El constructor de puentes
0
0
Es el atardecer gris y sombrío.
Por el camino solitario, un viejo
llega al paso del río.
Sin temor a la rápida corriente
gana la orilla opuesta,
pero luego que estuvo al otro lado
volvióse a hacer un puente.
- ¿Para qué desperdicias tu energía?
- le dijo un caminante -
Tu viaje acabará al morir el día
y ya nunca vendrás por este sitio;
has salvado la rápida corriente,
¿por qué te empeñas en construir un puente?
El noble viejo levantó la frente
y respondió con luz en la mirada:
- Un joven de cabeza soñadora
viene detrás de mí por el camino,
a la hora en que las sombras van cayendo;
y para él, buen amigo, estoy haciendo
con mis manos expertas este puente.
Por el camino solitario, un viejo
llega al paso del río.
Sin temor a la rápida corriente
gana la orilla opuesta,
pero luego que estuvo al otro lado
volvióse a hacer un puente.
- ¿Para qué desperdicias tu energía?
- le dijo un caminante -
Tu viaje acabará al morir el día
y ya nunca vendrás por este sitio;
has salvado la rápida corriente,
¿por qué te empeñas en construir un puente?
El noble viejo levantó la frente
y respondió con luz en la mirada:
- Un joven de cabeza soñadora
viene detrás de mí por el camino,
a la hora en que las sombras van cayendo;
y para él, buen amigo, estoy haciendo
con mis manos expertas este puente.