de sus ruinas el hedor de los cadáveres y el humo de los tizones.
Isaías 66:24 Nos lo describe Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.
¿Quiénes van allí? Los idolatras, los adoradores de satanás. Usted puede mirar a algunos de ellos, los seguidores de Marilyn Monson, los Darketos, los brujos, los hechiceros, los magos, los adivinos, los espiritistas, los que consultan a los muertos, los videntes, los que leen las cartas para adivinar la suerte y otros más que de manera abierta o encubierta le rinden culto a satanás.
Apocalipsis 14:9-11 Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero 11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
Sin embargo hay otro grupo de personas que también van a ir, aunque sus obras no sean tan grotescas como los anteriores que cité, este caso se que es muy arriesgado decirlo, sin embargo no lo digo yo, lo dice el Señor aquel que esconde sus talentos y no los pone al servicio de Dios. ¿No me cree? Mateo 25:24-30 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste 25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra aquí tienes lo que es tuyo. 26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. 28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. 29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera allí será el lloro y el crujir de dientes.
Si Dios le dio talentos ¿Qué espera para ponerlos a trabajar? Es que no se cuál es mi talento, pues entre tanto lo descubre ¿Por qué no mientras lleva personas a los pies de Cristo? La gente floja, la gente perezosa en los asuntos de Dios se va a quedar.
Por cierto si no sabe en que servir, ¿Ya se inscribió al curso de servicio que inicia el próximo sábado? O de plano no le interesa servir.
Jeremías 2:19-20 Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos. 20 Porque desde muy atrás rompiste tu yugo y tus ataduras, y dijiste: No serviré
¿A poco los hijos del reino se van al infierno?
Mateo 8:12 mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera allí será el lloro y el crujir de dientes.
¿Quiénes más? Los que no hacen misericordia, los que no son generosos, los egoístas Mateo 25: 41-46 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer tuve sed, y no me disteis de beber 43 fui forastero, y no me recogisteis estuve desnudo, y no me cubristeis enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.
¿Quiénes más? Los que practican el pecado y no se arrepienten: Marcos
9:43-48 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala mejor te es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 45 Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. 47 Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, 9:48 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Yo, ya pequé, ¿Entonces me voy a ir al infierno? Mire Dios tiene dos maneras de tratar con el pecador o lo castiga o lo perdona.
¿Cómo saber si e sido perdonado? La Biblia dice en 1era. De Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
¿Y, si no me ha perdonado? Eso se sabrá en la eternidad, sin embargo el tener duda si he sido o no perdonado, eso no da motivo para seguir en la vida de pecado, más nos vale que si le hemos fallado a Dios redoblar esfuerzos para andar en santidad, ya que sin ella nadie verá al Señor.
¿Quiénes más? Los que no están inscritos en el libro de la vida: Apocalipsis 20:11-15 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos y fueron juzgados cada uno según sus obras. 14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Por, el momento ahí le dejamos en quienes se van.
Miremos que algunos sin irse ya están viviendo en el infierno, por ejemplo en los hogares en dónde no hay perdón, si no hay perdón, hay rencor, y si hay rencor hay amargura, y es entonces cuando ese hogar se convierte en un verdadero infierno, por los constantes reproches, los cuales les llevan a herirse con palabras altisonantes que muchas veces dan paso a los golpes, y no nada más hablo de los cónyuges, sino también de los hijos que mucho colaboran en que el hogar sea un infierno terrenal, al desobedecer, al enviciarse, al levantarse contra sus padres, o insultarse o golpearse con sus mismos hermanos.
No se necesita ir al infierno para experimentarlo en vida, la ira del prójimo es el mismísimo infierno, la falta de perdón lo mismo.
Infierno o cielo
Según cuenta un antiguo relato japonés, de un belicoso samurái que en una ocasión desafió a un maestro zen a que le explicara el concepto de cielo e infierno.
Pero el monje respondió con desdén al samurái diciendole:
- "no eres más que un patán. ¡No puedo perder el tiempo con individuos como tú!".
Herido en lo más profundo de su ser, el samurái se dejó llevar por la ira, desenvainó su espada y gritó:
- "podría matarte por tu impertinencia".
- eso, repuso el monje con calma, "es el infierno".
Desconcertado al percibir la verdad en lo que el maestro le señalaba con respecto a la furia que lo dominaba, el samurái se serenó, envainó la espada y se inclinó, agradeciendo al monje la lección.
- y eso, añadió el monje, "es el cielo".
Muchas personas han experimentado el infierno en vida, precisamente por su forma de vivir, lamentablemente muchos no han hecho caso a tiempo, e incluso se han burlado de Dios mismo como le pasó a Voltaire, quién pasó su vida burlándose y atacando todo lo referente a Dios, sin embargo al momento de su agonía como pedía a gritos ser atendido por un ministro cristiano.
Voltaire fue, sin duda, el ateo de más talento que el mundo ha conocido. Escribió 250 publicaciones, la mayor parte de ellas contra el cristianismo. Es lógico pensar que un hombre tan inteligente debería permanecer fiel a sus convicciones a la hora de la muerte pero no fue así.
Se sabe que dejó una declaración firmada en la que pedía a Dios perdón por sus pecados. Decía que había sido abandonado por Dios y por los hombres. Durante los días que precedieron a su muerte gritaba: "¡Oh Cristo! ¡Oh Jesucristo!" para romper casi inmediatamente en blasfemias. Su médico y la enfermera Marchal de Richelieu salieron del cuarto porque dijeron que no podían ver una muerte tan horrible, con razón se ha dicho que la hora de la muerte es la hora de la verdad.
Voltaire y el infierno (53-501)
Voltaire rechazó la idea de Dios, la inspiración de la Biblia y, por consiguiente, la existencia del infierno pero nunca pudo probar sus afirmaciones, y cuando un amigo le escribió diciéndole que estaba seguro de que el infierno no existía Voltaire le replicó: “Lo felicito, no soy tan afortunado como usted”.
Se dice que cerca de la hora de su muerte, dijo:
Ofrezco una fortuna por seis meses de vida.
El doctor le respondió:
¿Seis meses? ¡Usted no vivirá ni seis semanas!
Entonces iré al infierno y usted conmigo, dijo Voltaire, cuyos últimos momentos fueron tan espantosos que no es posible describir.
He aquí el trágico final de este último relatado por un testigo directo:
(Internet la muerte como encuentro con Dios el Padre en la eternidad www.geocities.com/apostolevs/LAMUERTE)
Es la muerte de los grandes impíos, de los grandes incrédulos, de los grandes enemigos de la Iglesia la muerte de los que no se han contentado con ser malos, sino, que además han sido apóstoles del mal, han sembrado semilla de pecado, han procurado arrastrar a la condenación al mayor número posible de almas. Esta es la muerte de los grandes impíos, de los grandes herejes enemigos de la Iglesia.
La muerte suele ser un reflejo de la vida, salvo rarísimas excepciones... Esta fue la muerte de VOLTAIRE, "el de las grandes carcajadas", quien afirmaba que la Iglesia debía ser aplastada por ser una institución "radicalmente infame": "Yo estoy cansado de oír que a CRISTO le bastaron doce hombres para fundar una Iglesia y conquistar el mundo. Voy a demostrar que basta uno sólo para destruir la Iglesia de CRISTO". ¡Pobre! el destruido fue él.
He aquí la declaración del médico TRONCHIN, protestante, que asistió en su última enfermedad al patriarca de los incrédulos modernos.
Va a decirnos él, personalmente, lo que vio:
"Poco tiempo antes de su muerte, Voltaire, en medio de furiosas agitaciones gritaba furibundamente: "Estoy abandonado de Dios, y de los hombres. Se mordía los dedos, hubiera querido yo, que todos los que han sido seducidos por sus libros, hubieran sido testigos de aquella muerte. No era posible presenciar semejante espectáculo".
La narración de La Marquesa de La Villeta, en cuya casa murió (Francisco M Arouet) Voltaire la noche del 30 al 31 de mayo de 1778, a los ochenta y cuatro años de edad. Es impresionante:
Fue un hombre impío y blasfemo... Murió con horribles manifestaciones de desesperación, bebiéndose sus propios excrementos, como cuenta la misma marquesa de Villeta, que presenció sus últimos momentos escribe textualmente:
"Nada más verdadero que cuanto dice TRONCHIN -el médico, cuyas declaraciones acabo de leer- afirma sobre los mismos instantes de Voltaire. Lanzaba gritos desaforados, se revolvía, se le crispaban las manos, se laceraba con las uñas. Pocos minutos antes de expirar llamó al abate GUALTIER. Varias veces quiso que hicieran venir un Ministro de Jesucristo.
Sin embargo, los amigos de Voltaire, que estaban en casa, se opusieron bajo el temor de que la presencia de un ministro que recibiera los suspiros de su patriarca, derrumbara la obra de su filosofía y disminuyera sus adeptos. Al acercarse el fatal momento, una redoblada desesperación se apoderó del moribundo.
Gritaba diciendo que sentía una mano invisible que le arrastraba ante el Tribunal de DIOS. Invocaba con gritos espantosos a aquel CRISTO que él había combatido durante toda su vida maldecía a sus compañeros de impiedad después, profería injurias al cielo una vez y otra finalmente, para calmar la ardiente sed que lo devoraba llevose sus excrementos a la boca. Lanzó un último grito y expiro entre inmundicias y la sangre que le salía de la boca y de la nariz".
Como dice Isaías 57:21 No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.
Considero que más nos vale alumbrarnos con la luz de Cristo, que con las llamas del infierno ¿No lo cree usted así?
Isaías 50:10-11 ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios. 11 He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y os rodeáis de teas andad a la luz de vuestro fuego, y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto en dolor seréis sepultados.
No tenemos alternativa
O morimos como Esteban viendo la gloria de Dios, o morimos como Voltaire viendo y viviendo el horror del infierno.
Usted y yo escogemos: Santidad o pecado, Cielo o infierno.
En aquel entonces se nos dirá una de dos cosas:
Mateo 25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
O Mateo 25:41 Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
No nos engañemos, Dios no puede ser burlado lo que el hombre sembrare eso también segara.